Importante movilización y acto en el Día de San Cayetano junto a Movimientos Populares y sindicatos combativos, contra el acuerdo con el FMI y por Tierra, Techo, Pan y Trabajo.
Confluyeron sindicatos de la CTA con la Corriente Federal de Trabajadores y las organizaciones Barrios de Pie, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
El dirigente de la CTEP, Esteban Castro, afirmó que “esta nueva movilización tiene un trasfondo particular. El Ejecutivo ha decidido que gobierne el FMI”.
El dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluídos (MTE), Juan Grabois, ya había expresado: “En 1982, la CGT marchó desde San Cayetano enfrentando a la dictadura militar. Por tercera vez, conmemoramos esa histórica jornada enfrentando la dictadura económica ¡Sigamos luchando por una patria con paz, pan, tierra, techo y trabajo!”.
Las distintas organizaciones exigieron que se aplique la ley de Emergencia Alimentaria.
Previo a la marcha, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, ofició la tradicional misa de San Cayetano en Liniers y les pidió a los senadores “que no interrumpan la tradición de legislar para el bien común” a pocas horas de la votación que legalizaría el aborto en Argentina. “Hoy vivimos en nuestra Nación serios desafíos. Pero ninguno es tan serio y grave como el que tienen en sus manos los legisladores del honorable Senado de la Argentina. Todos sabemos que se juega la aventura de niños y niñas concebidos y que esperan nacer en el vientre de sus madres. El proyecto de ley que abona la interrupción voluntaria del embarazo, de aprobarse, pone a los indefensos y vulnerables seres humanos que se están gestando en un camino sin salida. Excluidos de la legítima defensa, sin juicio, ni proceso. Sólo les corresponderá el deber de aceptar morir sin más. Porque sabemos que detrás de la incomprensible palabra interrupción, no hay nada más. Y los cristianos como ciudadanos elevamos la voz de los que no pueden hablar. En defensa de las dos vidas: la del mamá y la del bebé”, señaló Poli. “No juzgamos a nadie. Y menos a las madres que por motivos que sólo ella y Dios saben, a veces bajo presión de situaciones angustiantes, sin trabajo, solas, y padeciendo hasta el final la incomprensión de su entorno, optan por el aborto, que siempre será un drama, y lejos de ser una solución, con él comienza un camino difícil de llevar en la vida. Para ellas los brazos siempre estarán abiertos para consolar, perdonar, y animar a seguir caminando. Porque Dios es un padre bondadoso“, continuó el arzobispo, quien finalizó diciendo: “”Desde aquí elevamos nuestra oración para que los miembros del honorable Senado de la Nación no interrumpan la honrosa tradición de legislar para el bien común. Con leyes que abran a la esperanza de nuestro pueblo. A favor de la cultura de la vida. Y protegiendo los más débiles e indefensos que esperan participar en esta historia, que tienen derecho a pertenecer a una nación, lugar donde se nace, donde hay lugar para todos, donde nadie sobra y hacen falta. Quién sabe si entre ellos puedan hacer un varón o una mujer que tengan los dones académicos para llevar a nuestro pueblo por el camino del presente, la paz y de la Justicia. Quién sabe si entre ellos no nacerá un santo o una santa que haga más feliz nuestras vidas. Que este debate no oculte ocuparse del verdadero problema de los argentinos, los pobres. Los que hoy suman casi la tercera parte de la población. No sin sufrimiento ni postergación incomprensibles”, concluyó Poli.
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