Campaña de contrapublicidad irritó a la secta verde, que quedó expuesta en la miserabilidad de sus postulados eugenésicos

Una inteligente campaña de contrapublicidad dejó expuestos los costados más oscuros y eugenésicos del proyecto de legalización del aborto que se votará el 29 de diciembre en el Senado. Usando la misma estética de la “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito”, aparecieron afiches en distintas zonas de CABA, con mensajes como “#AbortoLegal, por si sale con Síndrome de Down”, “#AbortoLegal, para bajar la pobreza matando pobres” o “#AbortoLegal, para que nadie se entere y te sigan violando”, acompañados de la frase “el proyecto lo permite”. Todos elementos polémicos, pero que quedarán habilitados efectivamente si el actual proyecto se aprueba.

El caso del aborto ante bebés en estado fetal con características compatibles con Síndrome de Down se ha multiplicado en Europa. Este tipo de aborto eugenésico es posible con el actual proyecto ya que el análisis para su detección ocurre en la semana 13 de gestación. “La eliminación de restricciones al aborto deriva en prácticas eugenésicas en personas con síndrome de Down”, sostuvo en un comunicado la Asociación Síndrome de Down Argentina (ASDRA):

“En el contexto del inminente tratamiento en el Congreso de la Nación del Proyecto de Ley sobre “Regulación del Acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y a la atención postaborto”, advierte -como ya lo hizo en los debates de 2018- que en la mayoría de los países donde se eliminaron restricciones al aborto hubieron incrementos significativos de prácticas eugenésicas de hasta un 90 % sobre fetos diagnosticados con síndrome de Down en el vientre materno”.

El encubrimiento del violador también es un hecho, ya que mientras el proyecto de ley reconoce la violación como causal para el aborto no punible, no requiere la denuncia del hecho, por lo que, en el caso de violaciones intrafamiliares podría darse la perversión de que sea el propio violador quien acompañe a la menor a practicarse su aborto, para luego retornar, en un círculo vicioso a la misma situación de violencia no denunciada.

Con respecto a la denuncia de intentar “bajar la pobreza matando a los pobres” antes de que nazcan, es un hecho que se desprende de la perversidad de toda la propuesta y permite entender por qué organismos financieros transnacionales, como el Banco Mundial, vienen promoviendo la legalización del aborto a nivel global desde hace décadas. Un bebé pobre que nace obliga al Estado a erogar de su “gasto social” diversas formas de asignación familiar por hijo. Aborto mediante, el Estado se “ahorra” años enteros de asignaciones. Por perverso que esto pueda sonar, es parte de la fría lógica economicista de los poderes financieros transnacionales y las clases políticos serviles locales.

Han sido de hecho las propias mujeres de varias villas de Capital y Gran Buenos Aires quienes han denunciado que con el actual proyecto buscan naturalizar la oferta de aborto como unas de las principales opciones en las salas médicas para sus hijas ante una situación de embarazo.

No faltaron quienes, desde las redes sociales, y la lógica abortista, salieron a reivindicar los afiches, por considerar positivos sus postulados, ya que “la maternidad será deseada o no será”, como reza la secta verde que hoy coloniza varios ministerios del Gobierno Nacional y buena parte del Congreso. Hay que reconocerles su sinceridad.

Otros, optaron por criticar los avisos como “fake news”, agarrándose del hecho de querer hacerse pasar por una organización “verde”. Sin embargo, no pudieron refutar el contenido conceptual de los mismos. Las consecuencias lógicas de los postulados de la secta verde quedaron expuestas y mostraron la miserabilidad del proyecto que se debate en el Senado.