“Massa es una variante más del neoliberalismo y, a la vez, una variante funcional del macrismo. El establishment internacional tiene un objetivo desde el punto de vista político y lo aplica a rajatabla en todos los países: ese paradigma político significa que en la Argentina no quieren la peronización. Quieren la peruanización, por Perú: esto significa lograr que en un ballotage estén dos variantes del neoliberalismo, como (Keiko) Fujimori y (Pedro) Kuczynski. Que casi se logró en el 2003 en la Argentina con López Murphy y Menem. Por suerte Néstor Kirchner rompió ese paradigma de enclaustramiento político en las variantes del neoliberalismo”, afirmó el ex Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, en una entrevista con el diario Tiempo Argentino que compartimos a continuación:
“Cristina es la que puede garantizar el triunfo electoral”
Entrevista a Jorge Capitanich por Tiempo Argentino
El intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, viajó a Buenos Aires por una serie de compromisos. Tenía que participar como panelista en una charla-debate en el Instituto Patria. También tenía programado un encuentro con dirigentes y delegados del gremio docente UTE. Otra de las actividades de su agenda, casi un signo de los tiempos para un ex funcionario kirchnerista, era presentarse en los Tribunales Federales de Comodoro Py por una causa judicial en su contra. En esta oportunidad se trata de una denuncia iniciada por Artear (Grupo Clarín), que lo acusa de haber ignorado un fallo de la Corte Suprema que establece que ningún medio puede ser excluido de la distribución de la pauta oficial. El jueves por la mañana, Capitanich se presentó personalmente en el juzgado de María Servini de Cubría y dejó un escrito en el que cuestiona y desmiente la acusación. “En todos los estrados judiciales está reconocido que el fallo se cumplió. Se respetó estrictamente, tanto en la causa iniciada por Editorial Perfil como en la de Artear”, subraya.
Capitanich recibe a Tiempo en el cuarto piso del sindicato docente de la CABA, pleno barrio del Congreso. En una sala contigua lo esperan para iniciar un plenario de discusión sobre la actualidad política, económica y sindical. Redactor histórico de los documentos del Partido Justicialista, al menos en el último tiempo, Capitanich analiza los últimos movimientos del peronismo: el surgimiento de una autodenominada ‘renovación’, el estado de asamblea que sucedió a la derrota en el ballotage. “Ninguna de las distintas vertientes logró superar la restricción más importante con la que se enfrenta hoy el peronismo: sin el kirchnerismo, el PJ no gana; pero tampoco gana el kirchnerismo sin el resto del peronismo. Hay un problema de necesidades mutuas”, advierte.
A lo largo de la entrevista, el ex gobernador del Chaco y actual vicepresidente del PJ hace un análisis de la coyuntura política y económica. “Cuando se reduce sustancialmente el consumo y se genera un problema derivado de la acumulación de distintos trimestres en recesión, se puede generar una depresión. Eso puede obstaculizar seriamente la recuperación de la economía argentina”, advierte Capitanich, para quien el gobierno de Macri, con sus decisiones, está agravando mucho los problemas que acarrea un contexto mundial adverso.
Cuando se le pregunta por la ex presidenta Cristina Fernández, se anima a arriesgar una opinión para las elecciones legislativas del año próximo. “Cristina debe ser candidata (en la provincia de Buenos Aires) porque es la que garantiza el triunfo electoral”, plantea. Cuando se le pregunta por Sergio Massa y María Eugenia Vidal, dos figuras potentes desde el punto de vista electoral, Capitanich no ahorra críticas. “Massa es una variante más del neoliberalismo y, a la vez, una variante funcional del macrismo”, dice sobre el primero. Sobre Vidal, a quien algunos analistas le reservan un destino de alternativa presidencial para Cambiemos, dice que está protegida por un “corset mediático”.
“La persecución política, ideológica y judicial está haciendo menguar el Estado de Derecho”, advierte el chaqueño en otro tramo de la conversación. El ex jefe de Gabinete cuenta que en el fuero federal con sede en Retiro tramitan tres causas en las que lo involucran: Fútbol para Todos, Sueños Compartidos y esta denuncia por desobediencia judicial de la que lo acusa el Grupo Clarín. Dice estar tranquilo en las tres causas, aporta información sobre cada caso. “Lo que se sostiene en la causa de Fútbol para Todos es de una infamia alevosa”, se queja.
-¿No se cometieron errores en la asignación de recursos del programa FPT?
-Se celebró un contrato asociativo con transferencia electrónica de recursos. En todo caso, el problema incumbe a la administración a la Asociación del Fútbol Argentino. El fútbol argentino esto lo tiene muy en claro: se lo quiso intervenir desde la IGJ, se lo quiso intervenir por la Justicia, y sin embargo no se lo pudo intervenir. ¿Por qué? Porque la AFA se rige por los estatutos de la FIFA. Eso es una prueba contundente.
-¿Cuál es el objetivo del gobierno de Macri con respecto al fútbol profesional?
-El gobierno quiere poner sociedades anónimas y el fin de la gratuidad. Esa es una discusión política. Pero no pueden usar de rehenes a funcionarios públicos simplemente para justificar las aberraciones que están cometiendo hoy en la administración del fútbol argentino. Todo esto es producto de la injerencia del actual gobierno. En la otra causa que estoy mencionado es la de Sueños Compartidos, pero yo no tengo absolutamente nada que ver. Porque en mi provincia las obras (NdR: de construcción de viviendas a través de un método de proyección de cemento y mallas de alambre y telgopor) se hicieron. Con documentación y rendición. No tiene ningún asidero, pero en todo caso está bien aclarar las cuestiones de estrato judicial. Y la última causa es la imputación por desobediencia judicial por supuestamente incumplir un fallo de la Corte Suprema de Justicia. Me denuncia Artear. Pero en todos los estratos judiciales está reconocido que el fallo se cumplió. Se respetó estrictamente, tanto en la causa iniciada por Editorial Perfil como en la de Artear.
-Usted fue jefe de Gabinete y tuvo responsabilidad en la política comunicacional del kirchnerismo en la última etapa. Recuerdo una escena impactante, que despertó críticas, cuando rompió un ejemplar del diario Clarín frente a las cámaras y una conferencia de prensa. ¿Hace alguna autocrítica?
-En la República Argentina un problema central, que es la pluralidad de voces, la plena vigencia de la ley 26522, que nunca se pudo aplicar, y la concentración mediática. O sea, nosotros necesitamos de un modo inexorable: el propio Macri señaló que se necesita pluralidad de voces para un mundo justo. Esto no es una animadversión contra un grupo de medios en particular. Yo quisiera que exista pluralidad de voces. Si uno respeta la posición del otro, no promueve campañas difamatorias, de injurias y calumnias, de forma sistemática y reiterada, entonces sabremos diferenciar opiniones, preceptos ideológicos y aspectos doctrinarios. Dicho de otro modo: la política tiene que tener cultura, cultura política, y no alimentarse de operaciones de servicios de inteligencia. Este es el problema central de la política argentina hoy. Necesitamos que se eleven la calidad institucional y la cultura política: para que el debate sea serio en términos de confrontación política ideológica. El problema central que tenemos hoy es que, por el excesivo pragmatismo y coyunturalismo, todos tratamos de mirar a ver en qué posición nos ponemos, en términos especulativos. Ahora, sobre los errores de la política de comunicación: sí, me parece que sí, el gobierno anterior ha cometido errores en esa materia y eso hay que admitirlo. Además, los actores que podrían haber expresado aquel escenario de pluralidad de voces no lo han podido expresar adecuadamente. Por último, no hemos tenido la capacidad de garantizar el ejercicio de la ley 26522, por obstaculización del Poder Judicial.
-¿No hubo errores de implementación en la ley de Medios? Por caso, los concursos para el sector sin fines de lucro.
-También. En función de eso uno puede tener sus opiniones críticas. Porque toda gestión tiene virtudes y defectos, y uno tiene que ir mejorando su ejecución. Pero los problemas principales son los que enumeré antes.
-¿Se arrepiente de haber roto el diario Clarín en aquella rueda de prensa?
-No es una cuestión que pueda ejecutar el jefe de gabinete de ministros. Si bien el Rafa Correa hizo lo propio en Ecuador, que también rompió el diario… Es parte del abuso que ha hecho también este Grupo (por Clarín) respecto al ataque infundado al gobierno. Y también en ese momento se había dicho que se había sacado parte de una causa judicial de un cesto de basura.
-La denuncia de Nisman.
-Recordemos que se pretendía tomar como base de la denuncia un acuerdo que nunca tuvo principio de ejecución, porque no fue aprobado por Irán. Segundo, nunca se produjo el intercambio que se decía entre petróleo y cereales. Tampoco hubo levantamiento de las alertas rojas. Era una farsa. Entonces, si es una farsa y se hace una operación política con una farsa, la verdad es que es un tema extremadamente complejo. Lo que yo digo es: un político en la Argentina tiene que poder ejercer un grito de libertad y defender la libertad. Y hoy en la Argentina está cuestionada la independencia del Poder Judicial. Porque son dependientes de los grupos corporativos. La Argentina está en problemas respecto al funcionamiento de nuestra República, de nuestra democracia y de nuestra libertad. Y si todos los dirigentes políticos nos hacemos los distraídos el futuro de nuestros hijos estará en problemas.
-Vamos al mapa político. En el peronismo se perfilan debates y los reagrupamientos. ¿Hoy es necesaria una renovación dentro del PJ?
-En los últimos 32 años de ejercicio de estabilidad política y ejercicio democrático se pueden observar dos tendencias del peronismo. Una tendencia de centro-derecha neoliberal y una centro-izquierda de base populista y progresista. Hoy nos encontramos con una redefinición del mapa político. ¿Por qué? Porque Mauricio Macri, representante de la centroderecha de base neoliberal-conservadora, es el primer presidente de ese sector que es electo por la voluntad popular. Es la primera vez que tenemos un gobierno de centroderecha, de base neoliberal, que llega por los votos. Un hecho inédito desde que se puso en práctica el voto único, obligatorio, libre y secreto de la reforma de la ley Sáenz Peña. Además, Macri ganó la elección en un ballotage muy reñido. Todo esto configura un escenario inédito. Entonces, frente a esa centroderecha de base neoliberal conservadora, tenemos la necesidad de redefinir en términos de encuadramiento ideológico a un movimiento nacional, popular y democrático. La estrategia de unidad de concepción debe ser ‘no al neoliberalismo’. Y hay que articular a la oposición política. Porque los argentinos tenemos una oposición política endeble, débil y aggiornada a los intereses del macrismo. Desde el triunfo de Macri, las distintas vertientes que hoy tiene el peronismo tendieron a organizarse: sobre la base de algún liderazgo parcial, sobre la base de la solidificación de vínculos interterritoriales, o eventualmente tratando de generar grandes lineamientos de movimientos políticos poskirchneristas. Pero ninguno ha logrado la capacidad de superar esta restricción inicial: ninguna de las distintas vertientes logró superar la restricción más importante con la que se enfrenta hoy el peronismo: sin el kirchnerismo, el PJ no gana; pero tampoco gana el kirchnerismo sin el resto del peronismo. Hay un problema de necesidades mutuas.
-¿Qué rol le asigna a Sergio Massa en todo este escenario?
-Massa es una variante más del neoliberalismo y, a la vez, una variante funcional del macrismo. El establishment internacional tiene un objetivo desde el punto de vista político y lo aplica a rajatabla en todos los países: ese paradigma político significa que en la Argentina no quieren la peronización. Quieren la peruanización, por Perú: esto significa lograr que en un ballotage estén dos variantes del neoliberalismo, como (Keiko) Fujimori y (Pedro) Kuczynski. Que casi se logró en el 2003 en la Argentina con López Murphy y Menem. Por suerte Néstor Kirchner rompió ese paradigma de enclaustramiento político en las variantes del neoliberalismo.
-¿Cristina debería ser candidata en la provincia de Buenos Aires?
-Sí, porque es la que puede garantizar el triunfo electoral.
-Según algunos analistas, María Eugenia Vidal -con buena imagen en las encuestas- puede ser una alternativa presidencial para Cambiemos.
-Si sigue manteniendo este corset mediático… Cuando hay 150 asesinatos por problemas de seguridad pública y la responsable no es la gobernadora; si prolifera el consumo de paco en la provincia y la responsable no es la gobernadora; si hay un déficit fiscal descomunal en la provincia y la responsable no es la gobernadora; si tenemos problemas con el sistema de salud y la responsable no es la gobernadora, entonces me pregunto qué responsabilidad tiene la gobernadora. Respeto su legitimidad de origen en el triunfo, su condición de cuadro político, pero la verdad es que… Y con respecto al proyecto de dividir La Matanza me pregunto, ¿por qué (Vidal) no piensa entonces en una partición de la provincia de Buenos Aires? Lo único que implica es pretender generar una acción política, no una acción racional.
-Las encuestas muestran que el desempleo vuelve a ser una preocupación para los argentinos. ¿Cómo ve la situación económica?
-El problema central es cuál es el modelo económico que se aplica. Porque, ante un escenario internacional muy complejo, el actual gobierno está generando una mala praxis en lo macroeconómico. Vemos el contexto mundial: la caída de la tasa de crecimiento económico es la mitad de la que fue en 2003 y 2007. Eso produce caída de nuestros bienes exportables, que eran una fuente de financiamiento muy importante para el equilibrio en el balance de divisas. El comercio mundial cae y ahora está a la mitad de lo que fue durante la primera etapa de la década pasada. Es un escenario con restricciones. Ante esto, ¿qué hizo este gobierno? Redujo en el primer semestre más de 25 por ciento la inversión pública. Se produjo una caída de casi 5% en la inversión privada. Ajuste cercano del 9,3% en la actividad industrial. Desempleo, 9,3%. Caída del PIB de 2 a 3 % de caída en el año. Se duplicó prácticamente la inflación o están en eso.
-Los funcionarios del gobierno dicen que están moderando la inflación.
-Pero lo hacen sobre la base de ajuste estructural y desempleo. En términos macro, lo que ha generado es mala praxis y esto ha propiciado un problema serio. Cuando se reduce sustancialmente el consumo y se genera un problema derivado de la acumulación de distintos trimestres en recesión, se puede generar una depresión y eso puede obstaculizar seriamente la recuperación de la economía argentina.
-¿Cómo se lleva con el gobernador de su provincia, Domingo Peppo? ¿Lo quieren correr de la conducción del peronismo chaqueño?
-Yo tengo una relación respetuosa con interpretaciones distintas respecto de la realidad política nacional, provincial e internacional. Pero es una relación respetuosa, que forma parte de un mismo proyecto político. El cambio de escenario por un gobierno nacional que está en contra de las economías regionales y de nuestra provincia obviamente exigía una redifinición del vínculo. Yo he tratado de ser muy respetuoso con la conducción del gobernador. En el mismo momento en que le entregué el mando le dije: “Tenés que ser el presidente del partido”. Porque yo no quiero doble lectura ni tampoco doble comando. Yo ya dije que me iba a dedicar a gobernar el territorio para ser mejor intendente y en virtud de eso tener aprobación popular. Pero no me cabe la menor duda de que mi liderazgo, en la provincia de Chaco, sigue intacto en términos de aprobación popular.
-¿En qué anda la ejecución del famoso Plan Belgrano, de obras públicas para el NEA y el NOA?
-Hasta ahora es un conjunto de muy buenos enunciados que puede poner en serio peligro el prestigio de nuestro prócer. Esa es la definición.
-¿Usted está diciendo que el anuncio es una mentira?
-Yo sólo digo que ese anuncio puede poner en riesgo el prestigio de Belgrano (ríe).
Fuente: http://tiempoar.com.ar/articulo/view/60563/cristina-es-la-que-puede-garantizar-el-triunfo-electoral
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Para sintetizar, porque la esencia en sí, no necesita mucha explicación: Si hay alguien que podría continuar la obra de Néstor y Cristina, además de darle el viraje que hace 100 años necesita este país, se llama Jorge Milton Capitanich.