El Council of the Americas, la institución fundada por David Rockefeller para coordinar las políticas latinoamericanas de acuerdo a los intereses de los grandes bancos y corporaciones multinacionales, distinguió a Mauricio Macri con su máximo galardón, el “Gold Insigne” o “insignia de oro”, en un remedo de las relaciones carnales que existían entre el gobierno argentino y el poder económico norteamericano en los años ’90 con Carlos Menem.
Se realizó un almuerzo en su honor al que asistieron unos 140 CEOs de corporaciones norteamericanas. Macri recibió la medalla de oro de manos de la presidenta del Consejo de las Americas, Susan Segal, y el presidente emérito, William Rhodes (histórico presidente del Citibank), “en reconocimiento por su liderazgo transformador en la República Argentina y en toda la región”.
Rhodes afirmó que Macri “reinsertó a la Argentina en la economía global”. Habría que entender que para un banquero, la “economía global” no es la del sector productivo y de los trabajadores sino el de la pura especulación financiera y la usura desmedida a la que están acostumbrados.
Macri aprovechó para atacar al movimiento obrero argentino: “Tenemos una fuerte batalla con los sindicatos que por ejemplo no aceptan ni sistema de evaluación pero los ciudadanos quieren reformas” y se metió en el caso Nisman realizando una fuerte declaración: “Aún no sabemos quién mató a Nisman pero lo mataron y estamos trabajando por esclarecerlo”. Esto responde a los intereses de la derecha israelí y norteamericana que buscan inculpar a Irán de un supuesto asesinato de Nisman, así como de la voladura de la AMIA y la Embajada de Israel, con el objetivo explicitado por Benjamin Netanyahu en el Congreso de los EEUU de presentar un casus belli contra Irán en el Consejo de Seguridad ded Naciones Unidas.
Sobre el pejotismo como oposición colaboracionista afirmó: “Necesitamos de ellos porque no tenemos mayoría en el Congreso. En este viaje me acompañan muchos peronistas; trabajamos juntos. Aunque tengamos diferencias”. Macri se desplazó con una amplia comitiva, integrada por los gobernadores pejotistas Juan Schiaretti (Córdoba) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), el “socialista” Miguel Lifschitz (Santa Fe); los senadores Federico Pinedo (PRO) y Rodolfo Urtubey (PJ), los diputados Diego Bossio (PJ), Marco Lavagna (FR), Mario Negri (UCR), Nicolás Massot y Luciano Laspina (PRO), y los cuestionados funcionarios Luis Caputo -ministro de Finanzas involucrado en los Paradise Papers-, Fulvio Pompeo -secretario de Asuntos Estratégicos-, Federico Sturzenegger -titular del Banco Central- y el vocero Iván Pavlovsky.
Como ocurrió en los ’90, cuando el poder real norteamericano y los grandes banqueros usureros nos premian, el final de la historia no podrá ser buena para la inmensa mayoría de los argentinos.
Puede verse acá el video:
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