Hebe de Bonafini se reunió durante dos horas con el Papa Francisco y contó detalles de la histórica audiencia privada:
“Fue una entrevista extraordinaria, estuve dos horas con el Papa Francisco, sin apuros, hablando de todo lo que pasa en el país. Nos abrazamos un rato largo y nos sentamos uno al lado del otro”.
“Le dije que nuestra Patria necesitaba de su palabra, que este gobierno en cinco meses destruyó lo que se hizo en doce años, que hay mucha violencia institucional, de todo tipo”.
“El despido de 1200 trabajadores por día; la violencia preparada por la Policía en los barrios más humildes para pegarles a los jóvenes; el hecho de que tengamos las mejores naranjas y limones en las provincias del centro y las estemos comprando a España, eso es violencia porque implica tener que tirar nuestra producción y que hombres y familias enteras se queden sin trabajos; que no quieran que haya universidades en barrios pobres, que anuncien que hay carne barata en un supermercado y que cuando la gente va, no haya, es violencia; el viceministro de Defensa está acordando dos bases yanquis en Argentina, una ya está avanzada, en Tierra del Fuego, un lugar clave”.
“Le conté que el pan vale $40 el kilo, que lo rebajaron a $26, pero por $26 te dan cuatro bodoques que no se sabe lo que es, el de $40 son bollitos muy ricos pero para los ricos, y eso también es violencia que un pobre tenga que comprar pan para los pobres. Él se quedaba muy mortificado“.
“Quieren llevarnos a la situación que ya vivimos en 2001. Yo le dije que estábamos muy afligidos porque quieren obligar al pueblo a vivir otro diciembre de 2001, saliendo a la calle a asaltar supermercados. Por eso, lo necesitamos de verdad”.
“Le conté todo lo que pasa, lo que sabemos todos, pero muy minuciosamente, le dije que tenemos mucho miedo a la violencia institucional, que se estaba generando mucha bronca en el pueblo, para que el pueblo reaccione y haga lo que ellos quieren que haga, que entren a los supermercados, que sea violento para pegarnos fuerte y que no podamos salir de nuestras casas y someternos a la falta de trabajo”.
“Le conté que en pocos meses tenemos un gobierno que corta con todo lo que se había construido (…), nos sentimos desprotegidos”.
“Tuvimos dos horas de conversación, dos horas contándole la situación, no le contamos ninguna mentira, sino hechos concretos. Hemos trabajado varios meses para eso. No le vine a contar fantasías, sino lo que nos pasa. Somos un pueblo que sufrió demasiado y que fuimos felices durante doce años. Tal vez, por eso, no estábamos preparados para esto. Hay que prepararse para la solidaridad porque hay miles sin trabajo”.
“Le dije que lo necesitamos, que venga, que hable, que no hay que perder todo lo que se construyó tan maravillosamente bien, para nosotros es fundamental que no se pierda por lo menos lo que queda. Que no entienden nada de arte ni de ciencia”.
“Que el negocio de Macri es que haya 2 millones de desocupados, que antes dijo que en 6 meses se arreglaba y ahora dice que en un año”.
“Y así le enumeré todo lo que había escrito en un cuadernito para contarle. Espero que esta voz de las Madres resuene muy fuerte en Europa, como cuando había una dictadura en Argentina. Ahora hay un gobierno elegido por el pueblo pero, a veces, los pueblos también se equivocan”.
“Otra vez volvieron los merenderos. No estamos dispuestos a quedarnos callados, no nos quedaremos con los brazos bajos. De todo esto hablé con el Papa. Le dijimos también que queríamos que venga. Su palabra puede ser muy importante. Le dije: ‘Papa Francisco, usted impidió un bombardeo de la OTAN, esto que pasa en Argentina me parece que es un poco más fácil y ojala pueda pararlo’. El Papa se preocupó por las Madres, por la edad que tenemos, por lo que seguimos haciendo pero yo, justamente, no vine a hablar de las Madres o de los problemas de las Madres. Vine a hablar del dolor, la angustia y la desesperación de un pueblo”.
“Con Francisco nos pasó lo mismo que con Néstor Kirchner. Tal vez no conocíamos demasiado el trabajo de Bergoglio. Me parece que Bergoglio, cuando se transformó en Francisco creció más todavía. Y se lo dije, le dije que me disculpaba porque me había equivocado, que había pensado lo mismo que con Néstor, que no eran lo que parecía. Uno tiene que reconocer cuando se equivoca y eso hacemos las Madres”.
“Yo no vine en misión personal, yo vine porque mucha gente me pidió que viniera. En realidad, no hablamos de los desaparecidos. Él me preguntó cómo eran mis hijos y ahí hablé un poco de ellos. A mi hijo mayor se lo llevaron junto a un sacerdote porque trabajaba con la iglesia del Tercer Mundo. Un poco hablamos de eso pero yo no vine a hablar cosas personales, ni de las Madres, ni de los juicios. Sí le conté que están intentando llevar a la ex ESMA a los marinos para que aceptemos compartir con ellos ese espacio. Eso no lo vamos a aceptar. Hablamos de la falta de justicia y de la justicia que está al servicio de Macri para condenar a Cristina, a los ministros y al que sea. Utilizan a los jueces corruptos a quienes se les paga por eso. Y no nos pusimos de acuerdo en nada de lo que yo iba a contar porque esto que yo digo, lo digo también en mi país, no es secreto, no hay nada oculto”.
“El Papa está muy triste, todo esto le hace acordar al ’55, no esperaba que pasara esto como no lo esperábamos nosotros tampoco”.
“Las Madres le trajimos un pañuelo hecho en venecitas blancas bordeado de madera de Petiribi del sur argentino, que hace un grupo de compañeros artistas de allá, y le trajimos un pedacito de ladrillo de una pared que se cayó hace poco en la Casa de las Madres porque Aysa, la compañía de agua, dejó entrar el agua, y la estamos reconstruyendo y con los pedacitos se los estamos regalando a los amigos, ya que es parte de los cimientos de la casa de las Madres. El Papa me regaló un rosario y una plaqueta muy hermosa con una virgen con un niño en brazos, que viene a ser el niño que nos falta a nosotros”.
“Me emocioné mucho, me conmocioné mucho. Estaba muy nerviosa en estos días porque me llamaban de Brasil, de Paraguay para que hable de lo que pasa allá”.
“No sé cómo será la relación con la Iglesia a partir de ahora. Nosotros tenemos mucha relación con los curas que trabajan en las villas pero no con los obispos. Ellos son muy conservadores. Eso se lo dije al Papa, que los obispos eran muy conservadores. Los sacerdotes son una maravilla”.
“El Papa me escuchó con mucha atención durante las dos horas que hablamos. Me dijo que había muchas cosas que sabía y otras que no tenía noticias. Me dijo que debería haber ido al país este año pero no pudo. Nosotros esperábamos que viniera este año pero no puede. Me dijo que no me conocía, así, como le estaba hablando a él. Fue muy cariñoso conmigo, me trató con mucho afecto, permitió que todos los compañeros que no estaban anotados y me acompañaron, entraran. Pasaron muchas cosas que para nosotros son muy importantes y nos demuestran que Francisco está con el pueblo y no con los poderosos”.
“Me recibió dos horas y me acompañó hasta la puerta”.
“Lo vi al Papa muy preocupado”.
“No sé qué va a pasar en mi patria, vine a contarle al Papa la situación para que nos dé una mano de alguna manera”.
Escuchá el audio de Hebe contando su encuentro con Francisco:
Fuente: http://www.madres.org/navegar/nav.php?idsitio=5&idnota=12155&idindex=174