Argentina: Implementan el pase sanitario y analizan la obligatoriedad de la vacuna Covid 19

Carla Vizzotti, ministra de Salud de la Argentina, anunció hoy la implementación de un “pase sanitario para las actividades de más riesgo, los eventos masivos y en espacios cerrados, para los mayores de 13 años”, reclamando como requisito “que tengan el esquema completo”.

La funcionaria, se reunió con las autoridades sanitarias de las 24 jurisdicciones y se acordó allí que cada provincia se encargue de aplicar la medida con el objetivo de incentivar a la población a aplicarse la vacuna contra el Covid-19. “Creemos que es un estímulo para que quienes se habían relajado se acerquen a vacunarse”, dijo Vizzotti.

Si bien los detalles del nuevo pase se acordarán entre la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia y las provincias, la ministra indicó que es posible que el trámite se realice a través de la aplicación CuidAR o “un PDF” que habilitaría el Gobierno.

En este contexto, se suma el reclamo del Consejo directivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que recomienda que las vacunas contra el Coronavirus se apliquen de manera obligatoria en toda la población adulta del país y pidieron una reunión con el presidente de la nación, Alberto Fernández, para argumentar dicho reclamo.

Por su parte, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, propuso abrir el debate sobre la posibilidad de restringir la circulación de personas no vacunadas. “Me parece que la discusión es: o es obligatoria la vacuna, o si se producen una serie de restricciones para aquellos que no estén vacunados, que no solamente se ponen en riesgo a sí mismo sino que ponen en riesgo a los demás”, expresó el funcionario.

El “pase sanitario” viene siendo aplicado en países europeos y ha generado una ola de protestas, ya que discrimina a las personas que, por distintos motivos, rechazan la inoculación de vacunas génicas experimentales en sus cuerpos, impidiéndoles, en una primera instancia, acceder a lugares públicos, pero luego, en muchos casos, también asistir a sus trabajos, convirtiéndose en una forma solapada de vacunación obligatoria, una medida temeraria siendo que se desconocen los efectos adversos a largo plazo de la misma.