Lluvia de inversiones: Coca Cola Argentina pidió procedimiento preventivo de crisis para suspender y despedir empleados

La empresa Coca Cola – Femsa presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo, con el objetivo de suspender trabajadores, promover “retiros voluntarios” y realizar despidos masivos pagando menores indemnizaciones.

“Coca Cola Femsa Argentina está atravesando una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo”, informó en un comunicado la empresa.

“La empresa realizó un pedido de PPC. Se desarrolló hoy una primera audiencia en la que los representantes de Femsa expusieron la situación de la empresa. El viernes se realizará un nuevo encuentro para analizar el camino a seguir”, informaron desde el Ministerio de la Producción y Trabajo, a cargo de Dante Sica.

El pedido del PPC afectará por ahora a la planta de Alcorta, en el barrio de Pompeya.

El PPC es un mecanismo que fue establecido en el contexto flexibilizador de la década del ’90 bajo la “ley de empleo” y posibilita a las empresas realizar suspensiones masivas, retiros voluntarios, alterar convenios de trabajo y pagar menores indemnizaciones. Se inicia cuando los despidos afectan a más del 15% de los trabajadores (en empresas de menos de 400 trabajadores); a más del 10% (en empresas de entre 400 y 1.000 trabajadores); y a más del 5% (en empresas de más de 1.000 trabajadores).

Los PPC vienen incrementándose en nuestro país de manera alarmante en los últimos años:
-En 2016: 55.
-En 2017: 83.
-En 2018: 108.

Coca Cola es claramente un símbolo del capitalismo norteamericano que Mauricio Macri tanto ha elogiado, pero que, lejos de multiplicar sus inversiones en nuestro país, las retira por las políticas económicas que han destrozado el mercado interno. Más allá de lo nocivo de la cultura de la comida chatarra que la Coca Cola promueve en el mundo con sus gaseosas, lo cierto es que en nuestro país emplea a 2500 personas, 800 en esta planta de Pompeya, de las que el 10% corren el riesgo de ser suspendidas y despedidas: 80 familias argentinas que quedarán en la calle fruto de este modelo de exclusión. De continuar así, será otra fuente de trabajo que marchará hacia su cierre para ser reemplazada por  la importación desde otros países, dejando en nuestras tierras mayor desocupación y desindustrialización.

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