Daniel Estulin: “Son proyectos globales y no países los que están disputando el control ideológico mundial”. Discurso en México

Por Daniel Estulin*

Estamos viviendo algo sin precedentes en la historia de la humanidad. Solamente dos veces en los últimos 2000 años hemos vivido acontecimientos parecidos: la primera vez, entre los siglos IV y VI, cuando cayó el viejo orden y nació el feudalismo, y entre los siglos XVI y XVII, cuando murió el feudalismo y surgió el capitalismo.

En el siglo XIX, existían 4 modelos económicos: británico, alemán (después de la guerra con Francia), estadounidense y japonés (la continuación del modelo Meiji de 1868). Después de la Segunda Guerra Mundial nos quedamos con dos modelos: Socialista Soviético (más sus satélites) y Capitalista Occidental. Entre 1944 (acuerdo de Bretton Woods) y 1991 estos dos modelos coexistían cómodamente. En algunos aspectos, el capitalismo tenía ventajas (ganancias y comodidad de vida), en otros, las tenían los países socialistas (bienestar social). Demográficamente hablando, existía una paridad. En 1991, con la caída de la URSS, los dos sistemas se unieron en un modelo liberal banquero-financista global. Es absolutamente incorrecto que la URSS perdió debido a que su modelo era inferior. Las razones van más allá del alcance de esta conferencia, pero podemos decir que a partir de 1991, en el mundo entero, solamente existió un modelo económico: liberal-banquero-financista de Bretton Woods, basado en una expansión sin límite planetario. Sin embargo, según Marx, no puede existir un crecimiento infinito en un planeta con recursos naturales finitos. Hacia 2008, la élite global se dio cuenta de que el fin de Bretton Woods y de la expansión sin límites quebraría la economía mundial.

Contra ese telón de fondo, tenemos que entender todos los acontecimientos de hoy y no solamente en algún y otro país concreto, sino a escala planetaria. La verdadera lucha hoy en día no es Trump vs Clinton o EEUU vs Rusia o EEUU vs China, sino por definir el nuevo modelo económico post-industrial 3.0.

Hemos ido de Global 1.0 (mundo de Westfalia, 1648-1968) a Global 2.0 (mundo de Empresa Mundial S. A., 1968-2009) a Global 3.0 (mundo de networking, donde la energía principal no es el gas natural o el petróleo, sino la energía del conocimiento).

En este nuevo mundo la lucha no está entre los Estados-Nación sino entre los Proyectos Globales Supranacionales. ¿Qué es un proyecto global? Para ser un proyecto global, hace falta la conceptualización del futuro, una economía independiente global y servicios de inteligencia de alcance global. Según estos criterios, hoy en día, hoy en día existen 6 proyectos globales:

1- Londres.
2- Gran Europa / Vaticano.
3- Eurasia (con epicentro en Moscú).
4- China.
5- Califato.
6- Liberalismo centrado en Wall Street, FMI, OMC y Banco Mundial.

Son estos proyectos y no países los que están disputando el control ideológico global.

¿Qué es lo que nos falta a nosotros? Nos falta la ideología de los sentidos, la ética de la conciencia. En este sentido, el marxismo necesitaría reinventarse para poder jugar un papel fundamental otra vez. El marxismo construido sobre la base del eurocentrismo y la ética protestante resultó ser poco adecuado en la lucha contra el capitalismo. En Rusia, para tener éxito, necesitaríamos una fuerte base ortodoxa frente al ecumenismo. Falta la voluntad política, los símbolos de la victoria y los valores universales. Y cada uno de nosotros definir los símbolos de nuestra victoria. Un tal símbolo, desde el siglo XVIII era el Proyecto Rojo.

El Proyecto Rojo fue una idea que apareció en el XVIII basado en la unión del sistema de valores bíblicos y el progreso científico. Marx era un creador dentro de la idea de Proyecto Rojo, pero dado que no entendía nada sobre sistemas de gobierno, su proyecto, a nivel práctico, no podía funcionar. El error grave de Marx residía en su relación personal con la religión. Marx eliminó del Proyecto Rojo el elemento místico, lo que lo hizo inoperante en el largo plazo.

Uno de los aspectos fundamentales es entender por qué la izquierda latinoamericana perdió el control del continente, después de la década de oro, con casi todo el continente en sus manos. Podemos enumerar muchos aspectos y pasos en falso, pero el elemento principal es la falta de un modelo viable de un futuro basado en una nueva realidad post Bretton Woods. Ningún país ni ningún líder han podido definir y explicarle a su pueblo en qué consistía la nueva coyuntura política, económica y social. No podemos fiarnos de los limitados análisis de los llamados expertos mercadólogos que son mercenarios de partidos, líderes e instituciones políticas, ya que además de carecer en muchos casos de ética, no tienen lectura del futuro.

Pocos se dieron cuenta que el nuevo mundo latinoamericano contará con una población joven, tecnológicamente muy avanzada, que va a permitir al continente ir hacia el 6to Desarrollo Tecnológico (Convergencia NBIC, blockchain, etc.). Debido a su avance tecnológico, este proyecto no va a necesitar hacerse con el poder de los gobiernos de derecha, sino gobernar vía metagobiernos, fuera de las estructuras oficiales, llevando los recursos críticos hacia su zona de influencia. La base de los metagobiernos, estructuras sociales y la economía del 6to. Desarrollo Tecnológico va a tener como base una nueva generación de internet, Skynet, blockchain, de última generación, donde todo se ve y todo es transparente. La base del sistema: justicia y Bien Común. Los gobiernos tradicionales de derecha, con su estructura vieja y poco hábil se convertirá en un envoltorio vacío.

A los que lamentan la pérdida de poder y de gobernanza en todo el continente latinoamericano, les aseguro que la derecha disfrutará poco de su idilio político. Los proyectos conservadores de derecha no son factibles porque en una economía en crisis existencial, van a caer bajo la influencia del Vaticano y la élite continental europea.

Con la coyuntura de la quiebra económica global, la falta de ideas para salir de la crisis, ¿quién podría escribir este nuevo modelo económico? El occidente capitalista, desde luego no. El sistema occidental está basado en un modelo en quiebra (Bretton Woods), que sirvió como elemento de expansión de la influencia estadounidense post guerra.

En Occidente no existe el lenguaje para explicar un modelo alternativo, dado que todas las instituciones financieras, económicas, políticas, think tanks, ONG’s, sociedades privadas y semi secretas como Bilderberg, Comisión Trilateral, CFR, Instituto Hudson, Hoover, AEI, Rand, etc., desde 1944 forman parte del modelo quebrado y carecen de alternativas filosóficas.

Solamente Rusia y China tienen el lenguaje para crear un modelo alternativo. Rusia, debido a que en la época soviética tenía su propio modelo económico alternativo exitoso basado en Marx y Adam Smith. Dado que éramos el único país grande vetado en entrar en el mercado estadounidense, pudimos mantener nuestra identidad económica y financiera y no perdernos dentro del modelo basado en Bretton Woods.

Y los chinos, porque su modelo está sustentado en:
A) La transición de los países de la Nueva Ruta de la Seda al modo asiático de producción de valores naturales.
B) El sistema de financiamiento de dos contornos (infraestructura y mercado de consumo), vinculado al peso del oro metálico.
C) La capitalización de la reputación (goodwill) como parte integral de los expertos cuyas habilidades, experiencia y conexiones de la ventaja intangible para crear un rendimiento extraordinario sobre el capital invertido.

Las señales que México está mandando al mundo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador son positivas, aún se debe lograr una vanguardia para lograr el nuevo modelo. Contemplar la educación inicial es el primordial en el diseño civilizatorio. He venido trabajando en México al lado del analista y productor, Daniel Marmolejo, en un proyecto civilizatorio conceptual con los óvenes de este país, empleando elevados recursos tecnológicos en su realización, el proyecto se denomina HomoXNovo.

Quiero agradecer al profesor Alberto Anaya por la invitación que me hizo a este importante seminario internacional. Para terminar, me gustaría citar al compañero Mao: “Las perspectivas son muy buenas, el camino sin dudas es sinuoso”.

*Daniel Estulin es escritor, autor de 15 libros con más de 7 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo; agente de contrainteligencia ruso; productor del documental Bilderberg The Movie; nominado al premio Pulitzer y ganador del Premio Internacional de Periodismo.

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