Mientras Carrió azuzaba a fanáticos macristas para que creyeran la idea de un “fraude”, los votos del escrutinio definitivo no solo confirmaron la tendencia irremontable sino que ampliaron la diferencia del escrutinio provisorio, sumando 580.750 votos más a Alberto Fernández, alcanzando así el 49,5%, contra el 32,9% de Mauricio Macri, al considerarse los votos afirmativos, sacando nulos y en blanco, tal y como se contará en la elección de octubre.
Si hubo un “fraude”, era el que siempre se sospechó que preparaba el Gobierno, contratando a Smartmatic para quitar un par de puntos y así quedar más cerca de un fantasioso empate que nunca ocurrió: el hartazgo de la sociedad argentina con el macrismo se impuso en las urnas con una diferencia aplastante de 16 puntos, por lo que el Gobierno solo atinó a esconder los resultados hasta cerca de las 23 horas.
Así instala Clarín encuestas falsas a pocos días de la elección.
El escrutinio definitivo revela que el candidato del Frente de Todos obtuvo 12.202.770 votos, contra los 8.121.416 del candidato de Juntos para el Cambio. La diferencia, de más de 4 millones de votos, echa por tierra la ilusión de los sectores macristas más fanáticos, que calculaban que se podría dar vuelta la elección sumando el porcentaje de personas que no concurrieron a votar. Ese fenómeno ocurrió efectivamente en la elección del 2015. En aquella ocasión, entre las PASO de agosto y las generales de octubre, se pasó del de 72,3% a 81,07% de participación, sumando 3,2 millones de votantes, gran parte de ellos adultos mayores, los que votaron en buena proporción por Cambiemos (2 millones, contra 600.000 que se inclinaron por Scioli). En las PASO 2019 participó el 75,7 del electorado, por lo que se estima será menor la cantidad de nuevos votantes, alrededor de 2 millones, los que ni siquiera irían mayoritariamente para Juntos para el Cambio. Todo indica entonces que la diferencia en octubre, tenderá a ampliarse.
En la provincia de Buenos Aires, el resultado del escrutinio definitivo también fue impactante: Vidal, a la que todos los grandes medios se esforzaban por cuidar su imagen, fue aplastada por Kicillof 52,2% a 29,7%, 4.812.684 votos del Frente de Todos contra 3.176.010 votos de Juntos por el Cambio.
El ciclo macrista se terminó por un aluvión de votos de un pueblo harto de ajustes permanentes que solo benefician a la especulación financiera parasitaria y los negocios de unos pocos empresarios amigos del Gobierno.