Es difícil comprender la muy llamativa tranquilidad de la CGT frente a un gobierno que ajusta, genera el cierre de empresas y casi 200.000 empleos menos en 6 meses. Y aún más difícil resulta entender esa pasividad cuando son los mismos sindicalistas que realizaron en 2015 varios paros generales reclamando por el “impuesto a la ganancia”, algo que afectaba al 10% más rico de los trabajadores, y que ni siquiera mejoró con el actual gobierno. ¿Se podrá explicar ese exceso de tranquilidad, en parte, por los $2700 millones que el gobierno promete entregarle a las obras sociales de los sindicatos? Recordemos que el desmantelamiento de los años ’90, la destrucción de la industria nacional y la venta de las principales empresas estatales fueron posibles por la inacción cómplice y la corrupción de gran parte de los gremios de la época. Muchos de sus dirigentes incluso siguen siendo los mismos, lamentablemente.
Confirman $ 2.700 millones a gremios como prenda de paz
ambito.com
El Gobierno revalidó su compromiso de reparto de $2.700 millones adicionales este año a las obras sociales sindicales ante la advertencia de los líderes de la CGT de un agravamiento del vínculo y de anticipar eventuales reaperturas de paritarias. Con esa garantía, la administración de Mauricio Macri espera apaciguar los ánimos de los gremialistas ante el llamado a un plenario de secretarios generales para el 4 de agosto y previo también al Congreso de reunificación de la central obrera pautado para el 22 de ese mes.
La calma llegó esta semana luego de una cadena de reuniones que los sindicalistas de las tres versiones de la CGT mantuvieron con autoridades de los ministerios de Salud y Trabajo, la Jefatura de Gabinete y la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS, el órgano en última instancia encargado de la distribución de recursos entre las obras sociales). La coordinación estuvo a cargo de José Luis Lingeri, jefe del gremio de Obras Sanitarias y secretario de Acción Social de la central que todavía lidera Antonio Caló.
“El Gobierno confirmó su compromiso de reparto de los fondos”, le dijo anoche a este diario Lingeri. El dirigente explicó que esa partida tendrá el carácter de saldar “cien mil expedientes” no pagados hasta ahora por la Superintendencia por reembolsos de prestaciones médicas brindadas por las obras sociales sindicales y que debía cubrir el Estado con el Fondo Solidario de Redistribución (FSR). Esos trámites impagos corresponden al período 2012 a 2015, añadió el gremialista, quien dijo que “se están cerrando los detalles administrativos para proceder al desembolso”.
El monto comprometido puede redefinir el vínculo entre el Gobierno y el sindicalismo tradicional al menos hasta fin de año. Es que el presupuesto anual de la SSS oscila los $7.000 millones, y sólo ese refuerzo representaría elevar en casi el 40% el total de aportes con destino a las prestadoras de salud de los sindicatos.
La promesa está pendiente desde que asumió Macri. En esa línea se inscribió el nombramiento al frente de la SSS de Luis Scervino, un técnico reconocido en el sector y que trabajaba en la estructura de obras sociales liderada por Lingeri, quien de arranque se manifestó a favor de repartir todos los excedentes del FSR para diferenciar la actual gestión de la de Cristina de Kirchner, que les retaceaba fondos a los gremialistas para disciplinarlos.
Este lunes el gastronómico Luis Barrionuevo congregó en su sindicato a los principales referentes de las tres CGT, entre los que estaban Hugo Moyano, Gerardo Martínez, Carlos West Ocampo y el propio Lingeri. El dueño de casa había alertado a sus pares que un sector del Gobierno al parecer renegaba del pago prometido por el propio Macri. Desde entonces se multiplicaron los contactos con los funcionarios hasta ayer, cuando el dirigente de Obras Sanitarias dio por hecho el pago en el corto plazo.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/846346-confirman–2700-millones-a-gremios-como-prenda-de-paz
No, no es difícil de comprender