A pocas horas de anunciar que se congelarían los precios de los combustibles por 90 días, el Gobierno decidió suspender su medida, una de las pocas que podían aminorar la inflación disparada por la megadevaluación del 30%. La medida se tomó sin consultar a las petroleras, las que inmediatamente pusieron el grito en el cielo, por lo que Macri decidió suspender la medida y convocarlas a dialogar este jueves, para que quede a criterio de las mismas colaborar voluntariamente no subiendo los precios (!). De esta forma, el “congelamiento por 90 días” no duró siquiera 1 día.
“La resolución no saldrá mañana en el Boletín oficial por quejas de las petroleras y se abre una ronda de diálogo. No se da marcha atrás definitiva, pero vamos a hablar”, explicaron desde el ministerio de Energía.
El anuncio de Macri sostenía el congelamiento por 90 días de los precios de la nafta y el gasoil y fijaba el precio del crudo en $45.
Tanto el senador y sindicalista petrolero Guillermo Pereyra, como el gobernador de la provincia de Neuquén, Omar Gutierrez, habían advertido que no aceptarían la disposición ya que afectaría los intereses de la explotación en Vaca Muerta.
Las petroleras calculan ya un dólar a $70, que sería incluso mayor de acá a 90 días, por lo que un crudo a $45 se les torna algo inaceptable para corporaciones que cotizan en Nueva York como la norteamericana Chevron, la malaya Petronas, la mexicana Vista Oil & Gas, la china Sinopec, las argentinas Tecpetrol (Techint) y Pluspetrol.
Por su parte, las refinerías amenazaron con desabastecer el mercado.
Todo esto refleja el grado de improvisación y la poca seriedad del Gobierno, que apeló a medidas que causaran impacto mediático, sin consultar a especialistas ni disponer de los medios y la voluntad política para poder implementarlas.