Más de 100.000 franceses, según cifras oficiales, salieron a las calles de diferentes ciudades del país galo para protestar contra las nuevas medidas sanitarias anunciadas por el presidente Emmanuel Macron. Los manifestantes mostraron su descontento con la vacunación obligatoria y el «pasaporte sanitario» que instituye en la práctica un apartheid entre «vacunados» y «no vacunados» que no podrán acceder a espacios públicos ni a muchas de sus fuentes de trabajo. El ministerio del Interior contabilizó 136 concentraciones en toda Francia.
El ex directivo de la banca Rothschild y actual titular del Poder Ejecutivo de Francia, anunció el lunes la obligación de vacunarse para el personal sanitario y otras profesiones, y la necesidad de poseer un certificado sanitario que demuestre ante las autoridades si la persona está vacunada o es negativa de COVID para acceder a la mayoría de lugares públicos a partir de agosto. El proyecto de ley se debatirá el martes en la Asamblea Nacional y el Senado lo tratará posiblemente el jueves con alta probabilidad de aprobación, ya que cuenta con el apoyo de conservadores, centristas y socialistas.
«Covid mata la democracia», «Libertad», «No a la dictadura sanitaria», «Macron renuncia», fueron algunas de las consignas de los manifestantes congregados a orillas del río Sena, en el centro de París. También hubo concentraciones en ciudades como Marsella, Niza, Toulouse, Lilla o Estrasburgo.
«Estamos en una dictadura, estamos en una tiranía. Esto se llama apartheid entre vacunados y no vacunados», dijo el dirigente político Florian Philippot. También participaron la diputada Covid-escéptica Martine Wonner, el cantante Francis Lalanne y la ex líder de los ‘gilets jaunes’ (‘los chalecos amarillos’) Jacline Mouraud.
«No conocemos los efectos a largo plazo de estas vacunas fabricadas rápidamente y que Macron quiere imponernos», explicó una ayudante de enfermería que participó en la caravana del sur, en Montpellier. Otros apuntaron a las «ovejas» que se hacen vacunar y a las «malas informaciones» dadas por las cadenas de televisión. «Se busca la democracia de la República francesa, desaparecida el 12 de julio de 2021» y «No al ‘pass sanitario’, stop a la dictadura», fueron otras de las consignas que se podían leer en carteles.
Antes de la manifestación, Nicolas Dupont-Aignan, presidente del grupo político «Debout la France», denunció en rueda de prensa «un abuso de poder sin precedentes» y un «golpe de Estado sanitario».
En las manifestaciones fueron visibles personas con los chalecos amarillos de las protestas de 2018-19 contra el Gobierno y estuvieron vigiladas por un fuertes contingente antidisturbios de la Gendarmería.
