Así como en el ’55 la furia revanchista de la oligarquía demolió muchas de las obras realizadas por la Fundación Eva Perón, hoy el odio de Gerardo Morales se ha ensañado con el barrio construido por Milagro Sala.
Recorrimos la obra realizada por la dirigente de la Organización Tupac Amaru en el Barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy. La situación de gran parte de las instalaciones es una verdadera muestra del odio y del revanchismo de Morales, quien no se contenta con mantener ilegalmente detenida a la dirigente social, sino que también priva a los miles de habitantes del lugar de poder disfrutar de gran parte de sus instalaciones. Hablando con ellos, era notoria la tristeza que los invade y la mezcla de bronca con impotencia. También la esperanza puesta en una pronta liberación de Milagro para que el barrio vuelva a ser lo que alguna vez supo ser.
Queda registro de lo que el odio puede ser capaz: