Mientras la Argentina se hunde en una crisis económica y social como no se veía desde el año 2001, Macri dedicó gran parte de su breve discurso leído en la ONU a atacar al gobierno de Venezuela, expresando que lo denunciará en la Corte Penal Internacional de La Haya por “crímenes de lesa humanidad”, participando así activamente en un plan orquestado en la región por el poder anglonorteamericano.
“Quiero detenerme para expresar, una vez más, nuestra preocupación por la situación de los derechos humanos en Venezuela. Dada su gravedad, la Argentina llevará a la Corte Penal Internacional la situación relativa a los crímenes de lesa humanidad de la dictadura venezolana”, afirmó Macri.
La idea detrás de este proyecto es forzar un levantamiento militar que derroque al gobierno chavista, amenazando, en caso de no hacerlo, a los altos rangos militares de ser “cómplices” de “delitos de lesa humanidad”, que no son prescriptibles y que tienen penas de prisión con cadena perpetua. Por eso el presidente Donald Trump, al ser consultado sobre Venezuela expresó: “Es un régimen que francamente, podría ser derrotado muy rápidamente si los militares deciden hacer eso”.
La denuncia será firmada en Nueva York por los cancilleres de los gobiernos latinoamericanos adictos a los EEUU como Argentina, Chile, Colombia, Paraguay y Perú y cuenta con la complicidad de organismos supranacionales de DDHH (en gran parte financiados por representantes emblemáticos del capitalismo financiero, como George Soros), tal el caso de Amnistía Internacional que opina que Venezuela aplica “violencia letal, una política de estado para asfixiar a la disidencia”, Human Rights Watch que viene reclamando esfuerzos multilaterales ante “estas violaciones de derechos humanos que formaron parte de una práctica sistemática de las fuerzas de seguridad venezolanas” y en la Argentina organismos como el CELS, que ha opinado que “el gobierno venezolano no protegió el derecho a la vida y restringió los derechos a la libertad de expresión, de reunión y de participación política”.
Otro ariete de este plan es el secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien viene de llamar “imbécil” al ex presidente español, José Luis Zapatero, por no ser suficientemente duro con el gobierno de Venezuela, al que, siguiendo el guión imperial, cataloga de “dictadura”. Almagro ha llegado a pedir, este pasado 16 de septiembre, abiertamente una intervención militar sobre Venezuela: “Las acciones diplomáticas están en primer lugar, pero no se pueden descartar otras”, afirmó.
Como intento de frenar estos planes, Nicolás Maduro ha realizado un acuerdo estratégico con China, sumándose al proyecto global de la “Nueva Ruta de la Seda”.
La grave denuncia de Macri en la ONU:
https://www.youtube.com/watch?v=mrYzyZuVj4c