El Secretario de Estado de los EEUU estará el 3 de febrero en Bariloche (recorrerá el Parque Nacional Nahuel Huapi, siempre presente el interés de estas potencias por nuestra Patagonia) y luego en Buenos Aires para reunirse con Macri, iniciando su recorrido por América del Sur con dos grandes objetivos: coordinar la acciones de los gobiernos regionales contra Venezuela (especialmente frente al próximo proceso eleccionario presidencial) y limitar los avances de China y Rusia (“presencia creciente y alarmante”) en los países latinoamericanos, especialmente la propuesta de sumar a la región a la Nueva Ruta de la Seda.
Tillerson hizo énfasis antes de partir en su recorrido por países alineados con la geopolítica norteamericana del llamado “Grupo de Lima”, México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica en la “preocupación” que le genera a su país la creciente influencia de China y Rusia. “América Latina no necesita nuevos poderes imperiales que solo buscan beneficiar a su propia gente”, afirmó el secretario de Estado.
“El modelo de desarrollo liderado por el Estado de China recuerda al pasado. No tiene que ser el futuro del hemisferio”, dijo, advirtiendo que “las prácticas comerciales desleales” costarían empleos locales.
Esta es la primera vez que el secretario de Estado recorre la región y su visita ocurre luego de la propuesta que hizo China a la CELAC (en la reciente ronda de reuniones en Santiago de Chile) de incorporar a la región al gigantesco proyecto de infraestructura conocido como La Franja y La Ruta o la Nueva Ruta de la Seda.
La preocupación respecto a Rusia la situó en la venta de armas y equipamiento militar que el país hace a regímenes autoritarios. “La creciente presencia de Rusia en la región también es alarmante”, agregó, quejándose de que Moscú venda armas a “regímenes (…) que no comparten ni respetan el proceso democrático”.
