Detrás de los cierres de bachilleratos para adultos hay sueños truncados y derechos cercenados

Estas semanas las redes sociales plasmaron la triste noticia: la decisión política de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, de cerrar los bachilleratos para adultos. Esta decisión no contempla ni las opiniones ni las necesidades de quienes, con mucho esfuerzo, quieren terminar sus estudios primarios o secundarios.

Desde Kontra Info nos comunicamos con Ana María Chaves, ex Directora del Bachillerato de Adultos de la Escuela Secundaria Nº2 de la localidad de Bolívar, provincia de Buenos Aires. Ana se acercó a la escuela mientras varios estudiantes estaban desorientados al ver el establecimiento cerrado y los contuvo hasta explicarles que esta decisión política se trataba de una ilegalidad, un atropello más a los derechos de los ciudadanos.

Ana hizo circular a través de su Facebook las fotografías de Marita Fuentes, quien había tomado las imágenes de ese momento en el que la contención de la ex Directora se imprimía junto a la tristeza de un adulto con el sueño truncado y su derecho cercenado, un adulto que quedó afuera del sistema educativo de un día para el otro, excluido sin previo aviso. Llegó a la escuela y las puertas se habían cerrado.

En esas imágenes se lo ve a Diego Parada, él es un estudiante de ese establecimiento educativo. Diego trabaja como remisero de lunes a viernes y los fines de semana hace changas de electricidad y albañilería, de esa manera sustenta a su hijo. Junto a las fotografías, Ana acompañó con un breve pero profundo texto que conmovió y alentó a resistir el cierre de esa escuela y de todas las escuelas que este gobierno cerró.

Ana es una de las tantas personas que son protagonistas e interesadas en visualizar la problemática en cuestión, la ilegalidad con que se maneja este gobierno y la falta de humanidad que los caracteriza. Ana es una de las tantas luchadoras que se oponen a esta política de desguace contra el Estado y de exclusión para los más humildes.

El texto mencionado dice así:

“Su primer día de clases, fue con su cuaderno a la nocturna ya que no puede cursar en otro horario, tiene tres trabajos, nadie le avisó que no podía comenzar, llegó a la Media 2 y se enteró que no podía empezar sus estudios. ¡Él quiere ser profesor de matemáticas y necesita recibirse!
Fuimos los últimos en retirarnos y él se quedó ahí solo… sentado en las escaleras de la Media 2, negado a resignar su futuro, triste y sin respuesta.
Quiero que Vidal le diga a este pibe en la cara sus largas explicaciones (sus mentiras), que le sequen sus lágrimas, que le devuelvan las ilusiones y la posibilidad de un futuro mejor. ¿Pueden? ¿Alguien puede mirar su cuaderno en blanco y no sentirse miserable?”