Uno de los editorialistas del Grupo Clarín, Ricardo Roa, afirmó en una columna en el multimedios que el Gobierno buscó presionar al juez federal Jorge Ballestero a través del jefe de los servicios, Gustavo Arribas.
La visita contada por Clarín se da en el marco de la causa que tuvo preso al empresario Cristóbal López hasta que fue liberado la semana pasada. Ballesteros fue uno de los que firmó a favor de la liberación. En su fallo, recordó que otros empresarios están en una situación similar, como Franco Macri por la causa del Correo Argentino. Franco es el padre del presidente de la Nación.
La nota de Clarín confirma un secreto a voces: que el Gobierno presiona sobre los tribunales federales para obtener fallos favorables. Además, Arribas busca evitar que avances investigaciones sobre su propia persona, luego de que se conociera que denuncia en Brasil. Igualmente, la Justicia argentina no parece interesada en investigarlo.
Otro de los magistrados federales que ordenó la liberación de López fue Eduardo Farah. En una entrevista televisiva le tiró un tiro por elevación al propio Macri: “El presidente puede opinar pero debería medirse un poco. Creo que está mal informado”, aseguró. En los tribunales federales crece el malhumor con el gobierno de Cambiemos.