Mariano Denegris *
Los días que corrieron a partir del 14/12 mostraron dos películas: una en el recinto del Congreso y otra en las calles. Según cual se prefiera se llegara a diversas conclusiones. Dijo el poeta: “En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira… todo es según el color del cristal con que se mira”.
¿Ganó o perdió Macri con la sanción de la Reforma Previsional? Se escuchó por ahí que se trató de una “victoria pírrica”. Dice Plutarco que Pirro después de ganarle a los romanos la Batalla de Ásculo, en la que perdió 3.500 hombres, dijo a quienes lo felicitaban por el triunfo: “una victoria más como esta y me vuelvo a Grecia solo”.
Los ministros de Macri conocerán lo que se dijo en la reunión de Gabinete tras la aprobación en Diputados de la Reforma Previsional. El resto de los argentinos sabemos sólo lo que el presidente dijo en la conferencia de prensa posterior, donde apenas formularon preguntas los medios estrictamente oficialistas. Es más, de las pocas intervenciones de periodistas, tres fueron del mismo grupo empresarial. Al margen hay que anotar que ningún cronista preguntó por los trabajadores de prensa heridos por la policía y en cambio sí hubo espacio para que alguno de ellos se solidarizara con los uniformados lastimados. Cosas de la nueva libertad de expresión que se vive.
Menos de cinco minutos le alcanzaron al Presidente para dar su visión de lo que sucedió en los últimos agitados días. Atribuyó “lo que vivimos desde el jueves, toda esa violencia orquestada” a la responsabilidad de grupos que intentaron impedir que funcione la democracia, avalados por diputados de la oposición y anticipó una investigación judicial. Enseguida juzgó y determinó qué jueces actúan bien o mal según el punto de vista del Poder Ejecutivo. Después de asegurar que pese a ello la democracia funcionó porque “los diputados opositores hablaron más tiempo que los oficialistas en el recinto”, fue directo a “lo que se votó”. Pidió ser evaluado por el aumento o la disminución de la cantidad de pobres durante su gestión de gobierno y dio a entender que ahorrarse 80 mil millones de pesos que iban a ir a los bolsillos de jubilados, pensionados, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo o ex combatientes de Malvinas, contribuirán a la reducción de la pobreza. Así de sencillo, con pequeños pasos que continúan “hoy mismo” en esta reforma continua. Y además insistió en que ese camino, de parte de quienes gobiernan, está plagado de buenas intenciones.
Imágenes y costos
- El relato de la violencia para justificar la escalada represiva. Las fotos y videos que se viralizan en las redes sociales muestran un contraste muy alto con el discurso oficial. Un adulto mayor gaseado a corta distancia por policías que, ante la impotencia de la falta de reacción del agredido, insisten con un bastonazo desganado. Un manifestante ayuda a salir de ese campo de batalla escenificado por fuerzas de seguridad de civil y de uniforme a una anciana que protestaban contra la rebaja de su aumento jubilatorio. El infiltrado que aparece primero lanzando piedras y más tarde esposa detenidos. Este podría ser el primer orden de costos advertidos por Pirro, y no sabemos si por Macri también.
- La cacerola escapa a los relatos oficiales. Una segunda serie de imágenes insiste en contradecir el relato de la Casa Rosada que señala el carácter orquestado de las manifestaciones. Cientos de esquinas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Conurbano se llenan en pocos minutos de ciudadanos y ciudadanas que hacen ruido y cantan contra la Reforma Previsional. Demasiada orquesta para un solo director. Esta irrupción no tiene una explicación congruente con los libretos escritos por lectores de grupos focales. Quizás tampoco tenga ordenamiento argumental en las lecturas de las distintas variantes de la oposición.
Por lo pronto, se pueden hacer algunas observaciones. En primer lugar, en las esquinas porteñas no predominó el “que se vayan todos” ni el “vamos a volver”, más bien un extraño a la clase media “unidad de los trabajadores…” puede haber sido lo más repetido junto a los cantos puntuales en defensa de los jubilados. En segundo lugar, la salida pacífica a las calles por fuera de la planificación política incomoda al poder porque sirve como antídoto al Estado de Excepción que intenta imponer el macrismo para justificar la pérdida de libertades democráticas.
- Ubicar toda diferencia política en medio de la grieta. El tercer tipo de imágenes que pueden interpretarse como un revés hasta ahora inédito para el oficialismo son los gráficos que, desde las páginas de medios ultra afines al gobierno, mostraban con régimen de verdad infográfica, que la reforma previsional implica un deterioro del poder adquisitivo de los jubilados. Hasta ahora la inmensa mayoría de medidas perjudiciales para los que menos tienen lograron presentarse, o bien como mal menor cuya aplicación se debía a la herencia de la administración anterior, o incluso como algo provechoso para quienes en realidad perjudican. Aún en aquellas medidas polémicas, estaba el recurso de “la grieta” que deslegitimaba toda crítica tildando de “kerchnerista” al enunciador. Esta vez la operación se intentó pero no fue posible.
- Un cuarto orden de imágenes lleva a pensar a futuro los costos políticos de una victoria que se asemeja a la que describió el Rey de Espiro contra los romanos. Quizás también haya llevado a la reflexión al presidente. Es la foto de los diputados opositores del jueves 14 de diciembre, captados en un flash de unidad programática. No celebraban que habían puesto al presidente de una comisión o una coyuntural estrategia reglamentaria. Coincidían en torno a la reforma previsional. Esa unidad, puntual pero estructural de Palacio, estuvo generada y acompañada por una unidad menos puntual en la calle. La capacidad de la oposición política para articular diferencias y coincidencias es un desafío abierto.
En el discurso de Macri no parece haber un acuse de recibo de estos cuatro niveles de costos que supuso la aprobación de la ley previsional. Sin embargo, la fuerza política gobernante ha tenido la capacidad, a veces menospreciada, de aprender de sus errores. Esta lista aprestada de imágenes puede servir para que la oposición también aprenda de los propios y los ajenos.
* Mariano Denegris – Trabajador de la educación, Secretario de prensa de UTE-Ctera; columnista de La Nación para Docencia y gremialismo.
Fuente: www.panamarevista.com – 21-12-17