Clarín y Verbitksy en tandem para deslegitimar a Francisco: Los motivos reales del ataque “por derecha” y “por izquierda”

 

Las posturas del Papa Francisco vienen despertando enfados a derecha e izquierda del arco político. Clarín y La Nación no toleran su firme postura contra las políticas neoliberales de Mauricio Macri y Sebastián Piñera, su permanente condena al poder financiero parasitario y al liberalismo que pone “al dios Dinero en el centro de la economía”. Sus editorialistas, Ricardo Roa, Eduardo Van der Kooy lo acusan de “prejuicioso”, “ignorante”, “crispado”, afecto al “destrato” y al “lenguaje impropio”, “desagradable”, etc. Pero como suelen afirmar dirigentes como Guillermo Moreno, Gustavo Vera o Juan Grabois, “el poder tiene plumas que escriben por derecha y otras por izquierda” y “por izquierda” ese rol parece tenerlo asignado desde hace años Horacio Verbitsky quien en tandem con Clarín (incluso citando al diario de Magnetto) se encargó de intentar reflotar las acusaciones sin pruebas de Yorio y Jalics contra Francisco, no dudando en expresar su odio visceral a través del insulto, llamando “sobreactuado vendedor de baratijas” a quien lidera a más de 1200 millones de personas con un mensaje de justicia social (y ha aportado a la paz del mundo con su intercesión en países como Siria, Armenia o Venezuela).

Veamos a Ricardo Roa en Clarín:

“El Papa teme que pase aquí lo que pasó en Chile. No consiguió las multitudes que esperaba para pasar su mensaje aquí. La grieta de allí y nuestra grieta. Francisco apostó a mostrar en Chile cientos de miles detrás de él para, de paso, mandar un mensaje eclesial y político hacia aquí. Se equivocó. Al destrato de no visitar su país, visitando vecinos, sumó otro: el de enviarnos un saludo de computadora y en inglés sin siquiera un párrafo dedicado a nosotros. Cosas que se notan mucho. Como en esas películas en que el actor hace dos papeles, el siempre peronista Bergoglio busca como Papa ser la brújula que le falta al peronismo. El Papa humilló a Piñera, recién elegido presidente, que lo buscó y no lo encontró. Piñera es un espejo de Macri. Otro capitalista neoliberal. Bergoglio tiene un prejuicio con los empresarios. Y más con los empresarios políticos. Todos tenemos prejuicios aunque el prejuicio sea una de las formas de la ignorancia. No recibió al embajador argentino en Santiago, José Octavio Bordón pero recibió al dirigente piquetero Grabois y al dirigente peronista Valdés, ex embajador de Cristina”.

Eduardo van der Kooy en Clarín:

 

“Francisco es parte del problema. El Papa no ha logrado permear en el país su Encíclica que insta a hacer prevalecer la unidad sobre el conflicto. En suma, el Papa ha quedado en medio del problema. Porque a lo mejor forma parte de él. Se lo observó en Chile con un gesto crispado y un lenguaje impropio para quien predica la armonía. Con desagradables huellas de su pensamiento político. Fue cuando replicó acusaciones sobre un obispo chileno acusado de pedofilia. Lo cierto es que los senderos para volver al país se le estrechan cada día más. Superado este año vendrá el recambio o la continuidad presidencial. Un escenario peor que los que han pasado”.

Pablo Sirven en La Nación:

“El hijo pródigo que no sabe regresar. La persistente no visita -repitamos: son ya cinco años de pontificado- fogonea la lectura sobredimensionada de gestos, a falta de información certera: si se muestra adusto en las fotos con Macri pero alegre con Cristina Kirchner y su exuberante séquito, si solo le dispensa un saludo al paso al presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, pero tiene tiempo para recibir a Juan Grabois; si Margarita Barrientos se queda sin verlo en el Vaticano, pero le manda un rosario a Milagro Sala…”

“Las dos caras del Papa”, nota de Horacio Verbitsky en su nuevo sitio web “El Cohete en la Luna”. Es la nota con mayor tirria de todas, fiel a su historial de notas contra Francisco.

¿Qué lo lleva a Verbitsky a esta obsesión a lo largo de sus años? Quizá la respuesta deba buscarse en las fuentes de financiación de los organismos que dirige. Basta con dar una mirada histórica a las fundaciones y entidades extranjeras que financian al CELS que Verbitsky preside para encontrarnos con: Open Society de George Soros, Fundación Ford, International Planned Parenthood Federation, la Embajada de Gran Bretaña y hasta el Foreign Office británico.

Verbitsky también es miembro de la junta directiva de Human Rights Watch, otro organismo financiado por George Soros.

Soros es desde hace años un delegado del poder del clan Rockefeller y financia desde hace décadas centenares de fundaciones en todo el mundo cuyos enemigos son: las políticas natalistas de la Iglesia Católica (el porqué de esto hay que buscarlo en el informe antinatalista de Kissinger de 1974, NSSM 200), el poder de la Iglesia Católica en sí (que si bien ha sido aliada de EEUU durante la Guerra Fría hoy mantiene una posición autónoma y hasta crítica del poder financiero transnacional al que Soros representa), los gobiernos nacionalistas (los ataques de Soros contra la Rusia de Putin y la Venezuela de Chávez y Maduro, por ejemplo, son sistemáticos).

Veamos los nuevos argumentos de Verbitsky contra Francisco al presentar una carta del sacerdote jesuita secuestrado por la dictadura Jalics a la hermana de Yorio:

“Jalics le dice a la hermana de Yorio que no cree que los militares “hayan hecho algo verdaderamente gravemente injusto con él ni conmigo cuando siguieron las informaciones que habían tenido”. O sea que las informaciones sí eran graves e injustas, como siempre dijo Orlando. Pero, agrega Jalics, “no puedo decir lo mismo de la Iglesia ni de la Compañía [de Jesús]”. Es decir que sí fueron gravemente injustas con ellos”.

Tanto Jalics como Yorio tuvieron en su momento la percepción de que Bergoglio los había “entregado” a los militares. Nunca hubo pruebas de esto, solo la impresión personal de estos dos jesuitas, que sin embargo fueron liberados por los militares por la intercesión del mismo Bergoglio. Mientras en esta acusación no hay pruebas y solo impresiones personales, sí hay decenas de testimonios probados de personas que han declarado haber sido salvadas de los militares gracias al accionar de Bergoglio, o sea, una actitud justamente opuesta a la que busca instalar Verbitsky en el imaginario.

Increíblemente, la carta de Jalics termina con un: “Confío que de esta carta nada se hace público, ni siquiera el hecho de que te escribí. Eso me pondría en una situación muy desagradable”. O sea, Jalics transmite su impresión personal negativa sobre el accionar de la Iglesia en aquellos años pero entiende que no quiere darle de comer a los actuales enemigos de la institución a la que sigue perteneciendo. Sin embargo, Verbitsky no respeta esta voluntad sino que usa la carta justo para lo que Jalics no quiere que se use.

Dice Verbitsky: “esta carta vuelve a poner las cosas en su lugar, pese a las toneladas de estiércol arrojadas desde Roma y la prensa canalla sobre quienes investigamos esta historia”. ¿No será acaso “arrojar estiércol” el tirar acusaciones tan graves sin pruebas?

Sobre el caso de la defensa del obispo Barros (del que Bergoglio siempre sostuvo que no hay ninguna prueba) cita una nota del medio chileno CIPER: “Antes de seguir a Perú, reiteró que se trataba de calumnias y que la justicia no había probado nada. La periodista chilena Mónica González Mugica, cuyo centro de investigación CIPER Chile destapó el escándalo. En varios links de CIPER Chile se brindan los detalles, que aquí se ahorran porque son repugnantes”. Cualquiera que averigue las fuentes de financiación de CIPER Chile, ¿con quiénes se encuentra? Oh, casualidad: Open Society de George Soros y Ford Foundation…

Cuestiona la forma de encarar el tema mapuche, ya que no recibió a los sectores minoritarios que recurren a métodos violentos: “Referencias afectuosas a los mapuche, saludo en su lengua, solicitud de respeto por su cultura y sus derechos, repudio a las injusticias contra ellos, incluso con un hermoso poema de Violeta Parra, pero negativa a recibir al sector que con más énfasis reclama la devolución de las tierras ancestrales, al que elípticamente acusó de violento, tal como hace el gobierno chileno y, desde hace poco, también el argentino”.

No duda en expresar su odio visceral directamente a través del insulto, llamando a quien lidera a más de 1200 millones de personas con un mensaje de justicia social y ha aportado a la paz del mundo con su intercesión en países como Siria, Armenia o Venezuela de “sobreactuado vendedor de baratijas”: “En Temuco, Francisco saludó en la lengua mapuche; en Iquique citó a un grupo chileno de rock y les habló a los jóvenes de “ancho de banda”, “conexión”, “red wifi”, “perder señal” y “quedarse sin batería”. Pero eso no lo convierte en mapuche ni en joven, sólo en un sobreactuado vendedor de baratijas”.

No duda incluso en citar al diario de Héctor Magnetto y usar sus mismos argumentos con tal de atacar al Papa: “Las mismas razones explican que el costoso viaje (18 millones de dólares) no haya respondido a las expectativas, como muestra la foto que Clarín publicó sobre la última misa de la gira chilena, en Iquique”.

Compara finalmente a Juan Grabois con el sacerdote Federico Grote, quien se encargó de formar los “Círculos Obreros Católicos” a fines del siglo XIX: “Ése es el rol que el Vaticano asigna hoy en la Argentina a Juan Grabois, ya no en relación a la clase obrera, a la que considera relativamente contenida por la dirigencia de la CGT y el peronismo, sino a los excluidos del sistema salariado de producción que, para reproducir su existencia recurren a formas novedosas de organización y de relación con el Estado y el sistema político”. La injundia de Verbitsky  con Grabois viene desde hace tiempo, aún más desde que el dirigente social de la CTEP afirmó: “Verbitsky de chequera sabe un montón porque recibía de la Fuerza Aérea, la Fundación Ford y el British Council, el National Endowment for Democracy y cuanto organismo dedicado a la penetración imperialista en los países pobres existe.”

Para finalizar no se ahorró compartir la opinión de uno de los principales asesores de Mauricio Macri como Durán Barba y de paso atacar a Gustavo Vera, otro dirigente político amigo personal de Francisco: “El consultor Jaime Durán Barba afirma que el Papa no tiene la menor incidencia en los resultados electorales y de hecho los amigos de Bergoglio que fueron a las urnas no llegaron al 1% de los votos”.

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