La autorización de la tecnología HB4 para el cultivo de trigo transgénico en Argentina ha sido confirmada este jueves por el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, junto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la empresa Bioceres, y la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Esta tecnología es el resultado de una colaboración público-privada de más de 15 años entre la empresa y el grupo de investigación liderado por la responsable del descubrimiento: la investigadora Dra. Raquel Chan, Directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET-UNL), en alianza con la empresa argentina de biotecnología agrícola Bioceres. Las variedades de trigo HB4 son desarrolladas por TrigallGenetics, un joint-venture entre Bioceres y FlorimondDesprez de Francia.
Este tipo de proceso de manipulación de semillas, ha generado fuertes críticas y acciones de protestas por parte de, agricultores, administraciones regionales y grupos ecologistas. Principalmente ante el riesgo de que el trigo transgénico (incluso en el caso de que se cultive en zonas controladas) transmita sus semillas (contamine, según la interpretación de algunos sectores críticos) a cultivos de trigo no transgénico.
“Esto genera mucha preocupación en la cadena, todos los jugadores sienten preocupación. Tenemos una preocupación del futuro de esto y las consecuencias que pueda tener”, dijo Miguel Cané, presidente de Argentrigo. “El quid no es si es una innovación científica, el quid es si los mercados van a aceptar esto y comprar lo producido”, agregó el dirigente.
Desde la UTT (Unión de Trabajadores de la Tierra), una organización nacional de familias pequeño productoras y campesinas, repudiaron la aprobación del uso de HB4 en la Argentina.
NO A LOS TRANSGÉNICOS
Al 40,9% de pobreza, a la emergencia alimentaria y al ecocidio sobre ntros bosques, los combatimos con agroecología y acceso a tierra, no con pan transgénico! Repudiamos la aprobación en la Argentina de un nuevo #trigo transgénico. #Bastadefalsassoluciones— Unión de Trabajadorxs de la Tierra (@uttnacional) October 8, 2020
Bioceres es propiedad en parte del Grupo Insud, de Hugo Sigman, y parte de Los Grobo, grupo insignia de América Latina en el espacio de la biotecnología agrícola. La empresa fue fundada en diciembre de 2001 en Rosario, (Santa Fe) y cuenta con más de 300 accionistas, entre productores agrícolas, cooperativas, grupos agroindustriales y otros actores del sector científico y financiero.
Bioceres es el accionista mayoritario de Bioceres Crops Solutions Corp. (NYSE:BIOX), la primera empresa latinoamericana de biotecnología para la agricultura que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York. Bioceres Crop Solutions Corp. opera bajo las marcas Rizobacter y Bioceres Semillas, comercializando insumos de alto valor tecnológico en más de 30 países, con filiales en Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Colombia, Estados Unidos, Sudáfrica, Francia e India. Bioceres Crop Solutions es el desarrollador de la tecnología HB4, el único evento biotecnológico disponible en la actualidad en todo el mundo para la tolerancia a la sequía y la salinidad en la soja y el trigo.
A través de Bioceres Tech Services, Bioceres es accionista de INDEAR y Agrality, empresas dedicadas a servicios de I&D en agrotecnologías y producción de semillas.
Además, Bioceres es accionista de las empresas INMET, Héritas y Moolec Science dedicadas a la ingeniería metabólica, la medicina de precisión y molecular farming respectivamente; entre otras compañías.
Desde 2013 han sido comunicados a escala internacional casi 500 ensayos de campo (la gran mayoría de ellos en Estados Unidos) con diversos tipos de trigo transgénico pero hasta ahora ninguno de ellos había concluido con la aprobación de cultivo y comercialización.
La comercialización de trigo HB4 en Argentina espera la aprobación por parte de Brasil, principal importador.