El gobierno británico que ocupa ilegítimamente las Islas Malvinas, le concedió a la empresa Warrah Resources Limited, con casa central en Inglaterra, una “licencia exclusiva de exploración de oro y minerales (…) que cubre una proporción significativa de la masa terrestre de las Malvinas Este y Oeste”.
Dicha compañía fue fundada por Stewart MacDonald, director financiero entre 2014 y 2022 de la petrolera Rockhopper Exploration plc y exbanquero de inversiones de Rothschild & Co; y Derek Reeves, quien “descubrió oro en las islas en 1999”, pero que además se desempeñó como director de Desarrollo Mineral del gobierno ilegítimo de las Islas Malvinas; también gerente de exploración para Falkland Gold & Minerals Limited.
Stewart MacDonald no es cualquier director de la banca Rothschild, fue durante 12 años, entre 2002 y 2014, el encargado de “brindar asesoría de banca de inversión (fusiones y adquisiciones y levantamiento de capital) a una variedad de clientes en el sector de energía, petróleo y gas y recursos naturales”. Entre 2014 y la actualidad se encargó de administrar empresas del mismo rubro, ligadas en su paquete accionario al mismo capital financiero.
No es de extrañar el rubro elegido de su nueva empresa: el oro ha sido históricamente un metal precioso comercializado por la casa Rothschild. Tampoco que el Imperio Británico esté vinculado, ya que la banca Rothschild administra una importante parte del capital financiero de ese país, incluso los bienes de la Corona, desde fines del siglo XVIII.
Tal como lo hace público la firma “en esta etapa inicial de exploración, Warrah tiene la intención de centrarse en actividades geoquímicas y geofísicas no invasivas y de bajo impacto, esencialmente muestreo de arroyos y suelos”.
Como así también “buscaría aplicar técnicas de detección remota, específicamente levantamientos magnéticos y electromagnéticos con drones y radares de penetración en profundidad”. Y dependiendo de que “los resultados de exploración en la etapa inicial sean alentadores, la compañía buscaría avanzar a la actividad de perforación de exploración, prevista durante la segunda mitad de 2024”.
La empresa británica, activa desde el 1 de julio de este año, advierte que tras su descubrimiento del mineral precioso en 1999, al continuar con las exploraciones, llegaron a confirmar la presencia de vestigios de dicho mineral en posteriores operaciones hasta 2007.
“Sin embargo las técnicas de exploración disponibles entonces eran insuficientes para detallar suficientes núcleos sub-superficie y generar posibles objetivos para una perforación más detallada debido a la espesa capa de turba presente en muchas áreas de las Islas”, remarcaron.
Los directivos de Warrah Resources, “creen que la implementación de aplicaciones geo-físicas avanzadas tales como el relevamiento por drones, magnético o electromagnético, junto a tecnología de punta como la de los radares de penetración profunda ayudarán a bajar el margen de riesgos en futuras exploraciones al contar con una imagenología más eficaz bajo superficie en esas áreas consideradas prioritarias”.
“Finalmente Warrah Resources se ha asegurado una licencia de exploración exclusiva del gobierno de las Islas Falkland que cubre una proporción significativa de la masa terrestre tanto de las islas Este y Oeste de Malvinas“, sentenciaron.
Según el portal Agenda Malvinas, con información publicada por Mercopress, indica que “algunos de los campos que Warrah Resources tiene la intención de explorar, son propiedad de la Corona (británica) y parte de ella está bajo titularidad u ocupación de Falkland Islands Holdings Limited (la Falkland Islands Company, principal empresa de cría y explotación ovina), al igual que de propietarios u ocupantes privados”.
Hasta el nombre de la empresa “Warrah” es un robo: la palabra guará, transcrito por los británicos como warrah, procede del nombre que le dieron los gauchos rioplatenses, oriundos de la región pampeana y de la Banda Oriental, que entre los siglos XVIII y XIX se establecieron en las Malvinas, al ver al zorro-lobo de las Malvinas, una especie extinta semejante al aguará guazú (del guaraní, aguara guasu; lit., «gran zorro»).
