El Poder Judicial suele tener un olfato especial para los cambios de ciclo en el poder político. En la misma semana en que cita a indagatoria a Franco y Gianfranco Macri, el Tribunal Oral Federal Nro. 4. ordena la liberación del ex vicepresidente, Amado Boudou, quien estaba detenido por la causa Ciccone Calcográfica, una empresa que buscaba quedarse el Grupo Clarín a través de Boldt, pero que terminó siendo estatizada, algo imperdonable para el poder económico de la Argentina, quien ya se la tenía jurada a Boudou tras la estatización de las AFJP.
Si bien cada juez y cada causa es un mundo, no es difícil comprender que hay ciclos en los que el poder judicial se abalanza sobre quienes pierden poder político relativo para complacer a sus nuevos usufructuarios. Esto fue muy claro durante 2016 y 2017, en que se abalanzaron con causas contra los funcionarios del gobierno saliente. Ahora, ante la probabilidad cada vez mayor de un cambio de signo político en 2019, son los mismos jueces quienes buscan reposicionarse. Otra señal en el mismo sentido fue el fallo de la Corte Suprema avalando la Ley de Lemas en Santa Cruz, a contramano de los deseos del Gobierno.
Una lectura similar hace un juez de Cámara, Juan Ramos Padilla, quien expresó en Twitter: “Ya comienzan a retroceder el pueblo triunfa y los jueces se acomodan. Nosotros como siempre tenemos que tener memoria (…) Los jueces siempre igual. Olfatean bien y tratan de cuidarse”.
Los abogados a cargo de la defensa, Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, sostuvieron la necesidad de disponer la libertad, luego de la resolución tomada por el juez Ariel Lijo que considera que estando terminada la etapa investigativa de instrucción, ya no hay posibilidad de entorpecer la misma. Lijo así lo había considerado para no disponer la prisión preventiva del banquero Jorge Brito y del ex titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray.
“Actualmente no observo de qué manera podrían entorpecer la investigación (…) A esta altura entiendo que ya se han desarrollado todas aquellas medidas más relevantes y conducentes al esclarecimiento del hecho investigado, de manera tal que los imputados no podrían desarrollar, en esta instancia, comportamiento alguno que comprometa el éxito de la investigación”, había afirmado el juez.
Los tiempos políticos van cambiando, los fallos de los jueces, también.