Macri se reunió con los principales empresarios de la Argentina: Héctor Magnetto (Clarín), Paolo Rocca (Techint), Luis Pagani (Arcor), Alejandro Buhlgheroni (Pan American Energy), Sebastián Bagó (Bagó), Federico Braun (La Anónima), Marcos Galperin (Mercado Libre), Alberto Grimoldi (Grimoldi), David Lacroze (Grupo Lacroze) y Enrique Cristofani (Santander), entre otros, en la reunión anual de AEA (Asociación de Empresarios Argentinos).
En el encuentro Macri prometió más ajuste del gasto público, lo que en la práctica es más ganancias para estas grandes empresas ya que no viven del mercado interno sino de la exportación y cuando menos gasto tenga el Estado menos impuestos deberán pagar para sostener esa estructura. Imposible para estos empresarios no congraciarse con un gobierno que les bajó los “costos salariales”, pasando de un salario mínimo de alrededor de U$S 600 dólares en 2015 a los U$S 330 de la actualidad.
Sin embargo, Alejandro Bulgheroni, de Pan American Energy (PAE) pidió seguir bajando los salarios de los trabajadores: “Tenemos costos laborales altos y productividad baja. Creo que deberíamos negociar nuevos convenios de trabajo donde se tenga en cuenta la productividad”.
El dueño de Techint, Paolo Rocca, brindó su apoyo a las últimas medidas del gobierno: “Las rebajas de las retenciones, la reducción parcial de algunos reintegros o la postergación parcial de algunos aspectos de la reforma fiscal son sacrificios inevitables hoy para poder llegar a tener a mediano plazo un país con menor carga impositiva y un país creciente”,
y aprovechó para dar su punto de vista sobre la causa de los sobornos en la obra pública y buscó quitarse responsabilidades: “Fuimos conscientes de lo que pasaba, sí. Yo creo que sabíamos que las cosas no estaban bien. Pero creo que no fuimos ni cómplices ni partícipes de todo esto”. El tema viene generando inconvenientes a Techint que ha tenido pérdidas en la bolsa de Nueva York entre el 10 y el 20% en sus acciones. Por otra parte, el FCPA (Foreign Corrupt Practices Act), órgano de aplicación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero de la SEC norteamericana, podría incluso ordenar la detención de Rocca, Betnaza y Zabaleta si pisan suelo estadounidense si se comprueba que pagaron coimas y tanto accionistas como tenedores de bonos perjudicados por la caída de las acciones podría iniciarle juicios multimillonarios.
Lacroze se refirió al tema judicial y mostró su preocupación: “Esperemos que esa Justicia sepa separar bien la paja del trigo”.
Pagani de Arcor, que viene de sufrir pérdidas durante todo este año, fue más cauteloso: “Acompaño, pero sin ser obsecuente”.
Por su parte, el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, sintiéndose en gran parte dueño de la Argentina, se dio el lujo de disertar sobre la historia económica de nuestro país: “La extraordinaria versatilidad de nuestros recursos nos tiende a menudo la trampa de creernos más ricos de lo que somos y de gastar a cuenta. Sin duda hemos desaprovechado oportunidades. Para intentar no repetir frustraciones, quizás sea útil indagar en las razones de las mismas. A mi juicio, el cortoplacismo y el sectarismo son dos de esas razones. Por un lado, la extraordinaria versatilidad de nuestros recursos nos tiende a menudo la trampa de creernos más ricos de lo que somos y de gastar a cuenta. Sujetos además a la volatilidad de los términos de intercambio y a la necesidad de sostener una estructura fiscal enorme y en muchos casos ineficiente”.
Criticó que la Argentina no pueda liberarse de etapas de gobiernos populares que y se vea condenada a una “inercia pendular” dominada por “una antinomia histórica entre conservadurismo y populismo. Entre creación de riqueza e inclusión de grandes mayorías. Llevada al terreno productivo, entre industria y sector agropecuario, entre generación de empleo y generación de divisas”.
Finalmente Magnetto reclamó a Macri reformas más profundas, especialmente de tipo laboral: “Creo que para caminar hacia un modelo de desarrollo de largo plazo es indispensable seguir avanzando en la normalización de la infinidad de variables institucionales y estructurales que fueron trastocadas en tantos años de lógica de emergencia. Se trata obviamente de seguridad jurídica, respeto de las libertades y división de poderes. Y al mismo tiempo de variables regulatorias, cambiarias, impositivas, comerciales, laborales, logísticas. En definitiva, la recuperación de reglas de juego claras y estables es una precondición ineludible”.
De este modo, la plana mayor empresaria argentina le dio un respaldo al gobierno de Macri pero a cambio de un mayor ajuste contra los trabajadores.
