Avanza la construcción de la base militar de EEUU en Neuquén

Avanzan los preparativos para la construcción de la primera base militar de los EEUU en suelo argentino, con el aval de Mauricio Macri, la aprobación del gobernador Omar Gutiérrez de Neuquén y la dirección técnica del Comando Sur de las fuerzas armadas norteamericanas y la Embajada de los EEUU, con el eufemístico nombre de “Comité de Emergencias de Neuquén (COE)”.  La comitiva norteamericana arribó el 10 de mayo de este año según informó el diario Río Negro.

“Éste era un proyecto impulsado en 2012, que se frenó por la polémica en Chaco por la misma causa. Pero el viernes hubo una visita de especialistas en arquitectura y construcción que arribaron en un avión oficial del gobierno de Estados Unidos para continuar con la obra. Como ambientalistas repudiamos la noticia de este avance en la construcción de esta base sobre la Autovía Norte frente a la empresa SIMA. Tanto la construcción de la sede chaqueña como la neuquina fueron donadas por el Comando Sur, que disfraza sus aportes bajo la figura de ‘ayuda humanitaria’ para el funcionamiento de nuestro organismo de Defensa Civil en Neuquén, ratificado así por declaraciones en diferentes medios por el secretario general de Gobierno de la Provincia Daniel Dacharry y el director Martin Justin. En estos últimos meses, los ambientalistas nos planteamos la duda de si realmente los ríos y lagos de la provincia se están secando o se están desviando con un brazo para la industria extractivista. La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de alguna manera lo ha visualizado a través de un proyecto para construir un acueducto hacia Vaca Muerta para ofrecer a las empresas un aporte directo de agua dulce para el fracking, explicó Marcela Escobar, miembro de la Asamblea Socioambiental de Centenario y Vista Alegre de Neuquén.

La Autovía Norte une a través de 19 kilómetros las cuatro principales ciudades de la región lindantes a Vaca Muerta y a Neuquén Capital, y es un punto estratégico que tiene acceso al aeropuerto e intercepta a todos los camiones de la industria del gas y petróleo, incluso los que transportan agua (Neuquén Capital tiene una de las reservas de agua más importante del país, donde confluyen los ríos Limay y Neuquén).

De esta forma se confirman las sospechas que se venían sosteniendo desde los últimos años sobre Neuquén como posible zona estratégica dadas las reservas petrolíferas y gasíferas de Vaca Muerta y luego de que en 2012 el gobierno de Cristina Kirchner cancelara el proyecto de una base norteamericana en Chaco. Así lo informaba el diario Clarín, de aceitadas relaciones con la Embajada, el 22 de mayo pasado: Estados Unidos le anunció al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, que retomará la construcción de una “base de ayuda humanitaria” en su provincia. La estructura había sido proyectada en 2012 pero la fuerte polémica que despertó la construcción de un edificio similar en Resistencia, autorizado por el entonces gobernador Jorge Capitanich, desalentó la iniciativa que en Neuquén tenía el aval del ex gobernador Jorge Sapag. Pero corren otros aires políticos y todo indica que en esta oportunidad el plan original se concretará”.

Según el periodista de Clarín, Claudio Andrade, el mismo que se cansó de inventar pistas falsas en el caso Santiago Maldonado para proteger a la Gendarmería: “De acuerdo a la descripción oficial entregada por la provincia, el edificio servirá para albergar a los miembros de Defensa Civil y Comité de Emergencia locales en casos de situaciones drásticas tales como inundaciones, erupciones de volcanes, entre otros”. De acuerdo a Leonel Sacharry, secretario general de la gobernación de Neuquén: “No se trata de una base militar, sino del programa de ayuda humanitaria para retomar la marcha de la obra que se suspendió en 2012 y que consiste en un depósito y un edificio de oficinas para la coordinación de Defensa Civil y otros organismos ante una emergencia”.

Sin embargo, como bien expresa el analista Francisco Olaso en base a explicaciones de la especialista militar Elsa Bruzzone, las “bases humanitarias” son caballos de Troya para bases militares de mayor complejidad: “Es posible que al principio la base militar encubierta opere sin personal militar. Pero una estructura de este tipo puede transformarse rápidamente en una instalación castrense formidable y muy difícil de eliminar. Cuando ha sido alcanzada cierta aceptación social y un nivel de organización aceptable –según explica el citado artículo de Bruzzone y García–, la base puede convertirse en un Centro de Seguridad Cooperativa (CSL), que coordina la lucha contra las drogas, con poca o nula presencia permanente de los estadunidenses; pero ante una supuesta “amenaza”, por parte de un “enemigo común”, el centro puede pasar a ser Base de Operaciones Principales (MOB), con fuerzas operativas permanentes; o bien Base de Operaciones de Avanzada (FOB), que además incluye fuerzas para operaciones especiales. Estados Unidos suele aprovechar estas bases para realizar operaciones militares encubiertas. Se vigilan y espían los sistemas de armas y fuerzas militares del país anfitrión, y sus vecinos. Se realizan acciones de infiltración, relevamiento, influencia y control sobre las fuerzas armadas y la población civil. Adicionalmente se monitorea y controla satelitalmente toda la región”.

El propio organismo militar norteamericano dice de sí mismo que “el Comando Sur de EE.UU. aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de responsabilidad para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU., defender los acercamientos sureños de Estados Unidos y promover la seguridad y la estabilidad regional”. Y lo cierto es que ya cuenta con el convenio legal firmado por el gobierno nacional y la Guardia Nacional norteamericana, como bien relaciona El Disenso.

Los objetivos de una base militar son variados, ya que responden a los planes geopolíticos y los escenarios de confrontaciones bélicas entre las grandes potencias y de control de recursos estratégicos del Pentágono: los planes para su construcción se aceleran en momentos en que comenzó a funcionar en enero la base científico-militar china emplazada a menos de 200km, en Bajada del Agrio, Neuquén, con capacidad de interceptar comunicaciones y actividad en el espacio aéreo por parte de su rival estratégico, como bien se encargó de advertir el medio digital cuasi-oficial de la Embajada, Infobae y a 360 km de la base europea de Malargüe (construida con la excusa “científica”), conformando un triángulo alrededor de Vaca Muerta:

 

Queda claro que la zona de Neuquén tiene una relevancia especial a raíz del potencial de Vaca Muerta (una de las reservas de hidrocarburos más importantes del mundo), zona en la que los EEUU tienen inversiones estratégicas con empresas como la Chevron y la Exxon-Mobil, ambas de la acaudala dinastía Rockefeller, controlante también de la banca JP Morgan-Chase. La misma nota de Clarín lo reconoce: “Se estima que en los próximos 10 años, la inversión global en equipos y estructura en el yacimiento no convencional superará los U$S 100.000 millones. El mayor porcentaje de ese dinero provendrá de compañías estadounidenses”.

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