Finalmente, uno de los proyectos en los que el macrismo había depositado gran parte de sus energías no podrá salir: la bochornosa intención de quitarnos la posibilidad del voto secreto y de su fiscalización por medio de la “boleta única electrónica”, un sistema que permitía el fraude sistematizado y un negociado de Macri con la empresa que provee las máquinas.
El rechazo en comisión de la mayoría del Senado (FpV-PJ), a pesar de las presiones incesantes del gobierno a los gobernadores, hace imposible que el proyecto sea tratado este año, por lo que no darán los tiempos para que se aplique en las elecciones de 2017.
Los gobernadores que apoyaban el proyecto de voto electrónico eran Juan Manuel Urtubey (Salta), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). Como suele ocurrir, quien intentaba convencer a los senadores para que voten a favor del gobierno fue el senador Miguel Ángel Pichetto quien llegó a decir: “Me están hinchando las pelotas, me voy a ir al carajo. Esto va a ser definitivo para la unidad del bloque”, a medida que veía que la aprobación resultaría imposible. Los otros senadores del FPV-PJ que apoyaban la propuesta oficial eran Juan Manuel Abal Medina (Bs. As.), Rodolfo Urtubey (Salta) y Dalmacio Enrique Mera (Catamarca). Los encargados de apoyar en Diputados fueron el bloque del tránsfuga Diego Bossio y el del eterno cómplice Sergio Massa.
“Se recogieron las objeciones que los expertos informáticos presentaron en las reuniones de Comisión en cuanto a la alta vulnerabilidad de algunos de los métodos electrónicos propuestos, lo cual determina la imposibilidad del apoyo al proyecto tal cual fue aprobado por la Cámara de Diputados”, afirmaron los senadores en un comunicado.
La totalidad de los representantes de la comunidad de técnicos y expertos en seguridad informática habían advertido sobre la vulnerabilidad del sistema propuesto por el gobierno. Era posible identificar (por número de votación) el voto de cada uno de los votantes y era imposible de fiscalizar por ciudadanos comunes como el sistema electoral actual. También expertos internacionales como Edward Snowden y Julian Assange habían advertido por la clara posibilidad de fraude que estos sistemas permiten.
