Claudio Mardones *
Ser millonario no es un delito: Salvo que el dinero no tenga un origen confesable. En este dilema se encuentra una parte muy importante de los funcionarios macristas. Pero no parece que les quite el sueño.
El ministro de Hacienda pasó un momento incómodo en España al explicar por qué teniendo su patrimonio fuera del país pretendía que otros invirtieran en la Argentina. En el gobierno son muchos los funcionarios en igual situación. A Díaz Gilligan le costó el puesto, a Luis Caputo por ahora no. En la Rosada distinguen entre tener o no declarado el dinero.
“Estamos haciendo un llamado para que todos los ahorros de los argentinos que se fueron al exterior por desconfianza (sean repatriados) y los funcionarios deben ser los primeros en tener ese gesto”. La promesa, casi en tono electoral, pertenece al ministro del Interior Rogelio Frigerio cuando llevaba seis meses en el cargo y era uno de los pocos miembros del Ejecutivo que tenía sus millones en el país. La frase de entonces incomodó como un rayo a un Gabinete integrado por ministros multimillonarios, cuya gran mayoría nunca trajo sus divisas al país.
El más notorio y uno de los más ricos es el titular de la cartera de Hacienda, Nicolás Dujovne, que debido a su cargo es el más expuesto. A dos años de las ilusiones de Frigerio, el otrora co-conductor televisivo del editorialista Carlos Pagni se anima a blanquear su posición. En agosto pasado opinó que “un funcionario tiene todo el derecho a tener su dinero en el exterior” y ante la notable contradicción con las intenciones del gobierno, dijo que para atraer capitales extranjeros “la Argentina ofrece enormes oportunidades para la inversión directa y esas oportunidades están basadas en lo atractivo que ofrece el país y no en la coerción”.
La certeza que Dujovne derrocha verbalmente para defender su derecho de mantener afuera del país su fortuna de 85 millones de pesos le sumó consecuencias amargas esta semana, cuando Jorge Fonseca, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, puso a prueba sus dotes ante las cámaras y le preguntó: “¿Cómo espera que vayan las inversiones a la Argentina si usted mantiene su patrimonio offshore?”. En el entorno del presidente, la honestidad brutal es valorada como un bien escaso que Dujovne sabe administrar, a veces calzado en el traje de vocero del elenco de hombres multimillonarios que están en ejercicio de la función pública, bajo el mando de Macri. El pelotón de ricos, de acuerdo a las últimas declaraciones juradas que presentó el Gabinete, está encabezado por el ministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo (primo de Nicolás, el amigo más cercano y exsocio de Macri) que declaró poseer 124 millones de pesos. Es seguido en la lista por el titular de la Agencia Federal de Inteligencia Gustavo Arribas, que dijo tener 126 millones. Entre ambos existe una particular diferencia: “Toto” tiene el 7% de su fortuna en el extranjero, con unos 7 millones, mientras que el jefe de los espías tiene 108 millones de pesos en el exterior, más del 80% de sus bienes. Les sigue el ministro de Energía Juan José Aranguren que tiene 104,7 millones repartidos en Holanda y Estados Unidos, y Dujovne con sus 85 millones, de los cuales 74 están en extranjero.
También aparece el vicejefe de Gabinete Mario Quintana, que dijo tener 64,9 millones de pesos y 6 afuera, una variación respecto al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger que declaró 29,1 millones de pesos y tiene 13,1 en el exterior. Jorge Triaca, titular de la catera de Trabajo tiene 4,4 millones de pesos. De esa fortuna dijo que posee 3000 dólares en el exterior, mientras que el otro vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui tiene 41,2 millones, más del doble de los 16,7 que tiene el ministro de Producción Francisco Cabrera, un millón menos que los 17,6 que tiene Frigerio. Tanto Lopetegui, como Cabrera y Frigerio tienen sus millones en el país, y si alguna vez pensaron que sus pares debían emularlos, ahora prefieren guardar silencio.
Sudores compartidos
“El problema no está en lo declarado. Uno lo pone en la Declaración Jurada porque tiene cómo explicarlo, el problema aparece cuando no está todo dicho”, atajó una fuente del gobierno para naturalizar la proliferación de millonarios en la función pública, con gran parte de sus bienes en el exterior. Lo antinatural, desde la visión de la fuente consultada, pasa por las omisiones, como le sucedió al renunciante subsecretario General de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, que “olvidó” declarar una cuenta en el extinto Banco Privado de Andorra por 1,2 millones de dólares cuando era funcionario porteño. Luego siguió sin mencionarla hasta que una investigación del diario El País lo dejo en evidencia y contradijo sus primeros argumentos. Macri le dijo que se defendiera como lo hizo él cuando afrontó cuestionamientos por las cuentas que tenía en el exterior, y por las sociedades offshore que pertenecían a su propiedad. El escándalo lo llevó a repatriar gran parte de su fortuna, pero así como no logró que el resto de sus funcionarios lo emularan, tampoco Diaz Gilligan siguió el ejemplo. Su renuncia indeclinable, impregnada por el sudor del escándalo, ahora le sumó angustias a “Toto” Caputo, que ha vuelto a pasar días de zozobra, ya que fue el primero en omitir sus posesiones, con el ocultamiento de su rol como manager y accionista del fondo Noctua Partners. Según el diario Clarín, el fiscal federal Carlos Rívolo le solicitó al juez Julián Ercolini que levante el secreto fiscal sobre “Toto”, es decir, que le permita ver las declaraciones juradas del funcionario ante la AFIP.
Los memoriosos recuerdan los días de diciembre de 2016, cuando el entonces ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay presentó su renuncia al cargo y Macri decidió nombrar a Dujovne como ministro y a Caputo como secretario de Finanzas, pero “Toto” se negó y dijo que aceptaría siempre y cuando el área fuera elevada al rango de ministerio, algo que finalmente ocurrió, con el desdoblamiento de la cartera. Si la AFIP le confirma a la Justicia que Caputo también ocultó a Noctua, quedaría a un paso de transformarse en el primer y último ministro de Finanzas de la administración Cambiemos, aunque sólo posee el 7% de su fortuna en el extranjero, según los borrosos contornos de su declaración jurada.
* Claudio Mardones (1975) – Periodista argentino; tiene experiencia en comunicación comunitaria y fue uno de los inspiradores de la Agencia de Noticias RedAcción (ANRed). Fue redactor de la sección Sociedad del diario Crítica de la Argentina; Redactor Jefe de la sección Política, del diario Tiempo Argentino.
Fuente: www.tiempoar.com.ar – 24 de Febrero de 2018