Cristina Kirchner presentó su libro Sinceramente en la Sala Jorge Luis Borges de la Feria del Libro que se desarrolla en el predio de La Rural y respondió al pedido de un “acuerdo de 10 puntos” de Mauricio Macri con la propuesta de volver a un Pacto Social al estilo del realizado por Juan Domingo Perón y José Ber Gelbard en 1973: “En tiempos de discursos de unidad, de grandes acuerdos, entre sectores políticos, dirigenciales, sindicales, Iglesia, nadie puede estar en desacuerdo. Pero va a ser necesario algo más. Un contrato social de todos los argentinos, con metas verificables, cuantificables, exigibles. Me acuerdo el Pacto Social de Perón y Ber Gelbard, un gran empresario, nos faltan empresarios de esa magnitud, que piensen a su empresa como un instrumento de desarrollo del país, que entiendan que para que la empresa gane más plata tienen que comer todos y ganar bien todos. El último gran dirigente empresario que tuvo el país fue José Ber Gelbard. Aquel Pacto Social fue bombardeado en un momento difícil del país. Ese 12 de junio, todo el mundo se acuerda de aquel Perón que dijo aquello de “llevo en mis oídos la más maravillosa música, que es la palabra del pueblo argentino”, pero antes, a la mañana, hubo otro Perón que habló por radio de los especuladores que medraban con la miseria y el hambre del pueblo, y que él había venido a contribuir con la Patria, pero que si estas conductas de agiotismo continuaban él estaba dispuesto a renunciar. Habló muy enojado diciendo que no se estaba cumpliendo con el Pacto Social, que él estaba dispuesto a renunciar y la gente ante el temor de la renuncia de Perón, salió a la calle. Aún con la magnitud, el volumen y la envergadura de un Perón, de un Gelbard, pasaban estas cosas. Por eso digo que es necesario un contrato social de los argentinos”.
Y detalló este nuevo Pacto Social como un “contrato social de ciudadanía responsable”, que “involucre a todos, al empresario, al dirigente sindical, al dirigente intelectual, al ciudadano que trabaja de operario, al cooperativista, el que tiene un plan de trabajo, que el compromiso sea de todos. Primero el compromiso del Estado de generar las políticas, segundo de los empresarios para generar empleo, sabiendo que en este mundo que tenemos no hay posibilidad de generar crecimiento económico sin mercado interno fuerte”.
Le hizo un guiño a Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna y sostuvo que el actual gobierno duplicó los planes sociales:
“Cuando llegamos al gobierno teníamos más de 2 millones 300 mil planes Jefes y Jefas de Hogar, que era un instrumento importante que había tenido el anterior gobierno, del doctor Duhalde y su ministro, Roberto Lavagna, para palear la terrible crisis de 2001. Cuando entregamos el gobierno en 2015 solo quedaban 207.000, que eran Ellas Hacen y Argentina Trabaja, porque habíamos generado millones de puestos de trabajo que permitieron encontrar una ocupación. Sin embargo el actual gobierno a cuya base no le gustan los planes, hoy tiene 467.000, casi medio millón de planes, muchos más que los que tenía el gobierno de los ‘choriplaneros’. Mucha gente decide sobre información que no es correcta y no tiene la culpa de no tenerla”.
Cristina Kirchner rescató las políticas económicas proteccionistas de Donald Trump en EEUU y las contrapuso con los lineamientos neoliberales que se aplican en la Argentina: “Miren lo que está pasando en EEUU, la economía vuela, tienen el índice de desempleo más bajo de hace 50 años. Teóricamente la Reserva Federal debería subir la tasa de interés para que la economía baje, pero no. Algunos se dieron cuenta de que tenían que volver a generar trabajo industrial adentro del país para volver a generar riqueza. Sería bueno que aquellos que viajan tanto para allá y escuchan tanto las cosas que les dicen allá que imiten lo que hacen allá”.
El discurso fue escuchado en vivo por miles de personas bajo la lluvia afuera del predio y en una cuasi cadena nacional de gran parte de los medios. En primera fila llamó la atención la presencia del dueño de América TV, Daniel Vila y de dirigentes que se han acercado a CFK como Felipe Solá, Daniel Arroyo, Alberto Fernández, Pino Solanas, Fernando Gray y Gustavo Menéndez, lo que muestra el lento tejido de una unidad con distintos sectores de poder que le permita volver a ser gobierno.