Por Alfredo Jalife Rahme
En forma increíble, Biden reanuda la polémica política migratoria de “Quédate en México” de su antecesor que tanto rechazó, mientras adopta, en una clásica medida del ‘garrote y la zanahoria’ consubstancial al añejo irredentismo estadounidense, la propuesta de su homólogo mexicano López Obrador para aplicar Sembrando Vidas en el Triángulo Norte.
La ‘política migratoria’ de la Administración Biden anda a la deriva y adopta medidas contradictorias cuando el delicado tema migratorio se ha vuelto uno de los temas nodales de las elecciones intermedias de noviembre del 2022 donde el trumpismo, con o sin Trump, es proyectado que obtendrá el control de la Cámara de Representantes y del Senado.
En el muy importante foro de la FIL de Guadalajara,vine a presentar mi más reciente libro El Espejo Negro de Estados Unidos: la Migración Latinoamericana, que, a mi juicio, le ha hecho un grave daño a la política exterior de EEUU en Latinoamérica en su conjunto, pero, en particular, en Centroamérica, donde Honduras descuella como el país del “Triangulo Norte”—con Guatemala y El Salvador— que envió el mayor número de migrantes a la transfrontera de México con EEUU, pasando por la otra transfrontera de Guatemala con el Estado sureño mexicano de Chiapas: 1,3 millones de hondureños para el reciente año fiscal estadunidense, que constituyen alrededor de 3% de ese país que acaba de celebrar sus elecciones con un resultado surrealista: “Honduras: Pierde Taiwán,Gana China y Empata Biden“.
Es evidente que las pifias migratorias de EEUU son aprovechadas por China y su impactante penetración geoeconómica en Latinoamérica.
Aún los aliados de Biden, como el feroz cuarteto progresista feminista del SQUAD, encabezado por la millennial Alexandria Ocasio-Cortez, “no está feliz” con la reanudación de la política del expresidente Donald Trump Quédate en México que “obligará a los buscadores de asilo a esperar afuera de EEUU, mientras procesan sus peticiones”, según el rotativo británico, muy cercano al MI6.
El inhumano Quédate en México afecta al socio comercial de EEUU en el T-MEC que carece de los medios apropiados para lidiar con tamaño problema en su transfrontera donde operan sin tapujos los carteles de las drogas y los tratantes de infantes y adolescentes; es conocido técnicamente como el programa de Protocolos de Protección (sic) a los Migrantes —MPP, por sus siglas en inglés—, que, por cierto, ha sido motivo de múltiples juicios en los tribunales estadunidenses.
¿No será, acaso, más sencillo que la administración Biden opere en su propio suelo un campo transitoriamente temporal para “proteger” a los migrantes que huyen de las calamidades multifactoriales que imperan en Centroamérica?
El mismo Daily Mail otorga voz a los “críticos” que fustigan el programa MPP como “inhumano” cuando las “personas vulnerables son abandonadas en peligrosos (sic) territorios fronterizos”, mientras que sus apologistas, coincidentemente simultáneos de Trump y Biden, alegan que se trata de una medida “útilmente disuasiva”.
Cabe señalar que el polémico programa MPP ha provocado intensas luchas judiciales a favor y en contra.
Cuando el presidente, Joe Biden, tomó posesión “abandonó inmediatamente” dicho esquema, pero la cruda realidad le hizo ver que no podía lidiar con el tsunami migratorio en la transfrontera donde falló lamentablemente el plan de su vicepresidenta, Kamala Harris, con sus propuestas etéreas de solventar el grave problema “desde sus raíces”.
A prácticamente un año de las elecciones intermedias del 2022, se reporta que la aceptación del presidente Biden se encuentra entre 38 y 30% dependiendo de quienes hagan la medición, pero está mucho mejor que el repudio generalizado a su vicepresidenta, Kamala Harris, que ronda en un 20%, a grado tal que el mismo canal de televisión CNN, muy cercano a los demócratas —en particular, a George Soros, Obama y los Clinton— ha filtrado que la vicepresidenta podría dejar su cargo en cualquier momento,lo cual abriría una lucha intestina por la candidatura presidencial del 2024 cuando Biden tendría 81 años.
Por cierto, le correspondería al presidente Biden nombrar a su sucesor(a) que debería tener luego la ratificación del Congreso.
Según The Hill, muy cercano a los demócratas, el neo-trumpismo migratorio de Biden comportaría la “bondad” de vacunar simultáneamente a los deportados. No se especifica si también tendría un estimulo contra la nueva variante ómicron del COVID-19 que ya apareció en California (EEUU) y en la Ciudad de México.
Según Daily Mail, la voltereta aparatosa de Biden puede ser muy bien recibida por los “demócratas centristas”, quienes “están preocupados sobre la inmigración descontrolada en EEUU”, mientras que ha enfuriado al aguerrido cuarteto feminista SQUAD.
Al parecer, “México esta dispuesto a aceptar a los buscadores de asilo de los países de habla hispana”, pero se ignora si aceptará a los haitianos cuyo número se ha incrementado en forma alarmante.
¿Será porque los haitianos hablan francés y no español?
Una de las válidas criticas a la política MPP donde hoy convergen Trump y Biden radica en que vulnera las leyes internacionales.
De enero del 2019 a enero del 2020,durante el último año de la administración Trump, alrededor de 60.000 migrantes fueron obligados a esperar su veredicto migratorio bajo el esquema de Quédate en México.
Según Pew Research, que explaya la alarmante situación migratoria, la Patrulla Fronteriza reportó más de 1,6 millones de “encuentros con migrantes en la transfrontera de EEUU y México”.
Mientras Biden se encuentra negociando con los centristas demócratas y republicanos el devenir de la Enmienda sobre la infraestructura de casi dos millones de millones de dólares, también ha echado reversa de su promesa tangencialmente subrepticia para gratificar con casi medio millón de dólares a cada familia de los migrantes.
Cabe rememorar que en la Cumbre de los 3 amigos y el neomonroísmo tabasqueño, mientras Biden negociaba con su homólogo mexicano, EEUU aplicó un “descontón” sin miramientos: su política de protección extraterritorial a sus agentes de la DEA en México y en otras partes del mundo, cuando es sabido que López Obrador no desea a tales agendes deambular como en su casa.
En forma defensivamente muy diplomática, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, comentó que fueron tomadas en cuenta sus “preocupaciones humanitarias” y asevera que “habrá cambios al respecto”.
Después de dos sendos “garrotes” a México, la administración Biden asestó la seductora política de la “zanahoria” al estar dispuesta para aplicar el esquema Sembrado Oportunidades, tan preciado por el presidente mexicano, López Obrador, para ser aplicado en el “Triángulo Norte”, en particular, en Honduras.
Sembrado Oportunidades puede servir para anclar a los jóvenes desempleados de Centroamérica que huyen de la violencia y del narcotráfico.
Honduras, de donde es oriunda Rosalinda Bueso Asfura, la tercera esposa del canciller mexicano Marcelo Ebrard, pudiera ser el sitio idóneo para iniciar su plan piloto.