Los austriacos que se nieguen a recibir una vacuna contra el coronavirus se enfrentarán a multas de hasta 3.600 euros (4.000 dólares) una vez que comience a aplicarse la medida de vacunación obligatoria para toda la población que impuso el gobierno a partir del próximo año. También habrá multas, de hasta 1.500 euros, por negarse a tomar un refuerzo, según la ministra Karoline Edtstadler. “El plan no es solo que las personas tomen la primera vacuna”, dijo Edtstadler en la emisora pública ORF.
Las sanciones económicas parecen ser la forma que estarían encontrando los gobiernos para obligar a sus ciudadanos renuentes a recibir estas inoculaciones, terapias génicas en etapa experimental, de las que se desconocen los efectos adversos a largo plazo.
Las autoridades ofrecerán primero una cita para las personas que no se hayan inyectado, luego se impondrán las sanciones económicas si se rechaza la oferta, según los planes de la medida que entrará en vigor en febrero de 2022, informa Bloomberg.
Austria se convierte así en el primer país de Europa occidental en hacer obligatorias las inoculaciones contra el coronavirus. Dicho país cuenta con una de las tasas de inoculación más bajas de la región, ya que alrededor del 35% de la población ha rechazado vacunarse.
Ante las nuevas restricciones a la libertad, miles de personas han salido a las calles a protestar contra el gobierno, que ha vuelto a confinar a toda la población.