La BBC de Londres plantea un mundo sin humanos: “El fin de la humanidad es inevitable. La cuestión no es si nos extinguiremos, sino cuándo lo haremos”

Desde que Henry Kissinger elaboró en 1974 su informe NSSM 200 “Implicaciones del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad de EE.UU. e intereses de ultramar”, quedó en claro que las élites del poder global estaban pensando en políticas neomalthusianas y eugenésicas para controlar a la población. Estas políticas se vienen instrumentando en todo el mundo desde hace décadas por medio de una amplia panoplia de recursos: cambios económicos, cambios culturales, cambios en la estructura familiar, control de la natalidad, etc.

Estos factores de poder supranacional cada día esconden menos que en este mundo les sobramos millones de personas. La BBC de Londres se plantea en un artículo: “El fin de la humanidad es inevitable. Para muchos expertos la cuestión no es si los humanos nos extinguiremos, sino cuándo lo haremos. Y hay algunos que piensan que será más pronto que tarde”.

“Hay una nube oscura en el horizonte”, sostiene la nota de Duncan Geere y cita al virólogo australiano Frank Fenner, para quien la especie humana desaparecerá “debido a la sobrepoblación, la destrucción del medio ambiente y al cambio climático”.

“Por supuesto, la Tierra puede sobrevivir y lo haría sin nosotros. La vida continuaría y las marcas que dejamos en el planeta se desvanecerían antes de lo que creerías. Nuestras ciudades se derrumbarían, los campos crecerían y los puentes se caerían. “La naturaleza finalmente lo descompondrá todo”, dice Alan Weisman, autor del libro The World Without Us (“El mundo sin nosotros”)”, explica Geere.

Compara a los seres humanos con una explosión atómica y concluye que los humanos somos aún más peligrosos: “En la zona de exclusión de 19 millas (30 km aproximadamente) que rodea la planta de energía de Chernóbil en Ucrania, que fue severamente contaminada después del colapso del reactor de 1986, las plantas y los animales prosperan de una manera que nunca antes lo habían hecho. Un estudio de 2015 financiado por el Natural Environment Research Councilencontró “abundantes poblaciones de vida silvestre” en la zona, lo que sugiere que los humanos son una amenaza mucho mayor para la flora y fauna local que 30 años de exposición crónica a la radiación”.

Los estudios sobre “cómo será el planeta sin seres humanos” ya sentencian varios pronósticos:

-“La extinción de los humanos tendría consecuencias en la red alimentaria durante al menos 100 años, antes de que se estableciera una nueva normalidad”.

-“Las especies de plantas y animales que han formado vínculos estrechos con los humanos serían las más afectadas si desapareciéramos”.

-“Los cultivos que alimentan al mundo, que dependen de las aplicaciones regulares de pesticidas y fertilizantes, serían reemplazados rápidamente por sus antepasados salvajes”.

-“La repentina desaparición de pesticidas también significaría una explosión demográfica para los insectos. La explosión del insecto a su vez aumentaría la población de especies que se alimentan de ellos, como pájaros, roedores, reptiles, murciélagos y arácnidos, y luego un auge en las especies que comen esos animales, y así sucesivamente en toda la cadena alimentaria.”

-“Las décadas posteriores a la extinción humana estarían marcadas por devastadores derrames de petróleo, fugas químicas y explosiones de diferentes tamaños, todas bombas de tiempo que la humanidad ha dejado atrás”.

Luego la nota explora lo que considera daños irreversibles que los humanos hemos ocasionado al planeta y retoma los dos grandes temas del ecologismo radical, la energía nuclear y el “cambio climático”: “Algunos científicos creen que ya hemos pasado puntos de inflexión cruciales, particularmente en las regiones polares, que acelerarán el cambio climático incluso si no volviéramos a emitir otra molécula de CO2. Luego está el problema de las plantas nucleares del mundo. La evidencia de Chernóbil sugiere que los ecosistemas pueden recuperarse de las emisiones de radiación. Pero hay alrededor de 450 reactores nucleares en todo el mundo que comenzarían a derretirse tan pronto como el combustible se agotara en los generadores de emergencia que les suministra refrigerante”.

El tema en la BBC de Londres es recurrente. Ya en mayo de 2019, aprovechando la temática de la película “Avengers”, una nota de Tim Harford en dicho medio se planteaba qué ocurriría se desapareciera la mitad de la población mundial: “Como sabrán los que han visto el film, Thanos, como cualquier buen economista, está muy interesado en la disponibilidad de los recursos escasos en un universo sobrepoblado. Entonces se propone aniquilar a la mitad de la población. Se desarrolla el tema de cómo revertir el daño y los 4.000 millones de sobrevivientes están de luto por los caídos. ¿Pero queremos realmente regresar a una población de 8.000 millones?”.

Agenda antinatalista: BBC y La Nación se preguntan “¿cuál sería el impacto si desapareciera la mitad de la población del mundo?”

Lo cierto es que con la Cuarta Revolución Industrial en marcha y los nuevos tecno paradigmas que vienen, basados en Inteligencia Artificial, Robótica, Internet-de-las-cosas, 5G y 6G, etc. los seres humanos, consumidores de “sus” recursos naturales estratégicos, sobramos cada día más dentro de los proyectos de largo plazo de las élites globales. Miles de millones de personas quedarán sin trabajo dentro de esos esquemas, lo que les plantea para las próximas décadas un enorme problema de gobernabilidad. ¿Cómo lo piensan solucionar? Por lo pronto ya están estudiando cómo será un mundo sin “tantos” humanos.

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