Los cuatro jinetes del Apocalipsis del modelo de Davos – Por Marcelo Ramírez

Los cuatro jinetes del Apocalipsis del modelo de Davos

Por Marcelo Ramírez

El control de la narrativa permite a los poderes etiquetar los pensamientos en función de sus necesidades. Habiendo ya construido un mecanismo social basado en los sentimientos y no en la argumentación y la razón, pero a la que se promociona de esta manera, vemos que cada vez es más popular hablar de discurso de odio para calificar pensamientos que no concuerdan con los propios y la cultura de la cancelación como respuesta, algo así como “no te escucho y te saco de mi vista”.

Una vez instalada esa nueva cultura, se sale de la esfera personal y es adoptada por los medios de comunicación y por las redes sociales que “verifican” lo que los usuarios expresan y les permiten exponer o no según concuerden con políticas previas instaladas unilateralmente como normas comunitarias para crear espacios seguros y cuidarnos. Sí, como si fuéramos niños de un jardín en infantes y no adultos con pleno uso de sus facultades mentales.

Este es el proceso en el que hoy estamos inmersos y que comienza a permitir que determinados temas se hablen o se silencien, y si se hablan desde qué perspectiva son tolerados.

Todos sabemos que esto funciona así y que las Big Techs, alineadas con el Pentágono y al servicio de los poderosos, son quienes hoy comandan estas políticas. Estas compañías, apoyadas en un sinnúmero de corporaciones de distintos rubros, conforman la realidad de Internet y tienen la capacidad de dejar morir en vida a una persona separándola de redes sociales y todo el ecosistema en el que hoy se vive. Construyen un paria social.

Los Estados en Occidente, lejos de controlar esta situación, por miedo o complicidad, terminan alineándose con las políticas de la BigTechs, pero no pasemos por alto un pequeño pero más que significativo detalle, los accionistas de estas compañías como así de la casi totalidad de las empresas relevantes son principalmente 4 grandes fondos de inversión: Blackrock, Vanguard, Fidelity y State Street, siendo que cada uno tiene acciones de los otros y entre todos son habitualmente quienes cuentan con las mayorías necesarias para imponer las políticas de las compañías parasitadas por estos fondos.

En definitiva, estos 4 grandes grupos inversores, opacos en su propia constitución si tenemos en cuenta que no vemos quienes son las personas físicas reales que los controlan y nos debemos contentar con sus nombres de fantasía legales, son quienes tienen la suma del poder.

No es de extrañar que entonces la figura más conocida, Larry Fink, CEO de Blackrock, anualmente dé a conocer una carta pública donde fija las políticas que deberán seguir quienes son parte de su imperio y así vemos cómo puede indicar que deben hacerse políticas de género inclusivas o los CEO de cada corporación bajo su control deberán ir a buscar la cajita de cartón y la plantita que muestra Hollywood y abandonar su puesto. Esa es la explicación por la cual vemos una compañía de ventas de productos masivo iniciando una campaña por derechos de minorías inexistentes numéricamente y que no suman ventas a la empresa y corren el riesgo de perder porque hay consumidores que no coinciden con esas nuevas ideas. No es por lo tanto que la “lucha” de activistas haya doblado el brazo del capitalismo, sino que Larry Fink decidió que ese era el rumbo.

Este año las instrucciones vienen por la agenda climática, medio ambiente y energética, así que prepárense para ver empresas de cosméticos o higiene femenina haciendo piruetas comunicacionales para ofrecer sus productos promocionando energías “limpias” o cuestiones similares.

Esta misma gente que se preocupa tanto por la inclusión y los derechos de minorías, o cuidar el planeta, es la misma gente que somete a ajustes inhumanos a países, financia golpes blandos, revoluciones de color o lo que haga falta para hacer mejores negocios. Esta misma gente es la que durante la pandemia ha conseguido multiplicar sus ganancias a costa de empobrecer a las mayorías, de la misma manera que han instalado políticas sanitarias que les han llenado los bolsillos a empresas farmacéuticas de las que ellos también son los dueños, apoyándose en medios que también están bajo su control y en instituciones académicas y científicas que no sobreviven sin sus apoyos financieros.

Todos recordarán las denuncias de relevantes especialistas argentinos que advertían sobre cómo empresas como Pfizer demandaban riquezas naturales a cambio de sus productos. Esta gente, podemos coincidir, no es precisamente guiada por la filantropía.

Por eso el progresismo y la izquierda que cuando se animan, y se animan poco, denuncian estas desigualdades detalladas por Oxfam, deberían dejar de mirar la punta del dedo y seguir hacia donde apunta el mismo.

Esta larga introducción es necesaria para comprender lo que viene a continuación, y empezamos aclarando algo obvio pero que igualmente necesita ser marcado para evitar luego lecturas confusas. La tecnología es una herramienta poderosa y de suma utilidad, pero como cualquier herramienta esa utilidad la fija quien la usa. Un cuchillo puede servir para preparar una exquisita cena si lo usa un hábil cocinero o un instrumento de muerte si lo empuña un asesino.

El cuchillo es el mismo, su utilidad y sus virtudes son similares, pero su uso puede ser beneficioso o no.

Michio Kaku es un renombrado físico estadounidense, físico teórico de origen japonés, un especialista que ha realizado una teoría de campo de cuerdas, una rama de la teoría de cuerdas, pero es más conocido por sus apariciones televisivas en Discovery y otros sitios de divulgación de ciencia, lo que le permitió escribir libros y potenciar su fama.

Kaku, como no puede ser de otra manera, es una voz del sistema, calificada, pero una voz más, si no lo fuera por más brillante que sea su intelecto solo lo conocerían sus pares y no el común de la gente, rara vez, muy rara vez alguien con ideas molestas se puede filtrar, y cuando lo hace es reubicado prontamente.

Kaku ha dado una entrevista a la que debemos prestar mucha atención porque deja entrever de qué se trata el modelo de Davos, que es en definitiva el Reset que estamos viendo.

Resulta natural que su mensaje sea optimista y lleno de esperanza. La ciencia ha perdido su condición de auxiliar de la vida humana permitiendo el desarrollo de los pueblos y mejorar sus condiciones de vida para transformarse en una religión pagana cuyos adoradores curiosamente, suelen carecer de la más mínima formación científica, lo que solo les da más un fanatismo dogmático puesto que no conocen de qué hablan.

En estos tiempos vemos a mucha gente festejar y decir “viva la ciencia” en una abstracción inexplicable y confusa, pero de moda. La ciencia es una metodología de trabajo e investigación, según se aplique puede ser buena o mala, pero a los nuevos creyentes poco le importan las sofisticaciones, ciencia es amor, aún a costa de olvidar que una bomba nuclear también es fruto de la más alta ciencia.

La nota se titula “Michio Kaku dice que la física podría crear un capitalismo perfecto”, y ya nos da unos indicios de lo que vamos a leer. Lo mejor es leer la nota completa (https://www.weforum.org/agenda/2022/01/michio-kaku-says-physics-will-create-a-perfect-capitalism/) pero de todas maneras vamos a tener los principales párrafos para comentar.

Kaku comienza diciendo:

“Para entender la economía, debes entender de dónde viene la riqueza. Si habla con un economista, el economista podría decir: «La riqueza proviene de imprimir dinero». Un político podría decir: «La riqueza proviene de los impuestos». Creo que todos están equivocados: la riqueza de la sociedad proviene de la física.”

Esto es algo que todos deberíamos recordar, pero sucede que por el frenesí de los acontecimientos solemos olvidar. El dinero, que antes era papel impreso y hoy un asiento electrónico contable, no es más que una representación de valor, pero la riqueza real es lo palpable, a lo que podemos sumar el conocimiento, que como luego explicará, cumple hoy un papel decisivo.

Pero estas palabras dejan traslucir algo más importante y es que es la preparación para lo que se viene, el capitalismo ha dejado atrás su etapa productiva, se ha hecho financiero, pero ahora se prepara para otro salto evolutivo que no tiene que ver con el dinero ni la producción como la conocemos hasta ahora.

El capitalismo se está transformando en otra cosa aún sin nombre y sin saber exactamente que es, pero ya Kaku empieza a decirnos que se acaba la etapa financiera, vamos hacia otra cosa que no conocemos, pero que intuimos que si esa cosa es impulsada por el Foro de Davos y los grandes fondos mencionados, no debe ser algo muy agradable para las mayorías. Al menos hasta ahora cada una de sus políticas ha profundizado las desigualdades y les ha sumado más poder.

Veamos cómo continúa:

“Ahora estamos hablando de cómo la física está creando la cuarta gran revolución a nivel molecular: la inteligencia artificial, la nanotecnología y la biotecnología. Esa es la cuarta ola, pero también podemos ver los contornos de la quinta ola más allá. Está impulsada por la física a nivel atómico, por ejemplo, computadoras cuánticas, energía de fusión y red cerebral (cuando la mente humana se fusiona con las computadoras). Entonces, cuando mires hacia mediados de siglo, estaremos en la quinta ola, ¿y qué impulsa todas estas olas? Física. ¿Y cómo se manifiesta? A través de la economía.”

Más pistas, IA, nanotecnología y biotecnología son la realidad hoy y eso está revolucionando las condiciones materiales que son las que fijan lo que luego serán las relaciones sociales. No vemos por ningún lado que mencione al patriarcado, las políticas no binarias, la racialidad ni nada de lo que Washington promueve a través de sus influencias vía organismos y ONGs. Simplemente física, por eso un primer indicio es que el 3,4% del PIB debería enfocarse hacia estas tecnologías y no perspectiva de género, que solo servirán para perpetuar la dominación, y eso en el mejor de los casos porque el futuro puede ser bastante peor.

Sigue Kaku con su relato:

“En el futuro, el capitalismo tendrá un conocimiento infinito de la oferta y la demanda. Por ejemplo, internet estará en tu lente de contacto y, cuando pestañees, verás los precios de todos los objetos que te rodean. Conocerás las leyes de la oferta y la demanda con una precisión infinita; sabrás quién te está engañando, cómo son realmente los precios, los márgenes de beneficio, quiénes son los intermediarios y dónde encontrar los cuellos de botella.”

“La inteligencia artificial y las computadoras acaban de acelerar esa tendencia”.

Es evidente que seguimos hablando de capitalismo, algo que sería curioso porque en un mundo donde prima el conocimiento y donde la producción podría escalar hasta alturas impensadas ¿por qué razón debería seguir existiendo un sistema que es básicamente irracional cuando la Bolsa sigue actuando como hace siglos? ¿no sería acaso mejor que la IA seleccionará las áreas de inversión, producción, cantidades, necesidades, etc?

¿Por qué razón si contamos con esta capacidad predictiva debe estar al servicio de una persona y no de la comunidad?

Simplemente podríamos dejar que la toma de decisiones y la administración se basen en los algoritmos que serán ya cuánticos y que permitirán una precisión casi absoluta, con un margen de error mucho menor al del más preparado de los seres humanos.

Si tenemos esa potencia sería muy irracional ponerlo a disposición de una minoría, aunque no debería asombrarnos si luego Kaku dice que Bezos es un brillante hombre que eliminó obstáculos para amasar su fortuna. Puede ser, tonto seguramente no es, pero carece de sentido que este hombre que ha edificado también su dinero no solo quebrando otras empresas sino sometiendo a sus empleados a un régimen de esclavitud digital. Se ha hecho muy conocida Amazon por ello, recientemente ha hecho trabajar hasta literalmente la muerte a dos de sus empleados cuando uno sufría un ACV, es moralmente inaceptable que sea un modelo a seguir y se le permita viajar al espacio cuando a nosotros nos dicen que comer un asado daña el planeta por la huella de carbono de las vacas ¿el turismo espacial acaso es neutro desde ese punto de vista? No alcanzaremos en varias vidas a comer tantos asados que rivalicen con su viaje de apenas 15 minutos.

Continúa Kaku:

“Las personas deben decidir hasta dónde quieren llegar para adoptar un estilo de vida digital y, en el proceso, exponer su vida y sus finanzas personales a posibles delincuentes en Internet; eso es un problema social. Este es un problema universal. Por ejemplo, la Madre Naturaleza ha pasado 3 mil millones de años combatiendo virus”.

Esto ya es una luz roja, debemos decidir hasta dónde queremos llegar, luego por supuesto nos dice que es por delincuentes informáticos (¿lo dirá acaso por Zuckerberg, Bill Gates o a quien se referirá?), pero lo que realmente estamos haciendo es poner nuestras vidas a disposición de las grandes compañías que como vimos fijan a voluntad sus leyes y las hacen cumplir con mano de hierro, con una dureza no vista en la historia de la humanidad.

Por ejemplo, las sanciones que YouTube toma por infringir sus reglas, es decir, afirmar cosas que a sus verificadores no les parecen bien, no prescriben y a la tercera te expulsan, el equivalente digital a la pena de muerte: estás fuera del sistema. Un sistema, recordemos, donde para tener un pasaporte de salud que nos permita tener algunos mínimos derechos elementales como viajar, se requiere un celular, un sistema operativo y un software todo controlado por las corporaciones. Es decir, si no tenés el celular, el Estado no te permite circular, lo que en definitiva es extender las sanciones virtuales de estas compañías al mundo físico y real, bueno, aunque real ya son todos, de eso se trata el Metaverso a fin de cuentas.

La mención a la Madre Naturaleza es una perla que vemos a menudo en ciertos círculos, no dicen Dios porque eso los convierte en fanáticos religiosos irracionales, sin embargo, apelar a la Madre Naturaleza, a la Madre Tierra o a alguna otra forma les resulta más aceptable, así quien lo dice no es un ignorante que cree en cuestiones primitivas que la ciencia explica. Todos sabemos que los creyentes creen que un rayo es una manifestación de la ira de Dios y cualquier ateo / agnóstico sabe cómo funciona la física que produce la descarga por la diferencia de la carga eléctrica.

No nos dispersemos y sigamos con Kaku:

“Nos dirigimos hacia el capitalismo perfecto, donde los intermediarios, para sobrevivir, deben vender capital intelectual. Estamos haciendo la transición del capital mercantil al capital intelectual” (…) Hay tres tipos de trabajos que los robots no pueden reemplazar. La primera es que no pueden realizar trabajos manuales semicualificados (…) La segunda cosa que los robots no pueden hacer es realizar interacciones humanas; los robots no pueden ser abogados, consejeros, profesores o personas relacionadas con las relaciones humanas (…) Y tercero, los robots no pueden ser capitalistas intelectuales: las personas que hacen que la economía funcione gracias a la innovación, el liderazgo, las nuevas ideas, las nuevas energías y la imaginación (…) ciertos trabajos que son repetitivos serán eliminados. Ya no tenemos herreros, pero no lloramos por eso porque el obrero del automóvil reemplazó al herrero. Y los trabajadores del automóvil tendrán que ser educados para convertirse en trabajadores semicualificados, obreros no repetitivos o trabajadores de relaciones humanas o capitalistas intelectuales.”

Esta parte es fundamental, las transformaciones del aparato productivo que pasa de ser dependiente de la mano de obra humana a un sistema de procesos cada vez más automatizados donde la irrupción de la IA se suma, simplemente cambia las reglas de juego.

Hace años que hay sistemas con software de abogacía que en EEUU han simplificado y acelerado los procesos, Estonia en el 2019 ha analizado la posibilidad de introducir IA para tener jueces “robots”, que por ahora son para temas menores, pero su tasa de eficiencia es mayor ya de la que puede realizar un humano. Esto se extiende a todos los campos, profesores que son software dotados de IA que chatean online con alumnos, periodistas de IA que redactan notas, China con médicos asistidos, por ahora, por equipos de IA y prácticamente todo lo imaginable.

Su impacto inicial puede ser moderado, pero irá desplazando aquellos humanos que todavía pueden convivir con estos programas y los costos son significativamente menores a los humanos, disponibles los 365 días del año, a toda hora y sin que se produzcan faltas o huelgas.

¿Puede alguien del nivel de Michio Kaku desconocer este hecho y limitar las aplicaciones a algunas profesiones?

En un mundo donde la mayor parte de los trabajos son en ventas o administración, donde la producción cada día emplea menos personas, ¿quién podrá pagar los arreglos de los trabajadores de “cuello azul” que menciona Kaku?

Probablemente lo que vemos es un intento de no crear alarmas antes de tiempo, el mundo sería insostenible si los trabajadores se dan cuenta de que sus trabajos durarán por muy poco más y que no podrán reinsertarse, simplemente dependerán de una asignación universal que terminará de derribar las últimas formas de resistencia ¿quién podrá tener independencia para rebelarse cuando su comida depende del favor del quien establece las reglas?

Anticipar este proceso es una forma de dificultar que se establezca y no pueda ser detenido, es necesario ya un debate sobre los beneficios de la tecnología, porque como decíamos al principio, la tecnología no es neutral y depende de quién disponga de ella para evaluar sus resultados.

Volvamos a Kaku, ahora con la geopolítica:

“China tiene un sistema híbrido donde se dan cuenta de que deben tener la tecnología de los capitalistas. ¿Qué hacen? Piden, piden prestado y roban; absorben cualquier tecnología que puedan obtener de lugares establecidos, siempre que tengan el control. (…) Pero esa no es una solución permanente porque no crea nuevo valor ni nuevas industrias. Simplemente roba, replica o copia el valor existente y no crea nuevas ideas (…) El sistema chino funciona porque dominan un arte: copiar. No crean industrias completamente nuevas, lo que requiere reducir la entropía. (…) ser un líder tecnológico y no un seguidor requiere libertad de ideas y conceptos, algo que el gobierno chino se resiste a tolerar. Esta falta de libertad e innovación se agudizará a medida que traten de convertirse en líderes de la economía mundial, no solo en seguidores”

Kaku luego emite una serie de juicios sobre China en los que existen errores de valoración, si China en algún momento ha copiado y su capacidad de innovación era muy básica, hoy ese tiempo pasó. Beijing hace años que es el primer productor de muchas tecnologías, en las cuales supera largamente a EEUU, entre ellas podemos mencionar los satélites de comunicación cuántica, los reactores de fusión nuclear, la Inteligencia Artificial, tecnologías de vuelo hipersónicas y su desarrollo en áreas como la biotecnología, industria aeroespacial y otras también comienza a superar a Occidente. China es el país que tiene más patentes anuales en el mundo

Muchos de estos desarrollos aún no los han alcanzado EEUU, ¿cómo China pudo haberlos copiado? Y con respecto al sistema que parece que para ser innovador debe ser exclusivamente capitalista, podríamos recordar a Kaku que las armas revolucionarias que está empleando Rusia como es el dron Poseidón, los misiles hipersónicos, los equipos de guerra electrónica como los Murmansk y estos son apenas algunos, están basados en tecnologías que desarrolló la URSS hace más de 3 décadas. Solo esto ya hecha por tierra todo el razonamiento de Kaku.

En estas líneas podemos observar la resistencia de los estadounidenses en aceptar que han perdido su supremacía en muchas áreas y que ya no solo no son la potencia hegemónica, sino que simplemente ya son superados por China. También deja notar la propaganda como la última gran arma que sostiene EEUU y el mundo occidental superando a sus rivales y cómo es empleada contra sus enemigos en todas las áreas, aún en aquellas que parece ser temas sin relación, el enfrentamiento es en todas las formas imaginables.

Lo que dice Kaku también es útil para zanjar el debate entre muchos que critican el orden anglosajón, pero creen que China no es más que un títere de Londres. La descalificación hacia China que publica en el Foro de Davos es una muestra más de que en realidad lo que vemos no es una simulación sino un real enfrentamiento entre ambas potencias.

La idea de que China tiene un sistema y una cultura no innovadora denota una gran ignorancia que desconoce la historia y es algo muy propio del mundo anglosajón que cree que la civilización comenzó con su predominio y solo ellos son quienes pueden ser capaces de estar a la vanguardia.

Seguramente deberían estudiar un poco más la historia universal para comprender el mundo que los rodea, de esta manera podrían entender que existen otras formas de pensar el mundo, que lo que llaman hipócritamente libertad es en otras partes considerada como apenas una forma indeseable de anarquía.

Y Kaku luego agrega:

“Estamos en el proceso de digitalizar el cerebro humano para que seamos compatibles con Internet (…) El Instituto Tecnológico de Massachusetts ha creado recuerdos falsos, lo que genera todo tipo de problemas legales y filosóficos (…) Los niños ya juegan videojuegos con personas de otro país o continente. Pueden sentir más afinidad con un vecino de otro continente que con alguien de su barrio. Y cuando crezcan, se sentirán diferentes acerca de las personas en otros países que los adultos de hoy (…) Las resonancias magnéticas nos permiten escanear pensamientos en el cerebro humano. Si me estás mirando, puedo extraer la imagen de mí mismo de tu cerebro mediante una resonancia magnética; la máquina de resonancia magnética puede descomponer su cerebro en 30.000 píxeles y volver a ensamblarlos en un rostro humano. También podremos grabar sueños en el futuro. (…)  Los primeros sueños se están registrando mientras hablamos en la Universidad de California en Berkeley; he visto las imágenes (que, lo admito, son muy crudas). Pero el mero hecho de que podamos hablar así es increíble.”

Luego el científico estadounidense explica algunos de los avances de los que se dispone y que permiten leer la actividad cerebral, algo en lo que trabaja el equipo de Elon Musk con su sistema Neuralink, pero no es el único y hay estudios que indican que formar redes de nanopartículas puede ser más útiles para mapear el cerebro que intentar estas interfaces que combinan lo biológico con lo electrónico. Quienes siguen estos caminos dan por errada la dirección de Musk. Sin embargo, y alejándonos de esta polémica entre científicos, lo que podemos observar es que estas tecnologías tienen un potencial que sólo parcialmente se ha volcado a la práctica.

El problema es que su desembarco significa el fin de la privacidad, por eso el propio Kaku advertía sobre la necesidad de aceptar ciertas condiciones a cambio de ingresar al mundo tecnológico.

La combinación del acceso a los metadatos, la IA de aplicación en seguridad como acaba de anunciar Perú y los pocos escrúpulos son la base para la construcción de un mundo distópico al estilo orwelliano, en manos ya no del Gran Hermano sino de un puñado de mega millonarios anónimos que controlan Silicon Valley.

Si en la novela de Orwell se observaba a las personas buscando percibir un gesto aun durmiendo que pueda delatar una infidelidad con el sistema mientras era monitoreado por un observador a través de una cámara, imaginemos lo que podría suceder hoy cuando nos están anunciando que podrían leer nuestras mentes, observar nuestros sueños, y utilizar un software de IA que reemplace un observador humano de forma tal que podrían monitorear literalmente a toda la población en simultáneo.

Y por último Kaku expresa:

“La gente se da cuenta de que no tiene que vivir así. ¿Por qué deberían tolerar a un dictador? ¿O la pobreza? Cuando otros países han abordado y resuelto estas cuestiones, las personas de los países asolados por la pobreza se animan a promover la democracia. Entonces, la democratización del planeta está siendo impulsada por Internet, para bien o para mal (también hay aspectos negativos, por supuesto). Pero hay una dirección moral (…) permítanme decir que una de las claves para crear un futuro brillante es educar a su gente. Cuando era niño, aprendí algo llamado “el hombre enfermo de Asia”. Me dijeron que China e India serían perpetuamente pobres debido a su enorme población. Pero hoy nos enteramos de que China e India podrían convertirse en superpotencias en el futuro. ¿Qué sucedió? Un campesino ignorante y sin educación es de hecho una carga para la sociedad, pero una vez que se eduquen, pueden cambiar el destino del mundo.”

El cierre es a toda orquesta, el científico no vacila en mencionar un orden moral, sin embargo, cuando vemos quienes son los dueños de estas tecnologías y cómo se comportan, no tiene sentido ahondar en el tema.

Nuevamente señala a China, pero curiosamente ahora no es el país de la copia sin futuro sino es una de las naciones que ha desarrollado su potencial de la mano de la educación.

Contradicciones al margen, Kaku recorre los dogmas opiáceos que el poder utiliza y que hemos absorbido pasivamente pero imperceptiblemente. La educación tiene muchos aspectos a considerar y muchos objetivos, desde lo tecnológico a lo humano como pueden ser las artes, sin embargo, nada que brinde la educación actual puede prepararnos para el mundo que se está construyendo.

Por algún tiempo algunas carreras en áreas mencionadas como programación, nanotecnología, biotecnología y alguna más, podrán mantenerse, aunque cada vez más vemos como los algoritmos tienen el potencial de aprendizaje y no es descabellado pensar que en un futuro puedan autoprogramarse.

Pero aun siendo esto imposible, podríamos sin exagerar considerar la inutilidad de la inmensa mayoría de las carreras para lo que vemos venir. No habrá demasiado campo para un contador, un abogado y aún un médico, por no mencionar la enorme cantidad de carreras cuya salida laboral hoy ya es problemática.

Michio Kako no puede decir que en el futuro cercano solo un puñado podrá de alguna manera mantenerse en el mercado laboral, la inmensa mayoría dependerá de dádivas, y la preparación educativa no solucionará este problema.

Tampoco es novedad, hace ya años que vemos que en EEUU cada vez más jóvenes prefieren no estudiar porque transcurrirá su vida y no podrán terminar de saldar sus préstamos estudiantiles.

Hoy un profesional en la mayoría de los casos gana una fracción de lo que ganaba hace medio siglo atrás, esto es un hecho comprobable. Un título universitario no es como en el pasado que era el reaseguro para un futuro desahogado, pero en el futuro venidero lo será aún menos.

La profundidad del cambio es enorme, mayor aún a la de las anteriores Revoluciones Industriales porque es más rápido no dando tiempo de adaptación, pero además incluye un componente sin antecedentes en la historia que es la reducción al mínimo de la necesidad de participación humana.

Si vemos las medidas que se están tomando desde hace años de invasión a la privacidad, de seguimiento y observación masiva, las cuáles han sido aceleradas por la crisis sanitaria, sumadas al cambio de paradigma tecnológico, todas las piezas del rompecabezas comienzan a encajar.

Está en nosotros interiorizarnos del tema, dejar de confiar en que mágicamente las cosas se irán acomodando. No es la misma situación cuando los ludistas creyeron ver el fin del mundo y salieron a romper máquinas, ese mundo se remodelaba para seguir expandiéndose el capitalismo, pero hoy este sistema llega a su fin, ya no puede expandirse más y debe ser readecuado.

Sabemos que las estructuras productivas son las condicionantes, y en esas estructuras no hay necesidad de humanos en tal cantidad. Si asomamos la cabeza y vemos cada una de las ideologías impulsadas desde los centros académicos de EEUU podemos apreciar cuál es la elección realizada.

Los Larry Fink ¿serán filántropos para reorganizar el mundo para que todos vivamos en forma más feliz y con las necesidades satisfechas, o el plan será otro?

Cuando observamos el estado del mundo los cuatro jinetes del Apocalipsis ya están cabalgando en el horizonte: la Guerra, el Hambre, la Peste y la Muerte.

¿Podemos confiar en que el Foro de Davos y Michio Kaku nos digan que estemos tranquilos esperando la llegada del último jinete?


*Marcelo Ramírez es analista en geopolítica / AsiaTV / Revista Mugica.

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