La Armada de EE.UU. presentó sus plantes para un posible conflicto militar contra China para el año 2027. Así lo afirma en su Plan de Navegación 2024, expuesto este miércoles por la almirante Lisa Franchetti, jefa de Operaciones Navales de la fuerza marítima estadounidense.
“Este Plan de Navegación tiene dos objetivos estratégicos: estar preparado para la guerra con la República Popular China para 2027 y garantizar la superioridad a largo plazo de la Armada de Estados Unidos”, señala Franchetti en el documento.
Según el informe, el presidente chino, Xi Jinping, habría “dicho a sus fuerzas que estén listas para la guerra en 2027”. “El desafío que plantea China a nuestra Armada va mucho más allá del tamaño de la flota de la Armada del Ejército Popular de Liberación”, se advierte.
“Mediante conceptos operativos como la guerra de precisión multidominio, las campañas económicas y de zona gris, la expansión de la infraestructura de doble uso (por ejemplo, aeródromos) y de fuerzas de doble uso (por ejemplo, la milicia marítima china), y un creciente arsenal nuclear, la República Popular China presenta una amenaza compleja de múltiples dominios y ejes”, agrega el documento.
El nuevo plan aprovecha las lecciones aprendidas a lo largo de un año de campaña contra las milicias hutíes yemeníes en el Mar Rojo, y de la acción de contención de la Flota rusa del Mar Negro por parte de Ucrania.
Entrevistada por el periódico “Straits Times”, Franchetti subrayó que el plan “se centra en gran medida en 2027, año en el que el presidente chino Xi (jinping) ordenó a sus fuerzas que estuvieran listas para invadir Taiwán”. Para entonces, añadió la almirante, “debemos estar más que preparados”.
La Armada estadounidense se propone eliminar los retrasos en la reparación de barcos, submarinos y aviones, equipar rápidamente a la flota con drones y embarcaciones no tripuladas, así como reclutar personal y proporcionarle tareas, para lograr que el 80 % de la fuerza naval esté lo suficientemente preparada en cualquier momento para desplegarse en combate si es necesario.
Por su parte, desde la Embajada de China en Washington advirtieron que Taiwán es “el núcleo de los intereses fundamentales de China y la primera línea roja que no debe cruzarse en la relación entre China y EE.UU.”.
Su portavoz, Liu Pengyu, declaró la semana pasada que el país norteamericano debe “dejar de potenciar los contactos militares con la región de Taiwán o de armarla” y “dejar de crear factores que puedan aumentar las tensiones en el estrecho de Taiwán”.
