Tal y como hemos venido anunciando, el repentino encuentro de Macri con Putin al poco tiempo de la tragedia del submarino ARA San Juan, no tenía que ver con “afianzar los lazos entre las dos naciones” y los discursos de ocasión para la prensa. La presencia rusa en aguas argentinas buscando el submarino siempre fue muy llamativa ya que era la única potencia militar explorando la zona por fuera de la OTAN y Rusia es enemiga tanto de Gran Bretaña como de EEUU. Si Putin envió un navío de inteligencia como el Yantar difícilmente fuera solo por mera solidaridad. La inteligencia rusa conocía la información de la interacción militar entre el submarino argentino y las fuerzas británicas, cuyos documentos probatorios confidenciales recién ahora se están filtrando. Buques como el Yantar y robots como el Panter Plus eran los más indicados para recabar pruebas de esa información. Y la información es poder.
Por eso Macri partió raudamente a Moscú a hablar con Putin cuando nunca antes lo había hecho (al contrario, le había complicado la financiación de proyectos en la Argentina como el de la represa de Chihuido, ya que el alineamiento de Macri con EEUU y Gran Bretaña lo alejaba de Rusia). Si la información recabada por Rusia se hacía pública muy probablemente se desatara un escándalo internacional de proporciones que terminaría con la relación que Macri intenta mantener con Gran Bretaña. ¿Qué negoció Macri con Putin para lograr que Rusia se retire de la zona sin revelar lo encontrado? ¿Qué le habrá ofrecido a cambio? Las potencias además de mostrarse solidarias en una tragedia también tienen obviamente intereses, no solo en este caso con respecto a lo que pueda lograr de la Argentina sino también contra otras potencias enemigas. Solo el tiempo podrá darle una respuesta a estos interrogantes.
Lo cierto es que el avión ruso Antónov An-124, uno de los más grandes del mundo, que llegó en noviembre del año pasado para sumarse a la búsqueda del submarino ARA San Juan con un grupo de rescate y el robot sumergible teledirigido denominado Pantera Plus, dejarán su misión a fines de febrero o en los primeros días de marzo. Así lo confirmaron diplomáticos rusos.
Como suele ocurrir con acontecimientos de alta gravedad y que afectan a grandes potencias, en este caso a la relación del gobierno argentino con su actual aliado de Gran Bretaña (algo deshonroso siendo que estamos hablando de un histórico enemigo de la Argentina que sigue usurpando su territorio), probablemente nunca terminemos de saber exactamente cómo ocurrieron los hechos.
Macri además se dispone a hacer de todo esto un negocio privado ya que a partir de ahora solo continuarán la búsqueda unos pocos buques de la Armada Argentina y se contratarán empresas privadas internacionales, las que cobrarán fortunas por una búsqueda que además podrá acomodar la realidad para que no perturbe la relación estratégica que Macri intenta mantener con nuestro histórico enemigo.