Tragedia aérea low cost a la vista: incendio en avión de Avianca, fallo del motor de FlyBondi. Cuando el bajar costos termina en fatalidad

En pocos días los accidentes se suceden: fallo en un motor de FlyBondi, la línea aérea de “bajo costo” (lease también bajo mantenimiento, lo que es un riesgo inmenso en un avión) del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; traslado por tierra de las valijas llegando días más tarde por problemas de peso en el avión; y ahora la línea aérea del mismo Mauricio Macri, Avianca Líneas Aéreas S.A. (es MacAir, “aerolíneas Macri”, con otro nombre, solo usa la marca de la colombiana Avianca), sufre un principio de incendio antes de despegar (si ocurría algo así en el aire probablemente no habrían podido contar la historia), obligando a los pasajeros a descender del avión.

Los accidentes vienen ocurriendo casi a diario en estas líneas aéreas, pensadas para optimizar ganancias a costa de la seguridad de los pasajeros. Teniendo la triste historia de Argentina con casos como LAPA y otros, Macri y sus amigos empresarios parecen tentar al destino. Están jugando con fuego, no cuesta imaginarse en cualquier momento una tragedia aérea de proporciones bajo estas condiciones.

A la sucesión de accidentes se suman los negociados. FlyBondi no podría tener las rutas aéreas que tiene, el uso de las instalaciones de El Palomar, etc. si no fuera porque es de propiedad de Mario Quintana, vicejefe de Gabinete quien logró con su lobby dentro del Gobierno hacer volar una empresa de alto riesgo (Fly Bondi, en los papeles es “FB Líneas Aereas”, propiedad del empresario Richard Guy Gluzman, un socio de Quintana en varios emprendimientos: Gluzman fue vicepresidente del fondo de inversión Pegasus fundado por Quintana y ambos son socios o comparten directorios de compañías como GSD S.A., Aroma Café S.A., Entertainment S.A y Enflex S.A.). Según publicó el sitio especializado Aviación en Argentina, el lunes 22 de enero de 2018, el vuelo FO 2710 de Flybondi despegó a las 11.23 de Córdoba y aterrizó apenas 12 minutos después a las 11.35 en el mismo aeropuerto, al detectar un importante fallo en uno de sus motores. Además, desde Aviación en Argentina explicaron que “el Boeing 737/800NG ya venía arrastrando problemas en uno de sus motores, a lo que se le adicionó un problema en los frenos”.

Lo mismo ocurre con Mauricio Macri, quien directamente camufló su línea aérea MacAir con el nombre de Avianca Argentina, una pantalla que solo usa el nombre comercial de compañía colombiana para no mostrarse como un “conflicto de intereses” (lease negociado desde el Estado). Recordemos cómo fue esa historia:

– Avianca Argentina (MacAir con otro nombre) ganó todas las rutas aéreas que disputó, o sea una escandalosa autoadjudicación.

– La empresa Mac Air de la Famiglia Macri nunca cambió oficialmente de dueños, mantiene su número de cuit, su planta de empleados y oficialmente sigue siendo de Sideco, controlada a su vez por SOCMA. Sólo modificó su nombre y dirección. Mantuvo al hombre fuerte de la empresa y piloto personal de Franco Macri, Carlos Colunga

-El acuerdo entre el supuesto comprador, Germán Efromovich, y la empresa del presidente es que Avianca pone los aviones y los Macri las rutas, la habilitación del gobierno y el uso del Aeroparque.

– Avianca Líneas Aéreas (MacAir con otro nombre) tiene un acuerdo con Avianca para el uso de la marca.

– Paul Singer ingresó como prestamista a Avianca justo en el momento en que se llevaba adelante esta operación (mientras se “negociaba” el acuerdo con el Fondo Buitre de Singer).

– Según fuentes del sector, Avianca no habría puesto un peso para asociarse con MacAir.

– La ANAC (Agencia Nacional de Aviación Civil) aprobó las solicitudes y otorgó 135 rutas por 15 años a compañías low-cost entre las que Avianca y FlyBondi (de un socio de Mario Quintana) fueron las más beneficiadas.

– Los directivos de MacAir están hoy en Avián Líneas Aéreas, Carlos Benjamín Colunga Lopez (presidente de MacAir por 34 años) es el actual vicepresidente de Avian Líneas Aéreas. Otro hombre de confianza del presidente en Mac Air que encontró continuidad en Avianca es su apoderado legal, Pablo Clusellas, actual Secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación.

-Macri ha conservado en la empresa a sus hombres de mayor confianza, dándole continuidad a su dirección.

-A poco de fundarse Avian Argentina ocurrió la inesperada cancelación del acuerdo de cooperación de Aerolíneas Argentina con la empresa “Sol”, condujo a la quiebra de la última y abrió muchas oportunidades para las aerolíneas emergentes.

– El objetivo es desguazar la aerolínea de bandera y poner los vuelos de cabotaje en manos privadas (del mismo Macri encima)

– Los diputados Tailhade y Cabandié presentaron una denuncia a los fines de informarse respecto a las condiciones, el monto y la forma de pago de la venta de la aerolínea.

– Fernando Miguez, de la Fundación por la Paz y Cambio Climático, radicó el lunes 20 de febrero a primera hora una denuncia penal contra el presidente Macri, el Jefe de Gabinete Marcos Peña y el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich por “supuesto fraude al Estado” que se cometería con la transferencia de la aerolínea MacAir, de la familia Macri, a la colombiana Avianca.

 

El caso de la tragedia de LAPA en 1999

El vuelo 3142 de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA), encomendado a la nave Boeing 737-204C LV-WRZ, se estrelló en el Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires el 31 de agosto de 1999 a las 20:54 (hora local), cuando despegaba hacia la ciudad de Córdoba, protagonizando el cuarto accidente más grave de la historia de la aviación argentina, en el que fallecieron 65 personas.

El accidente se produjo durante la operación para despegue, cuando la nave carreteando a máxima velocidad no levantó vuelo y continuó su carrera más allá de los límites del aeropuerto, atravesando la Avenida Costanera Rafael Obligado donde arrastró a un automóvil que circulaba por ella, hasta chocar contra unas máquinas viales, un terraplén y una planta reguladora de gas. La pérdida de combustible y el gas expelido por la rotura de la planta provocaron un incendio que causó la muerte de la mayoría de los pasajeros que habían sobrevivido al choque.

La Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) estableció que la “causa inmediata” del accidente fue la omisión de extender los flaps para permitir el despegue de la nave y la desatención intencional de la alarma que indicaba esa omisión, señalando las graves negligencias en que incurrieron el piloto (quien volaba con su licencia vencida) y el copiloto, fallecidos en el accidente. La JIACC señaló también una serie de insuficiencias por parte de la empresa.

Luego de casi diez años de investigaciones, varios directivos de la empresa LAPA y funcionarios de la Fuerza Aérea responsables de los controles fueron acusados penalmente y llevados a juicio en 2005. La sentencia de primera instancia fue dictada cinco años después, el 2 de febrero de 2010, condenando a Valerio Francisco Diehl (gerente de Operaciones) y Gabriel María Borsani (jefe de Línea de Boeing 737-200) a tres años de prisión en suspenso, por considerarlos penalmente responsables del delito de estrago culposo agravado.

La película Whisky Romeo Zulu llevó la historia de este accidente al cine. Fue escrita, dirigida y protagonizada por Enrique Piñeyro, actor, médico y ex piloto de LAPA.

El filme relata en forma de ficción el trasfondo del accidente desde la visión del mismo Piñeyro, quien fue piloto de LAPA desde 1988 y renunció a su puesto en junio de 1999 —sólo un par de meses antes del accidente— tras haber denunciado su desacuerdo con las políticas de seguridad de la empresa. En relación a la motivación para realizar esta película, Piñeyro comentó:

A mi lo que me interesaba era contar el cómo se llega al accidente, no contar que los pilotos se olvidaron los flaps entonces se quema un avión, sino por qué llegaron a olvidarse los flaps. Y cómo fue el proceso, porque olvidarse los flaps fue la última gotita que rebalsó un vaso de una serie de violaciones a la reglamentación tremendas. Me interesaba contar lo que no se ve del accidente, no sólo el último eslabón (el piloto). Porque todos los eslabones anteriores convenientemente se ocultan porque comprometen a la autoridad, a la empresa.

¿Habremos aprendidos los argentinos las lecciones del pasado?

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