Democracia, mercado y desigualdad. Parte II – Por Ricardo V. López

Por Ricardo Vicente López

Parte II

He comenzado en notas anteriores a investigar lo que importantes investigadores del primer mundo han afirmado respecto del desarrollo del capitalismo y de las consecuencias sociales y económicas de su funcionamiento. Creo que esto es importante porque para una parte, que no es poca, de los ciudadanos de a pie, que se informa por la prensa concentrada, estos temas no aparecen. Para avanzar volvamos al Profesor Lester Thurow, [1] sus palabras, escritas hace más de un cuarto de siglo, adquieren un tono de sabia advertencia:

«Nadie puede saber exactamente qué sucederá en nuestra sociedad si la desigualdad continúa en aumento y una gran mayoría de nuestras familias experimentan una caída de los salarios reales [2]. Pero justo es suponer que si el capitalismo no ofrece salarios reales crecientes para una mayoría de sus participantes, en un período en que la economía se está expandiendo, no mantendrá durante largo tiempo la adhesión de la mayor parte de la población. Del mismo modo, si el proceso político democrático no puede remediar lo que está generando esta realidad capitalista, con el tiempo también se habrá desacreditado. Un gran grupo de votantes con una hostilidad cambiante, que no obtiene beneficio del sistema económico y no cree que el gobierno se preocupe, no es una receta para el éxito político ni  económico». [3]

Tal vez, a esta altura de la lectura, convendría recordar que Thurow habla de los Estados Unidos, pero sus palabras calzan a la perfección en nuestro país y en el resto de América Latina. Las diferencias de ingresos que en aquel país se estaban agudizando y habían comenzado  manifestarse en el conflicto social adquiriendo  un tono racial. La preocupación de Thurow era tan extrema que lo llevó a decir algunas cosas muy sorprendentes:

«Si bien es de esperar que las emociones que se liberan sean diferentes a las de la ex Yugoslavia, las acusaciones que se hacen actualmente son un eco de las de Yugoslavia. Para ser una “verdadera nación”, los serbios tienen que limpiar sus tierras de croatas, bosnios musulmanes, albaneses y macedonios. Ellos protegen el mundo cristiano de la penetración musulmán pero luchan con el mismo encarnizamiento contra sus condiscípulos cristianos: los croatas. Del mismo modo, los Estados Unidos van a ser limpiados de los pobres, de las madres solteras, los inmigrantes y aquellos que no pueden mantenerse sin la ayuda de la acción afirmativa para convertir a los Estados Unidos en lo que míticamente solía ser… A nadie debería sorprender que, a medida que la amenaza del socialismo se desvanece, el nivel de desempleo tolerado para combatir la inflación aumenta, las desigualdades en el ingreso y la riqueza se amplían rápidamente, y crece el abandono del lumpenproletariado [4] por parte del sistema económico. Estos fueron los problemas del capitalismo cuando nació. Son parte inherente al sistema». [5]

La frase final de este párrafo es altamente significativa. Veamos ahora la opinión de un personaje poco convencional del mundo académico, representante de una línea ideológica opuesta: el Doctor John Holloway [6], Profesor de las universidades de Edimburgo (Escocia) y de Puebla (México):

«Durante las últimas décadas se ha dado un auge del capital financiero y de los bancos. Cambió la forma de existencia del capital. Éste se ha retirado en gran parte de la inversión en la producción para invadir los mercados financieros donde hay ganancias más altas. Esta conversión del capital productivo en capital dinero tiene una fuerza enorme en todo el mundo porque el capital se puede trasladar rápidamente de un lado a otro, lo que genera presiones nuevas en todos los Estados para crear condiciones atractivas para la inversión. De ahí surge la tendencia entre los Estados por ver cuál se postra más eficazmente ante los poseedores del capital».

La crisis de los ochenta y noventa del sudeste asiático es prueba elocuente de ello. Es probable que se sustraigan a esta influencia depredadora países de mercados que todavía se mantienen parcialmente globalizados como la India, China continental o, por razones diferentes, los Estados Unidos, era muy difícil pronosticarlo, aunque las décadas posteriores demostraron un aumento de esta tendencia. Tal vez estemos ahora frente a la mayor crisis del capitalismo mundial, crisis que ha sido evidenciada por la pandemia del coronavirus. Aquellos que dependen de la inversión extranjera, no tienen ya posibilidades de formular políticas autónomas, y esto en mayor medida cuanto más integrados al mercado mundial estén. Volvamos a Thurow:

«Una economía global crea una desconexión fundamental entre las instituciones políticas nacionales y sus estrategias para controlar los hechos y las fuerzas económicas internacionales que tienen que ser controladas. En lugar de un mundo donde las políticas nacionales orientan a las fuerzas económicas, la economía global crea un mundo en el cual las fuerzas económicas extra-nacionales dictan las políticas económicas nacionales. Con la internacionalización, los gobiernos nacionales pierden muchos de sus recursos tradicionales de control económico». [7]

Una opinión que viene del mundo financiero nos la ofrece George Soros [8], un financista internacional que logró ganarle en una sola operación dos mil millones de dólares al Banco de Inglaterra. Respecto de la conducta de los financistas puede dar fe; él habla del proceso global en estos términos:

«La analogía del imperio está justificada porque el sistema capitalista global gobierna efectivamente a quienes pertenecen a él, y no es fácil abandonarlo. Por otra parte, tiene un centro y una periferia, exactamente igual que un imperio, y el centro se beneficia a costa de la periferia. Pero lo más importante es que el sistema capitalista global exhibe algunas tendencias imperialistas. Lejos de buscar el equilibrio, está empeñado en su expansión. No puede descansar en tanto exista algún mercado o recurso que permanezca sin incorporar. En este sentido, presenta escasas diferencias con respecto a Alejandro Magno o Atila el huno, y sus tendencias expansionistas bien podrían dar como resultado su propio desmembramiento. Cuando hablo de expansión, no me refiero a términos geográficos sino a influencia sobre la vida de las personas».[9]

Esto no desmiente que las multinacionales inviertan en países que les ofrecen seguridades legales y laborales en el mundo periférico (las tan discutidas “seguridades jurídicas”, seguridades para los dueños del capital que son contradictorias con las “seguridades laborales” que se están perdiendo por vía de las flexibilizaciones). Dentro de los países periféricos han preferido el sudeste asiático por las ventajas comparativas que otorgan, pero esas inversiones son sólo una parte dentro del total. Los datos demuestran que prefieren mayoritariamente la inversión en países ricos. Sin embargo, a pesar de ello, las investigaciones pueden demostrar que la concentración económica también se produce en el seno mismo de los grandes países del norte. El Doctor Jeremy Rifkin [10] puede afirmar al respecto:

«Menos del 0,5% de la población americana ejerce actualmente un poder sin precedentes sobre la economía, lo que repercute en más de 250 millones de ciudadanos americanos. Esta pequeña élite posee el 37,4% de la totalidad de los activos empresariales privados de los Estados Unidos. Este pequeño grupo… recibe una cantidad mayor a la del grupo inferior formado por el 51% de los trabajadores… Los ingresos de las clases más altas siguen creciendo por encima de la inflación en el resto de los trabajadores disminuyen».[11]

El tema del capitalismo merece seguir avanzando en nuestras investigaciones, sobre todo en el aspecto conceptual, puesto que no existe un solo tipo de él. Esto fue analizado en las siguientes notas. Ver www.ricardovicentelópez.com.ar [12]  sección Reflexiones Políticas: Nº 45.-El vocablo capitalismo se menciona constantemente pero, en realidad ¿De qué se habla?; Nº.- 56.- Un pensamiento liberador para un mundo más justo; y Nº 80.- El capitalismo es un modelo que tiene diversas historias.

 

[1] Ver sus datos en la nota anterior.

[2] Esta frase parece una profecía, en los comienzos del siglo XXI el 1% de los ingresos de la población de ese país gana más que el 50% restante.

[3]  Lester C.. Thurow, El futuro del capitalismo, 1996.

[4] El lumpemproletariado​ es un término marxista con el que se designa a la población situada socialmente al margen o debajo del proletariado. Es decir el obrero industrial.

[5]  Lester C. Thurow, El futuro del capitalismo,  ob. cit

[6] Es un sociólogo, filósofo, abogado, y politólogo irlandés, Profesor en el Departamento de Política de la Universidad de Edimburgo, Profesor del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Puebla, México. Su libro, Cambiar el mundo sin tomar el poder, (2002) revolucionó el ambiente intelectual.

[7]  Lester C. Thurow, El futuro del capitalismo,  ob. cit

[8] Es un magnate e inversor financiero​ húngaro naturalizado estadounidense.​ Es presidente del Soros Fund Management y fundador de Quantum Fund.

[9]  George Soros, La crisis del capitalismo global, Editorial Sudamericana, 1998.

[10] Sociólogo, economista, escritor, orador, asesor político y activista estadounidense;. investiga el impacto de los cambios científicos y tecnológicos en la economía, sobre la fuerza de trabajo.

[11] Jeremy Rifkin, El fin del trabajo, Editorial Paidós, 1996.

[12] Nº 45.-El vocablo capitalismo se menciona constantemente pero, en realidad ¿De qué se habla?; Nº 55.- Nº.- 56.- Un pensamiento liberador para un mundo más justo; Nº 80.- El capitalismo es un modelo que tiene diversas historias