El poder financiero internacional presiona para una dolarización en Argentina. La propuesta del Wall Street Journal

El poder financiero presiona para que Argentina vaya a una dolarización, perdiendo su moneda propia. El diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), propiedad del dueño de la cadena FOX, Rupert Murdoch, cercano al grupo de poder detrás de Donald Trump, publicó el pasado jueves, a través de su editorial, la propuesta de que la Argentina elimine su moneda propia, renuncie a volver a tenerla, y adopte el dólar como moneda de curso legal. Según el medio, levantado en Argentina por Clarín, si Macri hiciera esto, se convertiría en “el líder que se atrevió a defender los ahorros argentinos”. Lo que no dice el artículo es que de esta manera, nuestro país perdería una de sus principales herramientas para intervenir en la economía. Ya a fines de 2001 el poder financiero internacional buscó que la Argentina perdiera su moneda, pero primaron los intereses económicos de los grandes grupos privados nacionales. El plan de Macri y el FMI de incrementar la deuda, llevar las tasas de interés a las nubes y devaluar el peso, para así arruinar nuestra moneda nacional, tiene el riesgo de terminar de esta manera.

El diario norteamericano sostiente: “La Argentina volvió a meterse en problemas, como suele ocurrir. La posibilidad de que los peronistas retomen el poder provocó que los argentinos escaparan del peso al dólar, y el lunes el gobierno centroderechista de Mauricio Macri impuso un control de cambios. Acá hay una idea mejor: reemplazar el peso por el dólar estadounidense como moneda legal de Argentina (…) La elección es en octubre, pero la victoria en las primarias de agosto de los populistas de izquierda Alberto Fernández y Cristina Kirchner desencadenó en un pánico monetario. La demanda de dólares subió, el peso se devaluó un 20 por ciento y las reservas del Banco Central siguen cayendo”.

“Los que proponen dolarizar encuentran resistencia en el peronismo, que depende de la inflación para financiar el populismo cuando sus ingresos son bajos”, sostiene.

Se pregunta también sobre la constitucionalidad de una medida así y cómo llevarla adelante: “Abogados argentinos difieren respecto de la legalidad de una dolarización de acuerdo a la Constitución, pero nuestras fuentes creen que Macri podría dolarizar con el respaldo de una mayoría en el Congreso”.

Elogia otros procesos de dolarización en América Latina, pero olvida mencionar que Ecuador ha venido sufriendo los efectos de dicha medida y Panamá existe económicamente por lavar dinero en negro del resto del mundo, no por haber dolarizado: “Panamá ha usado al dólar como moneda legal desde 1904, y El Salvador y Ecuador dolarizaron en 2000. Ecuador lo hizo para resolver una crisis bancaria y El Salvador para bajar la tasa de interés. El Salvador y Panamá tienen hoy las tasas de endeudamiento más bajas de América Latina y los vencimientos más largos. Ecuador tiene una estabilidad en los precios que no había visto en por lo menos medio siglo”.

Con respecto a los cuestionamientos, explica: “es que Argentina perdería los beneficios de un banco central al imprimir su propia moneda, conocido como ‘señoreaje’. Pero eso es una excusa política disfrazada de economía. Lo que se pierde de señoreaje será más que compensado con el fin de las crisis del peso”.

El diario levanta los análisis de economistas liberales argentinos que proponen también dolarizar por completo la economía, como Carlos Rodríguez (Universidad de Chicago y ex rector del CEMA), y explica: “Establecer el tipo de cambio correcto también es importante. Varios economistas argentinos proponen convertir los títulos de corto plazo [Leliqs] en bonos de largo plazo para reducir la cantidad de pesos que deben cambiarse por dólares en los próximos meses. Pero la mejor tasa sea probablemente la del mercado negro, donde el peso ahora cotiza”.

“La dolarización elimina el riesgo moral que los rescates del Banco Central fomentan en el sistema bancario; cuando los mercados internacionales de capital se convierten en el prestamista de último recurso. Otro beneficio es que sería casi imposible de revertir, a diferencia de la convertibilidad del ‘uno a uno’ de los 90, que los políticos violaron cuando estuvieron otra vez en deuda a principios de los 2000. Los argentinos también deberían tener derecho de guardar sus dólares afuera, si lo desearan. Eso aliviaría el temor de que el Gobierno pusiera en un corralito a sus cuentas bancarias, como hicieron en 2001″, afirma.

“Que Macri decidiera dolarizar rompería este horrible ciclo dándoles a los argentinos una reserva de valor y una moneda de cambio en la que pueden confiar. Quizás no salvaría su presidencia, pero le daría el legado de ser el líder que se atrevió a defender los ahorros argentinos de un futuro gobierno merodeador”, finaliza.

La propuesta, de llevarse a cabo, requeriría cambiar todos los pesos de la economía argentina por dólares de la reserva del Banco Central. Esto requeriría una devaluación en los hechos equivalente hoy a un dólar arriba de $100. De no alcanzar los dólares de las reservas debería recurrirse a un préstamo internacional. Un país dolarizado quedaría aún más indefenso y expuesto al poder de aquellos que imprimen el dólar: la oligarquía de bancos supranacionales que dominan la economía mundial.

Si te gustó este artículo apoyá a KontraInfo con tu suscripción. No recibimos ni recibiremos jamás dinero de ONG's ni partidos políticos. Por hacer un periodismo contrahegemónico venimos siendo sistemáticamente censurados y desmonetizados. Ayudanos con tu suscripción, ingresando a este enlace.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.