Washington prosigue en Kazajastán el plan de la ‎RAND Corporation – Por Thierry Meyssan

Por Thierry Meyssan

El presidente estadounidense Joe Biden “respondió” el 30 de diciembre de 2021, durante una ‎conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin, a la proposición rusa de firmar un ‎tratado bilateral para garantizar la paz mediante el estricto respeto de la Carta de la ONU ‎‎ [1] y el igualmente estricto respeto de la palabra ‎dada. Sin embargo, como era de esperar, Biden evadió responder sobre la esencia de la ‎proposición y se limitó a hablar sobre la posibilidad de poner fin a las operaciones de ‎Estados Unidos en Ucrania. ‎

Simultáneamente, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos emprendió varias ‎acciones contra Rusia. No se trata en este caso de derrocar gobiernos ni de iniciar nuevas ‎guerras sino de hacer que Moscú se vea obligado a intervenir fuera de sus fronteras para llevarlo ‎al desgaste. La Federación Rusa ya cuenta, en efecto, con un territorio extremadamente extenso ‎para “sólo” 150 millones de habitantes, lo cual limita sus posibilidades de explotar plenamente un espacio geográfico de tan grandes proporciones. ‎

En mayo de 2019, la RAND Corporation, el think tank o tanque pensante del complejo militaro-‎industrial estadounidense, enumeró 6 opciones para enfrentar a Rusia [2]:

  1. Armar a Ucrania;‎
  2. aumentar el apoyo a los yihadistas en Siria;‎
  3. promover un cambio de régimen en Bielorrusia;‎
  4. explotar las tensiones en el sur del Cáucaso;‎
  5. reducir la influencia de Rusia en Asia central;‎
  6. rivalizar con la presencia rusa en Transnistria.‎

La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, viajó a Moscú –del 11 al 13 ‎de octubre de 2021– para reunirse con responsables rusos. Para que la señora Nuland pudiese ‎realizar ese viaje, el gobierno ruso levantó excepcionalmente la prohibición de entrada a Rusia ‎que había pronunciado contra ella [3]. El problema es que Victoria Nuland ‎no es una funcionaria común y corriente sino una personalidad del Estado Profundo ‎estadounidense y como tal ha participado últimamente en todas las administraciones, ‎republicanas y demócratas, exceptuando la del presidente Donald Trump. ‎

En 2001, ya era Victoria Nuland quien empujaba los países miembros de la OTAN a implicarse en ‎la invasión contra Afganistán –a pesar de la negativa del entonces presidente de Francia Jacques ‎Chirac y del canciller alemán Gerhard Schroder. Más tarde, en 2006, en el momento de la ‎agresión israelí contra Líbano, fue Victoria Nuland quien salvó a Israel de la humillación organizando un alto al fuego unilateral. También fue Victoria Nuland quien ‎orquestó la “revolución” de la plaza Maidan, en 2014, para derrocar el gobierno del presidente ‎ucraniano Victor Yanukovich.

Por cierto, ‎el episodio “ucraniano” permitió comprobar el desprecio de la señora Nuland por ‎los europeos y sus instituciones [4] en un incidente que puso a la Unión ‎Europea en una situación particularmente embarazosa y suscitó las actuales sanciones por parte ‎de Moscú. ‎

‎Victoria Nuland es miembro de una importante familia neoconservadora. Su esposo, Robert Kagan, es uno de ‎los fundadores del Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC, por sus siglas en inglés ‎correspondientes a Project for a New American Century) que recogió los fondos para la campaña ‎electoral de George Bush hijo en 2020 y expresó su deseo de ver un «nuevo Pearl Harbor», sueño ‎que se realizó con los atentados del 11 de septiembre de 2001. El cuñado de Victoria Nuland, Frederick ‎Kagan, es uno de los pilares del American Enterprise Institute (AEI o Instituto de la Empresa ‎Estadounidense) y fue el inspirador de la política estadounidense de ocupación en Afganistán e ‎Irak. Su cuñada, Kimberly Kagan, preside el Instituto para el Estudio de la Guerra (Institute for ‎the Study of War) y ha desempeñado un papel de primera importancia en todas las guerras ‎desatadas en el «Medio Oriente ampliado» o «Gran Medio Oriente», principalmente en lo ‎tocante a la política de refuerzos militares estadounidenses (the surge) en Irak.‎

La propia Victoria Nuland explicó su visión sobre cómo lidiar con Rusia en un provocador artículo ‎publicado en Foreign Affairs, en julio de 2020, bajo el sugestivo título «Clavar a Putin» ‎‎ [5]. La ‎neoconservadora Nuland, quien trabajaba entonces para la ex secretaria de Estado demócrata ‎Madeleine Albright, explicaba en su texto cómo actuar ante Moscú. Luego de describir una Rusia ‎en ruinas y un presidente Putin acorralado, Victoria Nuland proponía negociar un nuevo Tratado ‎START, combatir el uso de internet por parte de los rusos, apoyar la incorporación de Ucrania a la ‎Unión Europea y su posterior incorporación a la OTAN y respaldar a la oposición armada en Siria. ‎También hablaba de realizar inversiones estadounidenses en Rusia para modernizar ese “pobre ‎país” exigiendo a cambio de un alineamiento político ruso junto a las «democracias occidentales». ‎En el Kremlin, sin aceptar absolutamente nada de la visión de Nuland, decidieron sin embargo ‎recibirla y conversar con ella, como antes habían aceptado realizar el encuentro entre Biden y ‎Putin en Ginebra, a pesar de los insultos que el presidente estadounidense había proferido en ‎televisión contra su homólogo ruso. ‎

Nada se ha filtrado de las reuniones a puertas cerradas que Victoria Nuland tuvo en Moscú. Pero ‎es altamente probable que la señora Nuland haya amenazado nuevamente a Rusia, como ha ‎venido haciéndolo constantemente desde hace 20 años. En todo caso, el ministro ruso ‎de Exteriores, Serguei Lavrov, confirmó que Nuland no estaba dispuesta a apoyar la aplicación ‎del acuerdo de Minsk para resolver la crisis ucraniana. ‎

Inmediatamente después de su viaje a Moscú, Victoria Nuland viajó a Líbano para reunirse con el ‎nuevo gobierno del primer ministro libanés, Najib Mikati, y luego se fue a Londres para tocar ‎desde allí los tambores de guerra. Nuland dijo en Londres que Moscú estaba concentrando tropas ‎en la frontera ucraniana y que Rusia se disponía a invadir Ucrania. ‎

Tres semanas después, el director de la CIA, William Burns, tuvo que hacer un viaje urgente ‎a Moscú para tratar de enmendar lo que Victoria Nuland había hecho. Burns se esforzó por ‎mostrarse conciliador y fue recibido por el presidente Putin en persona. ‎

Ahora, Washington parece haber decidió abandonar por fin su anterior táctica del “policía malo y ‎el policía bueno”. Después de haber (1) armado a Ucrania, (2) respaldado a los yihadistas ‎en Siria, (3) tratado de orquestar un cambio de régimen en Bielorrusia [6], (4) explotado las tensiones en el sur del Cáucaso con el ataque de ‎Azerbaiyán contra Armenia [7], Washington trata ahora (5) de reducir la influencia de Moscú en Kazajastán para (6) ‎rivalizar próximamente con Rusia en Transnistria.‎

En pocas palabras, Washington está aplicando el plan de la RAND Corporation. ‎

KAZAJASTÁN

En la cultura centroasiática, el jefe es una especie de Kublai Kan y su familia es un grupo de ‎personas privilegiadas. Kazajastán se convirtió en país independiente hace unos pocos años, ‎lo cual debe al entonces presidente Nursultán Nazarbayev, quien supo unificar diferentes tribus ‎para consolidar la República. Su sucesor, el actual presidente Kasim-Jomart Tokayev, democratizó ‎el país pero los comportamientos siguen padeciendo la influencia de la vieja cultura turco-mongola. ‎

El 2 de enero de 2022 una serie de protestas contra el aumento de los precios del gas natural licuado en un 13% ‎dio paso a hechos de violencia. Grupos coordinados entre sí atacaron edificios públicos y ‎comercios locales, francotiradores posicionados en lugares elevados dispararon al mismo tiempo ‎sobre policías y manifestantes, armerías del ejército fueron atacadas y el armamento así ‎obtenido se distribuyó entre los asaltantes. Hechos de ese tipo ocurrieron simultáneamente en ‎numerosos puntos del país. También fue atacada la cárcel de ‎Taldikorgan, donde se encuentran los presos islamistas.‎

Toda la operación estuvo en manos de yihadistas extranjeros que participaron en la guerra contra Siria y de ‎colaboradores afganos de la CIA. Los grupos dirigidos por esos elementos se componían de ‎islamistas kazajos. ‎

El presidente de la República, Kasim-Jomart Tokayev, reconoció la legitimidad de las ‎manifestaciones y ordenó reprimir severamente los ataques terroristas. También proclamó el ‎estado de sitio y ordenó el arresto del presidente del Consejo de Seguridad Nacional, Karim ‎Masimov, un ex banquero que fue dos veces primer ministro y jefe de la administración ‎presidencial. Masimov está acusado ahora de alta traición. Después de su detención, ‎el presidente Tokayev nombró un nuevo presidente del Consejo de Seguridad Nacional. ‎

Los informes de los órganos de seguridad kazajos estiman la cantidad total de amotinados en 20 000, ‎entre yihadistas y provocadores extranjeros e islamistas locales. ‎

Kazajastán mantenía relaciones cordiales con Israel desde hace muchos años, incluso antes del ‎plan de normalización de relaciones concebido para Israel por el consejero del presidente Donald ‎Trump, su yerno Jared Kushner. En la época soviética, el presidente Nursultán Nazarbayev había ‎expresado posiciones antirreligiosas pero después se hizo musulmán e incluso hizo la tradicional ‎peregrinación a La Meca. Las iglesias también fueron reconocidas, a condición de que realizaran ‎algunos trámites oficiales para registrarse como tales, y una cumbre interreligiosa como la que ‎el Vaticano organiza en la localidad italiana de Asís se desarrolla anualmente en Kazajastán. ‎

La República de Kazajastán reconoce y respeta todas las religiones y sólo prohíbe el islam político. ‎Pese a ello, la Hermandad Musulmana y el Hizb ut-Tahrir (Partido de la Liberación) se han ‎desarrollado en toda Asia central, con ayuda del MI6 británico. La Organización de ‎Cooperación de Shanghai (OCS) fue creada precisamente para combatir el separatismo fomentado ‎a través del islam político. ‎

El Consejo de Seguridad Nacional kazajo comunicó al Kremlin los elementos que había reunido ‎sobre el complot iniciado contra Kazajastán y solicitó la ayuda de la Organización del Tratado de ‎Seguridad Colectiva (OTSC) para luchar contra los yihadistas. Además, el presidente Tokayev dio ‎sin demora a sus fuerzas de seguridad la orden de disparar a matar sobre los yihadistas que ‎se crucen en su camino. ‎

La OTSC respondió de inmediato con el despliegue de 2 500 soldados de Armenia, Bielorrusia, ‎Rusia y Tayikistán bajo las órdenes del general Andrei Seryukov, comandante en jefe de las ‎fuerzas paracaidistas de la Federación Rusa. La República Popular China anunció que está ‎dispuesta a participar si su ayuda fuese necesaria. ‎

Turquía expresó su respaldo al presidente Tokayev, dando a entender así que no está implicada ‎en el complot islamista. También lo hizo Afganistán, lo cual resulta menos sorprendente ‎si tenemos en cuenta que en la operación contra Kazajastán participan colaboradores afganos ‎de la CIA que huyeron de Afganistán cuando los talibanes llegaron al poder [8].‎

Muy pronto se supo que desde la llegado de Joe Biden a la Casa Blanca, la National Endowment ‎for Democracy (NED) [9], cuyo consejo de ‎administración tuvo como miembro a la ya mencionada Victoria Nuland, distribuyó varios millones ‎de dólares para «extender la democracia» a Kazajastán. ‎

‎No está de más recordar que el oligarca kazajo Muktar Ablyazov, quien fue ministro de Energía, ‎creó en el pasado un partido de oposición –no reconocido– denominado Opción Democrática de ‎Kazajastán (QDT) junto a Rajat Aliyev, yerno del entonces presidente Nursultán Nazarbayev. Estos ‎dos personajes trataron de derrocar a Nazarbayev con ayuda del omnipresente George Soros. ‎Aliyev falleció en 2015 en una cárcel de Austria y Ablyazov se exilió, primeramente en Reino ‎Unido y después en Francia. Acusado de asesinato en Rusia, Ablyazov fue detenido varias veces ‎en la Unión Europea pero nunca fue extraditado. Finalmente, Francia le concedió el asilo político ‎y lleva un año viviendo en París. Desde el primer día de desórdenes en Kazajastán, Muktar ‎Ablyazov lanzó un llamado a derrocar el gobierno kazajo pronunciándose contra el presidente ‎Kasim-Jomart Tokayev y contra Nursultán Nazarbayev, ya retirado pero aún muy influyente en ‎el país. ‎

Según informaciones no confirmadas obtenidas de diversas fuentes, Muktar Ablyazov estaría ‎vinculado a Samat Abish, sobrino del ex presidente Nazarbayev y ex director adjunto de los ‎servicios secretos de Kazajastán. Al parecer, Abish fue arrestado el 7 de enero por alta traición. ‎En todo caso, se sabe que Abish es militante del islam político, como su padre, quien construyó ‎una gigantesca mezquita en Alma Ata, la ciudad más poblada de Kazajastán. ‎

Por su parte, el ex presidente Nursultán Nazarbayev ‎–de 81 años–‎ está de regreso en la capital y ‎muchos piensan que si su salud se lo permite podría asumir el control de la situación con ayuda ‎de su hija, Dariga Nazarbayeva.‎

TRANSNISTRIA

‎Según el plan de la RAND Corporation, después de Kazajastán el paso siguiente sería en ‎Transnistria. ‎

Estados Unidos ha movilizado a la Unión Europea para imponer un bloqueo económico contra ‎Transnistria, un pequeño Estado no reconocido, cuya población decidió en un referéndum ‎separarse de Moldavia a raíz de la disolución de la URSS. ‎

En efecto, desde el 1º de enero y bajo la dirección de Stefano Sannino, ex representante en Serbia de ‎la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), los funcionarios ‎de la Misión de Asistencia de la Unión Europea en la Frontera entre Moldavia y Ucrania (EUBAM) ‎están dirigiendo a las autoridades aduaneras de Moldavia y Ucrania –dos países que no son ‎miembros de la UE– para concretar el bloqueo económico contra Transnistria. Así que Rusia ‎se verá obligada a establecer un puente aéreo para garantizar la alimentación de los ‎‎500 000 habitantes de ese enclave. ‎

Los ciudadanos de la Unión Europea lo han olvidado pero en 1992 Estados Unidos trató ‎infructuosamente de aplastar militarmente la pequeña Transnistria lanzando contra ella un ejército de individuos reclutados en las prisiones rumanas [10]. La valiente resistencia armada de una población fiel al modelo de los Soviets, ‎principalmente sus mujeres, hizo fracasar aquel proyecto de la CIA. ‎

Es interesante señalar que, aunque la población de Transnistria habla ruso, hay allí 3 localidades ‎donde se habla francés. Sus habitantes son descendientes de soldados de Napoleón que ‎se casaron y se instalaron en ese territorio cuando el Emperador trató de conquistar Rusia. ‎

En conclusión, aunque la respuesta pública de Washington a la proposición rusa de firmar un ‎tratado bilateral para garantizar la paz fue oficialmente un cese del avance hacia el este, ‎de hecho estamos también ante una respuesta no oficial en la que Washington hace saber que ‎sigue estando en disposición de hacer daño. ‎

[1Draft Treaty betweeen the USA and Russia on Security Guarantees”, ‎‎Voltaire Network, 17 de diciembre de 2021.

[2Extending Russia: ‎Competing from Advantageous Ground, Raphael S. Cohen, Nathan Chandler, Bryan Frederick, ‎Edward Geist, Paul DeLuca, Forrest E. Morgan, Howard J. Shatz y Brent Williams, RAND ‎Corporation, 25 de mayo de 2019.

[3«U.S., Russia lift targeted sanctions to allow Nuland visit ‎Moscow», Elizabeth Frantz, Reuters, 10 de octubre de 2021.

[4En aquel momento, Victoria Nuland expresó su opinión sobre la ‎Unión Europea con un rotundo «¡Fuck the EU!». Ver «Conversación entre la secretaria de Estado ‎adjunta y el embajador de Estados Unidos en Ucrania. Texto íntegro de la intercepción ‎telefónica.», por Andrei Fomin, Oriental ‎Review (Rusia), Red Voltaire, 8 de febrero de 2014.

[5“Pinning Down Putin”, por Victoria Nuland, Foreign Affairs Vol. 99 #4, julio de 2020.

[6«¿Quién quiere derrocar al presidente ‎Lukachenko?‎», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 1º de ‎septiembre de 2020.

[7«Victoria de Londres y Ankara en el Alto Karabaj, derrota para Soros y los armenios», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 24 de noviembre ‎de 2020.

[8«Siete mentiras sobre Afganistán», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 19 de agosto ‎de 2021.

[9«La NED, vitrina legal de la CIA», por Thierry ‎Meyssan, Оdnako (Rusia), Red Voltaire, 11 de octubre de 2010.

[10«En 1992, Estados Unidos trató de aplastar militarmente la Transnistria», por Thierry Meyssan, ‎‎Red Voltaire, 17 de abril de 2010.

 

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