El Departamento de Estado de los EEUU necesita terminar con los gobiernos progresistas de la región latinoamericana para poder implementar con profundidad y pleno control el Acuerdo Transpacífico (TPP) de libre comercio, versión ampliada del ALCA que fue evitado en 2005 por la acción conjunta en Mar del Plata por parte de los presidentes Lula Da Silva, Néstor Kirchner y Hugo Chávez. El haber retrasado por más de 10 años los planes de EEUU para el continente es una afrenta que no será fácilmente perdonada.
Lula anunció hace poco tiempo su candidatura presidencial para 2018, lo que sería una pésima noticia para estos planes, por eso deben eliminar esa posibilidad de cualquier manera. Un retorno de Lula en 2018 también facilitaría una vuelta de Cristina Kirchner a la presidencia de la Argentina en 2019, lo que volvería a complicar los proyectos norteamericanos. Otro motivo para desplazar al PT del gobierno del Brasil es el deseo de estos mismos sectores de privatizar Petrobrás, la principal empresa petrolera del país.
Una frase que circula en Brasil es:
“Si lo meten preso, lo transforman en héroe,
Si lo matan, lo transforman en mito,
Si lo dejan libre, se transforma en presidente”.
Frente a esa situación tan particular de un líder popular como Lula, el camino elegido por el poder real parece ser el de erosionar su imagen con el desfile por tribunales para que se hable más de sus posibles causas de corrupción que de sus logros como presidente. La misma estrategia parece que intentarán aplicar en la Argentina con Cristina Kirchner.
Los objetivos ocultos que rodean la detención de Lula da Silva
TelesurTV.net
Analistas advierten que detrás de la operación efectuada hoy están los intereses de EE.UU. y las transnacionales por privatizar las riquezas naturales de Brasil, así como la intención de desprestigiar al Partido de los Trabajadores (PT) de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
El pasado fin de semana el expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, manifestó que si el Partido de los Trabajadores (PT) lo consideraba necesario él podría ser candidato para las elecciones presidenciales de 2018. El lunes presentó por escrito su defensa ante la fiscalía de Sao Paulo por las acusaciones en su contra y se puso a la disposición del órgano para suministrar la información necesaria.
Sin embargo, la Policía Federal lo detuvo este viernes para llevarlo a rendir declaraciones. Los analistas coinciden en que esta acción forma parte del espectáculo al que está acostumbrado el juez que lleva el caso y busca desprestigiar la imagen del líder de Brasil, así como la del PT de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
El politólogo Juan Manuel Karg manifestó que la detención es una maniobra que tiene que ver más con los medios de comunicación y con una parte de la justicia brasileña que con la causa Lava Jato, porque hace 15 días cuando él iba a declarar y presentó un pedido para postergar su declaración y preparar mejores elementos para su defensa éste fue aceptado.
Luego se da el allanamiento a su residencia este viernes y la detención, aún cuando él nunca se negó a declarar. En este sentido, Karg considera que esta acción es muy grave porque se detuvo al expresidente del propio Gobierno que está en funciones lo que evidencia que hay una distancia entre el poder judicial y el Gobierno que, en otros casos, podría ser sana y natural.
Evitar candidatura en 2018
Recordó que Lula es uno de los presidentes mejor valorados de la historia de Brasil. Su gestión logró sacar de la pobreza a 28 millones de ciudadanos. La detención es un montaje que tiene que ver con la intención de que Lula no pueda presentarse en las elecciones de 2018.
El analista manifestó que el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), antagónico del PT, quiere volver al poder para ejecutar una política económica distinta que incluye dejar de financiar los programas sociales.
Este ataque, además, va más allá de Brasil y es similar a los que se están dando en contra de la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández, de Evo Morales en Bolivia y de Nicolás Maduro en Venezuela, afirmó.
Por otra parte, tiene que ver con una noción de las fuerzas conservadoras de que Brasil es la primera economía de América del Sur y su política define mucho lo que sucede en otras latitudes del continente.
“Me parece que detrás de esta decisión también está la intención de dar un zarpazo final contra los gobierno posneoliberales tras la victoria de la derecha en Argentina, en la elección de medio término en Venezuela y en el referendo en Bolivia”, aseveró Karg.
Asimismo, indicó que este año se votarán alcaldías en Brasil y hay un trasfondo de erosionar aún más al PT, que ha sido el partido más vapuleado en la última década por los medios de comunicación.
“Van a intentar sacar a Lula de competición y si no lo logran van a mentir sobre él, van a erosionar su figura para tratar de llegar en mejores términos a la elección presidencial”, dijo.
Reiteró que su posible elección en 2018 abriría la posibilidad para un nuevo mandato de Cristina Fernández en Argentina y eso es lo que las fuerzas de oposición y la derecha internacional intenta evitar.
El show mediático antes que todo
El analista Beto Almeida subrayó que esta medida es parte la espectacularización de la noticia y que incluso los medios de comunicación privados sabían de la detención antes de que ocurriera.
Además, señaló que tras la medida también está el interés de diversos sectores del país y del mundo de privatizar las riquezas naturales de la nación.
Mencionó que no hay duda de que la Policía Federal tiene entrenamiento de la Oficina Federal de Investigación estadounidense (FBI, por su sigla en inglés) y que el Poder judicial actuó en conexión con los procuradores judiciales de Estados Unidos, por lo tanto, existe la posibilidad de que se esté montando un falso positivo en términos jurídicos.
En contexto
Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros del PT en este caso para solicitar su destitución.
A juicio del periodista y sociólogo brasileño Laurindo Leal, la derecha de su país está jugando todas sus cartas para sacar del poder al Partido de los Trabajadores (PT), tras el anuncio que hizo el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva de volver a lanzarse como candidato en las próximas elecciones.
La oposición implementa acciones como el querer vincular a Rousseff y a Da Silva en el caso de corrupción de Petrobras, pero sus acciones no han salido como lo esperaban.
Así quedó demostrado luego de que la comisión parlamentaria brasileña, encargada de la investigación de corrupción en la petrolera estatal, eximiera a ambos líderes de toda responsabilidad en el caso al no encontrar pruebas en su contra.
Fuente:
http://www.telesurtv.net/news/Los-objetivos-ocultos-que-rodean-la-detencion-de-Lula-da-Silva-20160304-0031.html
Sólo los pueblos en la calle,van a contrarrestar cualquier acción extranjera ,Los tiempos han cambiado,hoy el sol es distinto , fácilmente no pueden avanzar ,Hay sangre nueva con el espíritu de los lucharon por independizar Sudamerica., Hasta la Victoria Siempre.