Las autoridades australianas detuvieron al tenista Nro. 1 del mundo, el serbio Novak Djokovic, impidiéndole ingresar al país y manteniéndolo retenido “como a un criminal”, como consecuencia de no aceptar su exención médica para jugar el Abierto de Australia sin estar vacunado. La exención médica consideraba también que el tenista había presentado un testeo negativo al virus y que disponía de anticuerpos por haber pasado sin problemas la enfermedad meses atrás.
Djokovic estuvo retenido cerca de nueve horas en el aeropuerto de Melbourne, donde las autoridades australianas no lo dejaron pasar aduciendo “un problema en su visado”.
Horas antes de ser deportado, su padre aseguró que lo tenían “alojado en una habitación”, con dos policías en la puerta y tratado como “un criminal”.
“Djokovic está detenido, ¡lo tratan escandalosamente como un criminal en una habitación! Trato escandaloso de las autoridades australianas hacia el mejor tenista del mundo”, publicó el diario serbio Telegraf tras conocerse la noticia. Djokovic llegó a Melbourne cerca de la medianoche, pero siete horas después todavía está incomunicado y demorado. “Ni siquiera le permitieron bajar del avión normalmente y lo escoltaron a un sector denominado ‘detención de inmigrantes’. Allí permanecería hasta que las autoridades del país oceánico tomen una decisión final sobre su exención de ingreso”, explicó el diario serbio Blic.
Djokovic fue retenido por las autoridades de la Fuerza Fronteriza, que le quitaron su celular y virtualmente lo mantuvieron “incomunicado”, mientras su equipo de asistentes debía esperar en el hall del lugar escoltado por dos oficiales de seguridad.
El primero en salir a protestar contra esa medida fue el propio padre del tenista, Srdjan Djokovic, que en declaraciones a medios serbios replicadas por el Canal 7 local, manifestó respecto de la negativa de su hijo a vacunarse contra el Covid-19 que ella representa “una lucha por la libertad en el mundo, no sólo una de Novak. Si no lo dejan ir saldremos a las calles porque es una lucha de todos”, expresó Djokovic padre.
“Mi hijo está en cautiverio australiano esta noche, pero nunca ha sido más libre. A partir de este momento, Novak se convirtió en un símbolo y líder del mundo libre, el mundo de los países y pueblos pobres y oprimidos”, señaló al sitio Telegraf.
“Pueden encarcelarlo esta noche, pueden encadenarlo mañana, pero la verdad es como el agua y siempre encuentra su camino. Novak es el Espartaco del nuevo mundo que no tolera la injusticia, el colonialismo y la hipocresía, pero lucha por la igualdad de todas las personas del planeta”. Espartaco fue un esclavo que inició una rebelión contra la República romana junto a cerca de 120 mil personas.
“Novak ha demostrado que cualquier objetivo se puede lograr si tienes tus sueños, y ese sueño, junto con él, es compartido por miles de millones de personas y niños que ven en él su modelo a seguir. Es posible que el mundo rico no permita que Nole continúe jugando al tenis, pero revelará su verdadero rostro y así comenzará un juego mucho más serio. Por un lado, habrá miembros codiciosos y arrogantes de la oligarquía mundial, y por el otro, todo el mundo orgulloso de la libertad que todavía cree en la justicia, la verdad, el juego limpio y los sueños de sus hijos”, aseguró Srdjan Djokovic.
“Es una decisión vergonzosa. Deportación. Todos tenemos que salir y darle la bienvenida [cuando regrese]. No puedo hablar con mi hijo; lo presentan como un criminal. No tengo palabras por todo lo que le han hecho”, le dijo Srdjan a Blic.
Quien también intervino, llevando el asunto ya a esferas diplomáticas, fue el propio presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, luego de lograr ponerse en contacto con el tenista.
“Recién hablé con Novak y le dije que toda Serbia está con él. Por eso nuestras autoridades están tomando todas las medidas para detener el acoso al mejor tenista del mundo en el menor tiempo posible. De acuerdo con todas las normas del derecho público internacional nuestro país luchará por él, por la justicia y la verdad”, advirtió públicamente.
Por el momento, el deportista permanecerá en esa ciudad para ser transportado a un hotel de cuarentena, administrado por el gobierno federal, mientras arregla su vuelo de regreso a Europa en las próximas horas. Por esta decisión, Djokovic advirtió que sus abogados presentaron una demanda federal para apelar la deportación.
EL número 1 del mundo llegó a Australia con la misión de defender el título que ganó en las últimas tres ediciones. Además, de ganarlo, hubiese superado la marca de 20 Grand Slams que hoy comparte con Roger Federer y Rafael Nadal.
Luego del reclamo del gobernante de Serbia, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, anunció: “La visa del señor Djokovic ha sido cancelada”.
El antiguo número 1 mundial del tenis es cristiano ortodoxo. No es extraño observar a Djokovic invocando a Cristo durante un encuentro o llevando una cruz alrededor de su cuello para atestiguar su afecto hacia Cristo. Para el tenista, sus convicciones religiosas están en primer plano, mucho antes que sus decenas de títulos, incluyendo más de una docena de torneos de Grand Slam, ganados en forma individual desde el principio de su carrera.
“Este es el título más importante de mi vida porque, antes que deportista, soy cristiano ortodoxo”, enfatizó en abril de 2011 tras recibir de manos de Ireneo, patriarca de la Iglesia ortodoxa serbia, la Orden de San Sava de clase I, la más alta distinción de la Iglesia ortodoxa serbia, por haber contribuido financieramente a la renovación de edificios religiosos en su país natal.
Novak Djokovic pone de buen grado su fortuna al servicio de los más pobres o para ayudar a causas socialmente relevantes.
Por su parte, Australia es tristemente conocida por ser uno de los países con mayores restricciones a las libertades ciudadanas bajo excusa sanitaria, famosa también por los campos de concentración a los que destina a personas cuarentenadas a la fuerza.
