Eva Perón: En defensa de la Patria, la familia y la vida | Por Cristian Taborda

“Son los valores morales los que han quebrado en esta actualidad desastrosa: y no serán los hombres quienes los restituyan a su antiguo prestigio… y no serán tampoco las mujeres masculinizadas. No. ¡Serán otra vez las madres!”.
-Eva Perón; La razón de mi vida.

Por Cristian Taborda

El legado de María Eva Duarte de Perón, Eva para el pueblo, escapa al pensamiento calculador y sobrepasa sus obras materiales, la fuerza espiritual con la cual vivió, vive y vivirá eternamente en su pueblo, pero sobre todo en los desposeídos de la Patria, es la llama que da calor en estos tiempos de frialdad. Es la esperanza de los excluidos en esta actual cultura del descarte y destrucción ética de los pueblos.

En una época donde el materialismo se ha devorado el mundo y la técnica dominado la naturaleza su último obstáculo para el progreso eterno es la fe y las ideas, por ello busca la relativización de los valores, la deconstrucción moral y la subversión cultural. Borrar los límites que hacen al hombre un ser social dotado de razón y no una bestia o un Dios, como escribía Aristóteles. En estos tiempos, bienaventurada Eva.

Dios

El pensamiento de Eva pone de manifiesto cómo los valores permanentes dan un orden al mundo desde la justicia frente a la anarquía y el relativismo. Bien lo expresaba en Mi Mensaje: “Si no hubiese Dios, si no estuviésemos destinados a Dios, si no existiese religión, el hombre sería un poco de polvo derramado en el abismo de la eternidad […] La religión está en el alma de los pueblos porque los pueblos viven cerca de Dios, en contacto con el aire puro de la inmensidad. Nadie puede impedir que los pueblos tengan fe. Si la perdiesen, toda la humanidad estaría perdida para siempre”. La “muerte de Dios” es la destrucción de los pueblos y de la verdad.

La patria

La defensa de la Patria entendiéndose como pueblo a diferencia del “nacionalismo” oligárquico que hizo de ese concepto una máscara para entregar y destruir la dignidad de los trabajadores muestra el interés nacional en defensa del pueblo, la libertad y la justicia, decía Eva: “La Patria no es una geografía de fronteras más o menos dilatadas sino que es el pueblo.

La Patria no es patrimonio de ninguna fuerza. La Patria es el pueblo y nada puede sobreponerse al pueblo sin que corran peligro la libertad y la justicia”. Hoy esta premisa urge una puesta en valor frente al globalismo que intenta destruir las naciones atentando contra los Estados para convertirlos en un mero eslabón de la cadena de valor internacional del mercado único global, es primordial la defensa de la soberanía como voluntad nacional y popular frente a la oligarquía globalista.

La familia y la vida

“La familia grande es la Patria”. Si se destruye la familia se rompe la comunidad natural del pueblo, donde se fundan los lazos de solidaridad y amor, la familia es la primera unidad, uno viene al mundo donde ya hay una comunidad, contra el mito del individuo egoísta liberal el hombre es un ser comunitario fruto del amor. Sin lugar a dudas que la lucha de Eva fue la lucha por la defensa de la familia, internacionalmente conocida es la labor desde la Fundación Eva Perón donde eran atendidas todas esas familias marginadas durante décadas.

El peronismo tiene la obligación de proteger la familia contra la imposición del individualismo liberal que propaga la disolución de los lazos sociales y vínculos familiares como así de la colonización ideológica de la agenda de género que niega la comunidad natural y la distinción biológica de sexos bajo un disfraz conceptual y la neolengua de género. Los medios de comunicación, ONGs y grandes empresas transnacionales son quienes hoy promueven estas ideologías foráneas en nombre de causas nobles como la “diversidad”, “inclusión” y “derechos humanos” escondiendo bajo esas etiquetas políticas antinatalistas y cuando no eugenésicas.

Estas políticas con fines de reducir la población mundial ya fueron previstas por Perón en su Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobierno del Mundo: “Lo que no debe aceptarse es que la política demográfica esté basada en la acción de píldoras que ponen en peligro la salud de quienes la toman o de sus descendientes”. Está cultura de la muerte busca la reducción del principal recurso que tiene una nación que es su población. Un territorio despoblado es fácil de invadir, una nación sin pueblo no puede defenderse. En la era donde hay una competencia por los recursos naturales, donde en el mensaje ambiental Perón decía “debemos cuidar con uñas y dientes de la voracidad de los monopolios internacionales”, la promoción de la familia y la vida debe ser el primer objetivo de una nación soberana.

La cultura de la vida y la defensa de esta es uno de los fundamentos de la doctrina peronista recordando que es una filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista. Dentro de la cual “en el vientre de la madre la Patria gesta su futuro”.

“No me arrepiento por ninguna de las palabras que he escrito. ¡Tendrían que borrarse primero en el alma de mi pueblo que me las oyó tantas veces y que por eso me brindó su cariño inigualable! ¡Un cariño que vale más que mi vida!”
-Eva Perón

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