Argentina: tras 100 despidos se paraliza la construcción de los reactores nucleares CAREM-25 y RA-10

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) se vio obligada a tomar la drástica decisión de cortar las obras del Carem, ubicado en Lima, provincia de Buenos Aires, y del RA-10 en Ezeiza, a partir de este lunes, por la escasez de recursos económicos que atraviesa el organismo, tras confirmarse este jueves que fueron despedidos 100 trabajadores del programa. El Carem es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en la Argentina, con gran potencial exportador, ubicado en el segmento de reactores modulares de baja y media potencia (SMR, por sus siglas en inglés, Small Modular Reactors).

En paralelo al desarrollo del prototipo, la CNEA avanzaba en el diseño conceptual del que será el módulo comercial del Carem, el cual tendrá una potencia mayor (de entre 100 y 120 MWe). Se desconoce si ese programa también fue paralizado.

Por su parte, el RA-10, es el reactor multipropósito que se desarrollaba en el Centro Atómico de Ezeiza, que permitirá cuadruplicar la producción de radioisótopos para estudios médicos. Puede producir silicio dopado por transmutación neutrónica, un producto de alta demanda global para la producción de chips de computadoras de alta potencia, y ofrecer innumerables servicios para la ciencia y tecnología como la producción, testeado y estudio de materiales. También se paralizaría por la falta de presupuesto.

La física Adriana Serquis, presidente de la CNEA, que presentó su renuncia antes del cambio de gobierno y está esperando la aceptación, envió un escrito al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, informándole que hubo que decidir el corte de obra en el CAREM y el RA-10 desde este lunes por la crítica situación financiera del organismo.

“A comienzos de año, con el secretario de Energía habíamos quedado en que el crédito que se otorgara se iba a pagar. Eso no fue cierto. Hasta el viernes, no habían pagado absolutamente nada del presupuesto 2024, excepto salarios y becas. Veníamos sobreviviendo porque nos habían pagado una deuda de 2023, pero llegamos a esta situación que se denuncia en la nota de los gerentes. Después de eso, nos pagaron 3.000 millones que representan el 11% nada más de todo lo que nos deben. La obra civil del RA-10 está completa en un 100% (la total, en un 85%). Se esperaba que con los contratos vigentes con INVAP y todas las subcontratistas se pudiera terminar para el año que viene y empezar la puesta en marcha. Y en el caso del CAREM, es un proyecto que está cerca del 70% de avance, uno de los más adelantados del mundo y uno de los únicos que tenía la oportunidad de completarse mucho antes de 2030, cuando otros países plantean tener los suyos listos. Nosotros planeamos incluso adelantar de 2028 a 2027 la posibilidad de puesta en marcha”, detalló Sarquís.

Los fondos actuales para la central nuclear argentina ubicada en Lima, provincia de Buenos Aires, alcanzarían hasta mayo o junio.

“En lo que respecta a la ejecución presupuestaria, se le había asignado a la CNEA una cuota total para devengar durante todo el primer trimestre de $26.337.326.448, sin considerar los sueldos –afirma el documento–. A la fecha, sorteando muchos obstáculos presupuestarios, se ha logrado devengar $10.435.166.814 y está devengando otros $8.343.614.745 que suman $18.778.781.559 y configurarán la deuda exigible al momento. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos institucionales por ejecutar toda la cuota de gasto durante todo este primer trimestre del año, no se hicieron las transferencias de fondos para poder realizar los pagos efectivos a los proveedores, con la única excepción de las transferencias correspondientes a salarios y becas. Recién en el día de hoy, terminando el trimestre, está llegando la primera cuota de transferencia de fondos por $3.077.859.234 que representan sólo el 11,7% de todo lo que se había previsto devengar y el 16,4% de lo que será la deuda exigible de proveedores, que alcanzará para pagar una mínima parte de todo lo comprometido”, precisa la funcionaria, que ya había renunciado al cargo.

“Esta clase de reactores tienen una gran proyección para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos o de polos fabriles e industriales con alto consumo de energía (incluyendo la capacidad de alimentar plantas de desalinización de agua de mar)”, explica la web oficial Argentina.gob.ar El prototipo está siendo construido en Lima, provincia de Buenos Aires. El edificio que lo contendrá comprende una superficie de 18.500 m2, de los cuales alrededor de 14.000 m2 corresponden al llamado ‘módulo nuclear’, el sector que incluye la contención del reactor, la sala de control y todos los sistemas de seguridad y de operación de la central. La obra civil comenzó el 8 de febrero de 2014, momento desde el cual el CAREM se ha constituido como el primer SMR del mundo en estar oficialmente en construcción. “Esta primera versión de los reactores tipo Carem será capaz de generar 32 megavatios eléctricos, y se destaca por un riguroso estándar de seguridad aplicado desde el diseño, obtenido mediante soluciones de alta ingeniería que simplifican su construcción, operación y mantenimiento. Se prevé que alrededor del 70% de sus insumos, componentes y servicios vinculados sea provisto por empresas argentinas certificadas bajo los exigentes estándares internacionales de calidad”, consigna el informe de la Comisión Nacional de Energía Atómica, el ente a cargo de la supervisión del programa.

“El CAREM y el RA-10 son hijos de más de 70 años de historia nuclear argentina. La CNEA y sus empresas asociadas han diseñado, construido y operado 19 reactores nucleares y exportado 7 de ellos. El CAREM fue pensado como una estrategia de nuestro país para ingresar en el mercado de reactores de potencia, su desfinanciamiento ocurre cuando más que nunca es necesario estar a la cabeza de este tipo de tecnología a nivel mundial, con la transición energética en pleno auge”, afirmó el ingeniero Eduardo Gigante, especialista en energía y litio.

Además agregó que con el RA-10, cuya construcción está en etapa final, “Argentina podría aumentar su producción de radioisótopos medicinales, comercializar silicio dopado por transmutación neutrónica, producto muy muy demandado mundialmente para la producción de chips de computadoras de alta potencia, y un sinfín de servicios a la ciencia y tecnología”.

“Este error será caro para la nación”, advirtió el especialista.

También la doctora en bioquímica Andrea Gamarnik, una de las investigadoras más reconocidas de la Argentina, remarcó que el CAREM-25 “es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en Argentina, ya tenía peticiones para exportación”.

Sobre la decisión de paralizar su construcción, advirtió “no es ajuste para disminuir el déficit, es cavar un pozo y meter a la Argentina en el fondo”.

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