El despacho del intendente de Cambiemos de Bahía Blanca, Héctor Gay, fue tomado este miércoles 2 de enero por familiares de personas fallecidas que no están pudiendo enterrar a sus muertos debido a la inoperancia municipal que tiene paralizado el servicio.
El problema se inició cuando el intendente tomó la decisión de intervenir la obra social del sindicato municipal, lo que ocasionó un conflicto que derivó en un paro que dejó a la ciudad sin Guardia Urbana durante los festejos de año nuevo y sin servicio en el cementerio. Los días pasaron y las casas velatorias ya no están pudiendo mantener los cuerpos de los fallecidos.
Los familiares, indignados, encabezados por el hermano de Claudio Apud, un futbolista local fallecido, decidieron concurrir a la Municipalidad. El intendente, que cobró más de $400.000 de bolsillo en diciembre, les prometió solucionar el problema, algo que con el paso de las horas nunca ocurrió, lo que detonó el mayor enojo de los familiares, quienes tomaron por la fuerza el despacho, en medios gritos, forcejeos y cuadros de Mauricio Macri arrojados al piso. El jefe municipal de Cambiemos, Héctor Gay, huyó del municipio.
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El cuadro destruido de Macri en el despacho del intendente de Cambiemos, luego de los incidentes quizá sea una buena metáfora de una ciudad que votó mayoritariamente por un proyecto que solo trajo tarifazos, cierre de empresas, despidos y baja de salarios y jubilaciones. Una prometida “Revolución de la Alegría” que cada día se acerca más a una “Revolución del Enojo” por parte de los vecinos.
Desde una de las principales casas velatorias, manifestaron: “Yo puedo llegar hasta el cementerio, pero no puedo cruzar la puerta. Esto es una irresponsabilidad porque pega donde más le duele a la gente, donde estamos hablando del fallecimiento de un ser querido. En este momento, entra un servicio velatorio que con toda la razón del mundo quiere despedir los restos de su papá y tengo que sacar a alguien porque no tengo capacidad. Habrá que recurrir a las cámaras que tengan los hospitales de la ciudad”.
Temporariamente, algunos trabajadores del cementerio, a título personal, se ofrecieron a enterrar al hermano del futbolista fallecido. Pero el conflicto gremial, desatado por el accionar municipal, sigue sin solución.
En la Argentina de Cambiemos, ya ni los muertos parecen tener paz.