Tras la dura acusación del Papa Francisco contra Clarín y Macri, sobre quienes dijo “Existe una Ley de Medios, de comunicación, se cancela esa ley; se entrega todo el aparato comunicativo a una empresa que calumnia, que dice falsedades, debilita la vida democrática… y así va adelante una dictadura”, Héctor Magnetto salió a responder a través del editorial de Clarín de hoy, escrita por Ricardo Roa: “El Papa enojado vuelve a ser Bergoglio”, ya que, según Clarín “El Papa está enfurecido por la despenalización del aborto en Diputados”, despenalización que Clarín viene promoviendo y festejando: “una inocultable corriente social que lo empuja y que es signo visible de época”, según Roa y “Otro paso hacia una sociedad moderna” y “una enorme bocanada de aire fresco para el sistema institucional” según su editor general Ricardo Kirschbaum.
Las relaciones entre Clarín y la Iglesia nunca fueron buenas. Muchos sugieren que el enfrentamiento viene desde que Goldman Sachs ingresó al paquete accionario del Grupo Clarín en 1999 y por lo tanto a una disputa a nivel global entre el poder financiero y el Vaticano que ya lleva varios siglos y múltiples actores.
Lo cierto es que casi desde el inicio del papado de Bergoglio Clarín buscó enemistarlo con la sociedad, presentándolo siempre como un protector de la corrupción y demás lugares comunes a los que suelen adscribir los seguidores del diario. El Grupo omnipresente con sus medios de comunicación fue también un gran impulsor de la despenalización del aborto y de hecho celebró la aprobación en Diputados.
El editor de Clarin, Ricardo Roa, afirma: “El Papa está enfurecido por la despenalización en Diputados. Más que en Diputados, en su propio país. Para todo el mundo, el país del Papa. Nunca dijo nada sobre el aborto en los países que visitó. Lo descoloca acá y pierde autoridad afuera. Se supone que eso provocó la reacción visceral. También se supone que eso no justifica que compare la media sanción de la ley con el horror del nazismo (…) Arremetió contra diputados y arremetió sobre todo contra Macri, al que acusa de impulsar el proyecto y operar para que fuera aprobado aunque había prometido neutralidad (…) El Papa enojado vuelve a ser a Bergoglio”. Y finalmente el diario de Magnetto elije hacerse el distraído sobre su rol en el tema: “Sólo el Papa entiende dónde encaja acá en todo esto la ley de medios kirchnerista que ayer reivindicó y con la que los Kirchner buscaron desguazar al Grupo Clarín y alinear a los medios con la plata del Estado”.
La guerra está declarada. Habrá que ver las consecuencias.