La Agencia de EEUU para el “Desarrollo Internacional”, más conocida como USAID (una clásica pantalla de la CIA), ha reconocido en su informe oficial, la entrega de 467 millones de dólares a la oposición venezolana, bajo la excusa de “ayuda humanitaria”.
El organismo también sincera el apoyo económico con 128 millones al autoproclamado “presidente” Juan Guaidó y la Asamblea Nacional en desacato, con el pretexto de auspiciar una “transición a la democracia” y para “compensación, costos de viaje y otros gastos para algunos asesores técnicos de la Asamblea Nacional y la administración interina de Guaidó a través de fondos de asistencia”.
La USAID también explica cuáles son las vías que utiliza para hacer llegar los fondos, ya que “no transfiere fondos” directamente, sino que “se otorgan de manera competitiva a organizaciones privadas a través de contratos, donaciones o acuerdos de cooperación”.
La enorme masa de dólares que EEUU ha estado transfiriendo (lo conocido es solo el dinero “en blanco”) explica también las disputas internas que se fueron generando en la oposición venezolana. El 29 de noviembre del pasado año, el ex “embajador” designado por Guaidó en Colombia, denunció al autoproclamado “presidente” por manejos irregulares de los fondos: “Las autoridades colombianas me dieron la alerta y me mostraron documentos donde se hablaba de prostitutas, licor, mal manejo de recursos, doble facturación, facturación ficticia”, sostuvo.
Incluso se denunció una “trama de corrupción para otorgar indulgencias” hacia empresarios ligados a la importación de alimentos, tres de los cuales son del partido político de Guaidó.
La oposición venezolana además de golpista y vasalla de los EEUU, también ha quedado atrapada en un serio escándalo de corrupción. La exposición de los fondos recibidos por parte de la USAID bien puede ser un pase de factura por el robo y despilfarro de dichos recursos.