El presidente argentino Alberto Fernández fue recibido por el papa Francisco, con quien mantuvo una conversación de 44 minutos en la biblioteca del Vaticano en la que se tocaron todos los temas de importancia nacional y regional. De acuerdo al comunicado oficial de la Iglesia: “Durante las cordiales conversaciones, se expresó satisfacción por las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y la República Argentina. Posteriormente, se examinó la situación del país, con especial referencia a algunos problemas como la crisis económico-financiera, la lucha contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico, la promoción social y la protección de la vida desde su concepción. En este contexto, se señaló la importante contribución de la Iglesia Católica en favor de toda la sociedad argentina, especialmente de los sectores más vulnerables de la población”.
Como Fernández había negado que se hubiese tratado el tema aborto en la rueda de prensa posterior al encuentro, el Vaticano emitió un segundo comunicado aclaratorio: “En respuesta a las preguntas de algunos periodistas, el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha declarado lo siguiente: ‘No todos los temas citados en el Comunicado de Prensa sobre la Audiencia con el Presidente de la República Argentina han sido afrontados en todas las conversaciones: algunos han sido examinados en el curso del encuentro con la Secretaría de Estado, otros en el marco del encuentro con el Santo Padre'”. La legalización del aborto divide no solo a la sociedad argentina. Si bien Fernández y Francisco coinciden en cuestiones como la necesidad de combatir el hambre y la preocupación por la deuda externa, disienten con respecto a este tema, sobre el que el Gobierno ha afirmado que enviará un proyecto de ley al Congreso para ser tratado a mediados de este año. El propio Alberto Fernández luego aclaró: “Parolin me manifestó su preocupación por el tema y me recordó que la posición de la iglesia siempre es la defensa de la vida desde la concepción”
También hubo lugar para analizar la difícil situación que atraviesa la región latinoamericana, con fuertes crisis como en Chile e incluso golpes de Estado como en Bolivia: “Sucesivamente en la conversación se abordaron también temas de interés común en ámbito regional”.
“Fue una reunión muy grata, hablando de lo que pasa en la Argentina y en el mundo, escuchando sus consejos, lo mucho que hacen los curas villeros en la Argentina contra la pobreza, fue muy reconfortante”, expresó Alberto Fernández. “El Papa es una figura trascendental, es de la humanidad, y cuando un día me llame yo me voy a poner a disposición”, manifestó y añadió: “Lo vi preocupado por el pueblo argentino y por la deuda. El Papa va a hacer lo que pueda para ayudarnos con la deuda. Le agradecí que los curas villeros luchen contra el hambre y la pobreza y le pedí que lo siguiera haciendo. El Papa comparte el diagnóstico que hago de la Argentina sobre la pobreza y la inflación”.
Con respecto a la posibilidad de que visite a la Argentina, el presidente expresó: “El Papa y yo tenemos una obsesión, que es unir a los argentinos. La Argentina tiene que terminar con el tiempo de las diferencias. Hay que respetarnos. Cuando eso pase, el Papa vendrá al país”.
Las caras de Francisco con cada presidente
Luego de reunirse con Francisco, Fernández mantuvo encuentros con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin y con el subsecretario para las Relaciones con los Estados, Miroslaw Wachokwski.
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