Miles de personas protestaron en Francia y Grecia contra las pretensiones gubernamentales de aplicar un “certificado sanitario” de vacunación para poder retomar sus actividades en la vida cotidiana, incluso seguir trabajando.
Macron exigió que el personal sanitario y todos los profesionales que tratan de forma cotidiana con personas vulnerables, tendrán estén vacunados para poder seguir trabajando a partir del 15 de septiembre. Las fuertes protestas no tardaron en llegar tras el anuncio y la policía de París se vio obligada a utilizar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
El secretario de Estado de Asuntos Europeos de Francia, Clément Beaune, fue consultado sobre la expresión de algunos de los manifestantes que se quejaban de que están viviendo en una dictadura e ironizó: “Querría que hubiera muchas dictaduras como Francia”.
A partir del 21 de julio será necesario el certificado sanitario que acredite tener las dosis requeridas de la vacuna contra el Covid-19, haber superado la enfermedad o disponer de un test negativo, como requisito imprescindible para ir al cine, al teatro o a espectáculos deportivos con más de 50 espectadores.
En agosto se exigirá también para hacer viajes de larga distancia en transporte público e incluso para tomar algo en un bar o en un restaurante.
En Grecia también se desplegaron multitudinarias protestas en varias ciudades, contra similares decisiones del Gobierno heleno: obligar a todo el personal sanitario a vacunarse y solo permitir los espacios de hostelería y ocio para los inoculados por la vacuna. Las personas no vacunadas no podrán entrar en restaurantes que no sean al aire libre, visitar museos, cines o teatros u otras instalaciones de ocio en interiores.
Para coordinar la medida se pondrá en marcha un sistema de reconocimiento con una aplicación que confirmará de forma instantánea si una persona está vacunada, ha indicado Mitsotakis, que ha asegurado que existen medidas similares en Austria, Dinamarca, Alemania o Luxemburgo.
Las protestas fueron importantes en Atenas, Salónica, Patras, Heraclión en la isla de Creta. Entre las consignas se leían expresiones como “No a la vacunación obligatoria, no al chantaje, no al terrorismo” y “¡Fuera sus manos de nuestros niños!”.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, anunció la vacunación obligatoria para los trabajadores de residencias de mayores y personal sanitario de centros públicos y privados, los que serán suspendidos sin sueldo si no reciben la primera dosis antes de las fechas establecidas. Las clínicas que desobedezcan la nueva restricción podrían recibir una multa de 50.000 euros.
NEW 🚨 Plan to vaccinate teenagers in Greece sparks huge protests today in Athens and Thessaloniki. pic.twitter.com/I8WWfBBHPp
— Insider Paper (@TheInsiderPaper) July 14, 2021
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