Madre nuestra que estás en la Tierra: El Ritual a la Pachamama y la cosmovisión del Buen Vivir

Los autores de esta obra son: Jesús Walpaq Flores, Julian Rouray Martin Marin.
Mural Realizado en 2014 en Coronel Moldes, Provincia de Salta. Fotografía: Diego Maita

“Pacha” es una palabra aymara y quechua que significa tierra, cosmos, universo, tiempo y espacio. El Mes de la Pachamama o Madre Tierra comienza con distintas celebraciones, especialmente en las zonas andinas, como ritual de agradecimiento y reconexión dentro de la cosmovisión del Buen Vivir.

“Sumak Kawsay” o Buen Vivir, es la vida en plenitud. Es saber vivir en armonía y equilibrio, en armonía con los ciclos de la Madre Tierra, del cosmos, de la vida y de la historia, y en equilibrio con toda forma de existencia. Y ese justamente es el camino y el horizonte de la comunidad; implica primero saber vivir y luego convivir. No se puede Vivir Bien si los demás viven mal, o si se daña la Madre Naturaleza. Vivir Bien significa comprender que el deterioro de una especie es el deterioro del conjunto.

El Ritual a la Pachamama

Por la mañana se purifican casas y distintos espacios con sahumerio, el “sahumado del espacio cósmico”. Se quitan los residuos que puedan encontrarse en el hogar y se los quema junto a plantas aromáticas o con propiedades medicinales: laurel, coca, romero, yerba, ruda. El incienso quemado se eleva al cielo y es una forma de ofrenda al Jananpacha o “mundo de arriba”, también se queman resinas vegetales y palo santo para la Pachamama.

Luego sigue el Ritual del Convido o “corpachada”, que puede realizarse al alba, al mediodía o al amanecer y consiste en abrir un hoyo circular en la tierra (útero simbólico de la tierra, constituyéndose en altar y “waca” o lugar sagrado, en muchas ocasiones en medio de una chakana o cruz andina) y ofrendarle allí a la Madre Tierra productos de la naturaleza, alimentos, bebidas, hojas de coca, como un acto de agradecimiento al planeta.

Es el momento de agradecer por la vida, la salud, el trabajo y la comida. También se pide por fuerza para continuar nuestra vida, para poder ayudar a todos, especialmente los que más necesitan, para que podamos alcanzar mayor armonía y entendimiento.

Se suele acompañar con dos fuegos sagrados. Uno pequeño dentro del hoyo, al cual se le pueden tirar hojas aromáticas, incienso, palo santo y las intenciones positivas que uno anhela escritas en papelitos. El otro fuego sagrado es más grande y distante unos metros del hoyo en el que se pueden quemar papelitos con defectos u errores que uno quiera purificar. De esta forma se han activado los elementos fuego y aire.

Luego se “chaya” con las ofrendas de bebidas (esto se puede hacer en cualquier momento del año dejando caer el primer trago de una bebida a la tierra antes de tomarla, cuando se hace en agosto se hace de rodillas y con las dos manos). Con esto se activa el elemento agua.

El elemento tierra se activa con las ofrendas de comida. Quienes participan pasan en parejas a hacer las ofrendas al agujero en la tierra. Es una forma simbólica de devolverle a la Tierra lo que nos ha dado. En los pueblos andinos se habla de “darle de comer a la Pacha” con las ofrendas de comida.

Según el amauta (del quechua: hamawta; ‘maestro’, ‘sabio’) Alipio Cuilla: “Todo lo que se entrega a la Pachamama, se hace desde la dualidad: hombre-mujer, Tata Inti-Mama Quilla, par-impar. Esto se practica para vivir en armonía. Los cuatro elementos que nos unen y son nuestros formadores, al agua, aire, fuego y la pacha. Sin ellos no habría vida”.

Finalmente se tapa el pozo con piedras y pétalos de flores y se festeja en forma comunitaria con cantos, danzas, comida y bebida. Si no se dispone de un patio donde realizar la ceremonia en las ciudades puede realizarse simbólicamente en una maceta.

Según Mama Quilla, reconocida amauta de Tiwanaku: “Nuestros ancestros siempre le daban ofrenda a la Pachamamita y no faltaba nada. Todos teníamos todo. Durante 500 años nos han querido hacer olvidar eso. Pero ahora estamos en un proceso de cambio. Ahora estamos levantando con el Pachakuti -nuevo ciclo que se inició en diciembre de 2012 y según el cual se comenzaría a revertir el proceso de dominación de los pueblos”.

PLEGARIA A LA PACHAMAMA

Querida pachamama, tú que reinas en el universo con la inteligencia del sano equilibrio, escucha a tus hijos, intercede por nosotros con los grandes vientos, habla con el agua, con el fuego y con la tierra.
Hoy te pedimos dibujar la esperanza en nuestros rostros, dános la gracia de tu aliento eterno, cobíjanos con tu brillante Sol, guíanos en la noche de nuestras vidas con la luz de las estrellas y la sabia luna, acompáñanos en nuestro viaje visionario por medio del sueño sagrado y los tambores de luz.
Hoy te pedimos regresar las fuerzas de tempestad a su sitio, te pedimos calmar las aguas turbias, aquietar el fuego interno. Que tu sabia inteligencia se lleve muy dentro nosotros aquello que pulula y exacerba en exceso creando caos.

Hoy te pedimos que nos acompañes en la curación de nuestro cuerpo y espíritu. Tú que eres sabia haz de nosotros tus hijos instrumento de salvación, hoy te pedimos que tu manto de luz nos purifique y sane las heridas y errores de nuestro pasado, te pedimos que nos ayudes a limpiar nuestro sendero de luz.

Querida pachamama te glorificamos por tus flores, tus fragancias, la abundancia de tus alimentos y las aguas que hemos de beber. En agradecimiento te brindo mis sensibles prédicas, te rindo culto, te hablo en meditación y silencio, siempre muy presente estás en mis plegarias.

Querida pachamama, me comprometo a limpiar mis pasos errados, mis equivocados pensamientos y desleales actitudes, me comprometo en beber del río sano, en curar mis hermanos los animales y proteger los bosques, hoy me comprometo a dar alimento al pobre y quién estira la mano.
En ti nuestra vida nace, crece y reposa, en ti nuestra vida se enciende y se apaga. Somos tu luz, somos tu cuerpo, tu espíritu. Con solemnidad llegaré a ti convertido en polvo cuando mejor lo decidas. Munay pachamama, munay, ¡MUNAY!.

¡Pachamama kusiya!
Pachamama santa tierra
Pachamama del Cusco
Porque te quiero y te adoro
Por eso mismo te busco.

“Invocación para la buena siembra”, en quechua original:

Pachamama llajtayoj
Upii, acullii sumaj mukhukhui
Kai jallpha sumaj kanampaj
Pachamama sumaj mama
Kusilla, kusilla
Allinta purichun yuntas
Amataj saikhuchunjuchu
Allinta muju puhtuchun
Amataj ima saira kachunchu
Amataj qasa jappichunchu
Allintaj poqochun
Qamantan mañakuiku
Jinataj qopuguaiku
Kusilla, kusilla

Traducción al español:

Pachamama de estos lugares
Bebe, masca la coca y come a gusto esta ofrenda
Para que sea buena esta tierra
Pachamama buena madre
¡Se propicia! ¡Se propicia!
Haz que caminen bien los bueyes
Y que no se cansen
Haz que brote bien la semilla
Que no le suceda nada malo,
Que no le tome la helada,
Que produzca buena cosecha
A ti que te pedimos.
Dánoslo todo
¡Se propicia! ¡Se propicia!

La Pachamama
por Eduardo Galeano

En el altiplano andino, mama es la Virgen y mama son la tierra y el tiempo.

Se enoja la tierra, la madre tierra, la Pachamama, si alguien bebe sin convidarla. Cuando ella tiene mucha sed, rompe la vasija y la derrama.

A ella se ofrece la placenta del recién nacido, enterrándola entre las flores, para que viva el niño; y para que viva el amor, los amantes entierran cabellos anudados.

La diosa tierra recoge en sus brazos a los cansados y a los rotos, que de ella han brotado, y se abre para darles refugio al final del viaje. Debajo de la tierra, los muertos la florecen


De “Los hijos de los días”:
Agosto 
1

En los pueblos de los andes, la madre tierra, la Pachamama, celebra hoy su fiesta grande.

Bailan y cantan sus hijos, en esta jornada inacabable, y van convidando a la tierra un bocado de cada uno de los manjares de maíz y un sorbito de cada uno de los tragos fuertes que les mojan la alegría.

Y al final, le piden perdón por tanto daño, tierra saqueada, tierra envenenada, y le suplican que no los castigue con terremotos, heladas, sequías, inundaciones y otras furias.

Ésta es la fe más antigua de las Américas.

Así saludan a la madre, en Chiapas, los mayas tojolabales:

Vos nos das frijoles,
que bien sabrosos son
con chile, con tortilla.

Maíz nos das, y buen café.
Madre querida,
cuidanos bien, bien.
Y que jamás se nos ocurra
venderte a vos.

Ella no habita el Cielo. Vive en las profundidades del mundo, y allí nos espera: la tierra que nos da de comer es la tierra que nos comerá.

 

El día de la Pachamama – Eduardo Galeano

Dicen los guaraníes: “La tierra es nuestra madre, es nuestra vida y es nuestra libertad”. También las comunidades collas expresan un sentimiento que se resume en la siguiente frase: “En nuestra mente, en nuestros labios y en nuestro corazón está nuestra Pachamama”. Pero “la tierra no nos pertenece sino que nosotros pertenecemos a ella porque somos sus hijos” decía un anciano de la tribu Seattle, de Norteamérica.

“¿Tiene dueño la tierra? ¿Cómo así? ¿Cómo se ha de vender? ¿Cómo se ha de comprar? Si ella no nos pertenece, pues. Nosotros somos de ella. Sus hijos somos.

Así siempre, siempre. Tierra viva. Como cría a los gusanos, así nos cría. Tiene huesos y sangre. Leche tiene, y nos da de mamar. Pelo tiene, pasto, paja, árboles. Ella sabe parir papas. Hace nacer casas. Gente hace nacer. Ella nos cuida y nosotros la cuidamos. Ella bebe chicha, acepta nuestro convite. Hijos suyos somos. ¿Cómo se ha de vender? ¿Cómo se ha de comprar?”

 

 

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