Un 14 de febrero, pero de 1898, nacía Raúl Scalabrini Ortiz, gigante pensador de nuestra Patria. Como historiador, nos legó una clave interpretativa indispensable para comprender el devenir del proyecto neocolonial, impuesto sobre nuestro pueblo por Gran Bretaña desde principios del siglo XIX y hasta nuestros días. La diplomacia británica, a la que denominaba “el resorte oculto de nuestra historia”, sigue lamentablemente orquestando detrás de bambalinas buena parte de los designios de la Argentina.
Quien dude de la influencia decisiva de Gran Bretaña en nuestro país haría bien en observar la incidencia en la vida cotidiana de corporaciones inglesas, como Unilever (Hellmann’s, Knorr, Ades, Axe, Rexona, Comfort, Dove, Maizena, Savora, Lipton, Ala, Sedal, Drive, Cif, Suave, Skip, Vívere, Cica), las petroleras Shell y British Petroleum, la banca HSBC, Glaxo Laboratorios (Sensodyne, Corega, Aquafresh, Paradontax, Ibuevanol, Hinds, Alikal y Uvasal), Nobleza Piccardo (Camel, Derby, Lucky Strike, Parisiennes, Viceroy), Cadbury, etc.
Dentro de este “resorte oculto” hoy deberíamos sin duda incluir a las numerosas y “prestigiosas” ONG’s internacionales financiadas por Gran Bretaña, que auspician a su vez a académicos, políticos y hasta agentes de inteligencia que fungen de periodistas.
Por si esto fuera poco, dirigentes políticos de todos los colores se pasean a diario por la Embajada Británica, rindiendo pleitesías al delegado del Imperio que ocupa nuestras Islas Malvinas.
La perspectiva analítica de la historia de Scalabrini Ortiz hoy debería estar más presente que nunca, sin embargo, y no inocentemente, suele sufrir de un sistemático olvido en nuestras universidades.