Renunció Juan Carlos Schmid al triunvirato de la CGT, ¿se viene una nueva conducción más combativa?

Renunció Juan Carlos Schmid a su cargo de secretario general de la CGT. Schmid venía siendo el más opositor del triunvirato, ante las posturas más dialoguistas de Héctor Daer y Carlos Acuña. Alegó motivos de salud y desencuentros con la cúpula de la central sindical.

“Estaba la posibilidad que después del paro general se retirara, porque expresa muchas diferencias con la forma de conducir la CGT. Ojalá que próximamente haya una renovación total en la conducción“, expresó el dirigente camionero Pablo Moyano, líder del flamante Frente Sindical para un Modelo Nacional (FSMN), en diálogo con Radio 10. Moyano, días atrás, había cuestionando que Schmid “siga al lado de los dirigentes que aprobaron la reforma laboral con (Carlos) Menem y que ya casi tienen arreglada la reforma laboral con Triaca”.

La renuncia de Schmid genera un vacío en la conducción de la CGT que preanuncia el próximo recambio de autoridades, con anticipada convocatoria a un Congreso Confederal (algo que estaba pautado para el 22 de agosto pero que luego se pospuso). Por otra parte, no hace más que manifestar el final del ciclo del actual triunvirato, que venía desgastado desde hace tiempo y superado por la situación.

En la interna de la CGT, Héctor Daer, de Sanidad, representa al sector de “los Gordos” (gremios de servicios, aliados al Gobierno Nacional) y pretendía extender su presencia en el triunvirato hasta 2019 y evitar la convocatoria a un nuevo paro general. Schmid, de Dragado y Balizamiento, representaba a sectores más combativos del transporte y el moyanismo (que apuesta a una resolución de la interna vía elección de una nueva conducción con voto de los congresales ) y promovía otro paro general antes de que finalice el año.

¿Será llenado este vacío de conducción por los sectores más combativos de la CGT? Todo indica que no hay mucho margen para conducciones tibias y obsecuentes con el poder del Gobierno, cuando el ajuste dentro del ajuste solo permite entrever una profunda y duradera recesión económica y un clima social cerca de estallar. Nuevos alineamientos sindicales, como el que se nuclea alrededor de la multisectorial 21F y el recientemente creado Frente Sindical para el Modelo Nacional (gremios moyanistas, la Corriente Federal de los Trabajadores, el SMATA y un sector de la UOM), permiten augurar tiempos de mayor dignidad dentro de la central sindical y quizá una conducción unificada a la altura de los tiempos. El objetivo sería competirle a “Gordos” e “Independientes” la conducción de la CGT.

“Un ajuste de estas características va abrir un frente de conflicto infinito. Es prácticamente inviable llevar adelante un ajuste de estas características en un país que ya está paralizado y en recesión. Bajo ningún punto de vista por más que tengamos reuniones de carácter institucional la CGT va a aceptar este tipo de ajuste que recae sobre las espaldas de los sectores populares y más débiles”, había afirmado Schmid en conferencia de prensa el 19 de julio.

“Si no hay plan B (de parte del Ejecutivo en cuanto a cambios en la política económica), tampoco va a haber tregua con el movimiento sindical argentino”, afirmó Schmid en el contexto del último paro general.